ARTÍCULO

TURISMO RURAL Y EXPANSIÓN URBANÍSTICA EN ÁREAS DE INTERIOR. Análisis socioespacial de riesgos

RURAL TOURISM AND URBAN SPRAWL IN INLAND AREAS. Socio-spatial risk assessment

José Andrés Domínguez Gómez

Universidad de Huelva, España

andres@uhu.es

Thomas Lennartz

Instituto de Geografía. Universidad de Heidelberg, Alemania

thomas.lennartz@uni-heidelberg.de

RESUMEN
El turismo rural es reconocido en Europa como un factor de desarrollo sostenible para las áreas de interior, secularmente deprimidas. Su éxito como tal va a depender de un diagnóstico a tiempo de sus procesos y de la evaluación de los riesgos que afectan a las áreas en las que aquellos se manifiesten. Este trabajo se centra en el análisis sociológico y espacial de los riesgos que la expansión urbanística en áreas de interior puede suponer para su desarrollo sostenible por medio del turismo rural. Como estudio de caso, se toman 29 municipios del suroeste de la península ibérica, conformados como comarca en el borde norte de la provincia de Huelva. A partir de los resultados de diagnósticos previos, y de la literatura sobre riesgos e impactos socioambientales del turismo residencial, se seleccionan dos indicadores de riesgo y se analiza su comportamiento en los modelos turístico-rurales existentes en la zona.
Palabras clave: Desarrollo sostenible; Impactos; Riesgos.

ABSTRACT
Rural tourism is generally recognized as a booster for sustainable development of inland areas, but two research-actions would be necessary in advance: a local diagnosis of touristic processes and a risk assessment for those processes in affected areas. This article concerns the sociological and spatial risk analysis of urban sprawl in rural areas. As a case study, 29 municipalities in the southwest of the Iberian Peninsula (formed as a “comarca", North of Huelva province) are considered. Urban sprawl has been identified by specific literature as a threat for sustainable development in touristic areas, in coastal zones and in rural areas too. Based on the results of previous diagnosis, and the literature on socio-environmental risks and impacts of residential tourism, two specific risk indicators are selected and analysed, in relation to local touristic models.
Keywords: Impacts; Risks; Sustainable Development.

Recibido: 29/11/2012 / Aceptado: 30/11/2013

Cómo citar este artículo / Citation: “Turismo rural y expansion urbanística en areas de interior. Análisis socioespacial de riesgos", Revista Internacional de Sociología, 73 (1), doi: http://dx.doi.org/10.3989/ris.2012.11.29

Copyright: © 2015 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0. This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0 License.

CONTENIDOS

ABSTRACT
RESUMEN
INTRODUCCIÓN
TURISMO RURAL MODERNO: DEFINICIÓN Y VINCULACIÓN CON EL DESARROLLO LOCAL SOSTENIBLE
¿TURISMO RURAL DE SEGUNDA RESIDENCIA? IMPACTOS Y RIESGOS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
OBJETIVOS Y METODOLOGÍA
BREVE DESCRIPCIÓN DE LA ZONA DE ESTUDIO
RESULTADOS
DISCUSIÓN
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Introducción[1]Top

La literatura especializada en desarrollo turístico concuerda en otorgar al turismo rural un potencial muy interesante como factor de desarrollo sostenible para áreas de interior deprimidas (Park & Yoon 2011Park, D. y Y. Yoon. 2011. “Developing sustainable rural tourism evaluation indicators”. International Journal of Tourism Research 13:401-415. http://dx.doi.org/10.1002/jtr.804; Blanco 2004Blanco, E. 2004. “O turismo rural em áreas de agricultura familiar: A ‘novas ruralidades’ e a sustentabilidade do desenvolvimento local”. Caderno Virtual De Turismo 3:44-49.). Los procesos básicos propios de un turismo rural sostenible incluyen la puesta en valor de los recursos sociales, culturales y ambientales locales, así como el mantenimiento indefinido de los mismos como clave para la sostenibilidad de la actividad turística y, por tanto, del desarrollo local. Por otra parte, la misma literatura pone sobre aviso de la sensibilidad de estas áreas ante los nuevos procesos turísticos, y la necesidad de controlar sus riesgos mediante una planificación adecuada (Dogan 1989Dogan, H. 1989. “Forms of adjustment. Sociocultural impacts of tourism”. Annals of Tourism Research 16:216-236. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(89)90069-8; Matsuoka & Shera 1991Matsuoka, J.K. y W.J. Shera. 1991. “The impact of resort development on an Hawaiian island: Implications for community preservation”. Human Services in the Rural Environment 15:5-9.).

Relativamente a sus propios contextos, numerosas áreas de interior del mundo desarrollado, y en concreto del sur de Europa, podrían considerarse como regiones deprimidas y necesitadas de impulso en términos de desarrollo. También en ellas el turismo puede jugar un papel interesante. Para minimizar los riesgos del desarrollo turístico habría que realizar un diagnóstico precoz del fenómeno, apenas se detecten los primeros indicios de la presencia turística en el ámbito local. En segundo lugar, el análisis habría de continuar con la contrastación de los procesos averiguados con procesos similares en contextos similares. Por último, los riesgos determinados como “posibles" tendrán que ser evaluados para la zona de estudio.

Estos tres momentos básicos de la planificación racional para el desarrollo turístico sostenible, a menudo son reconocidos, pero no implementados conforme sería necesario en las políticas locales de desarrollo. Es claro que el conocimiento del proceso socioeconómico desde sus orígenes, posibilitará una planificación mejor, un diseño más sostenible e integrado en la realidad local (Haralambopoulos & Pizam 1996Haralambopoulos, N. y A. Pizam. 1996. “Perceived impacts of tourism. The case of Samos”. Annals of Tourism Research 23:503-526. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(95)00075-5). Las estrategias de desarrollo local expresadas por gobiernos nacionales y entes supranacionales se sitúan en esta línea y tienen en el respeto a los recursos locales (sociales, culturales, económicos, patrimoniales, ambientales...) su piedra angular (Lafferty & Narodowslasky 2004Lafferty, W. y M. Narodowslasky. 2004. Regional sustainable development in Europe. The challenge of multi-level, cros-sectoral, co-operative governance. Oslo: Prosus.; Miguel, Arias, Chamorro, Nájera & Rodas 1996Miguel, J., R. Arias, E. Chamorro, R. Nájera & H. Rodas. 1996. La integración como instrumento de desarrollo: sus perspectivas y desafíos para Centroamérica. Guatemala: Incep.).

Realizado el diagnóstico en trabajos previos, este se centra principalmente en los últimos pasos de este proceso, la detección y evaluación de los riesgos para el turismo rural sostenible, en un área de interior que reúne las características citadas arriba: la sierra de Huelva. Se sitúa al norte de la provincia de Huelva, España, a unos 80 km de la línea de costa atlántica, al suroeste de la Península Ibérica, y en ella se ha constatado una clara evolución al alza del sector de la construcción en las últimas dos décadas. Se pretende evaluar los riesgos socioambientales que supone la expansión urbanística para el desarrollo de un turismo sostenible en la comarca. Para ello se han seleccionado dos indicadores cuyo comportamiento se ha evaluado para la zona de estudio. Se adopta un enfoque sociológico en el análisis, que se apoya en técnicas espaciales de análisis e ilustración de resultados.

Turismo rural moderno: definición y vinculación con el desarrollo local sostenibleTop

En el campo específico de los estudios turísticos, desde la economía, geografía, antropología, sociología y ciencias ambientales, los procesos turísticos en áreas de interior han generado interesantes debates sobre la definición del fenómeno, su dimensión y alcance, su medición, etc. Todas las áreas reconocen que es difícil encontrar una definición específica y bien delimitada del fenómeno (Cersar, Vinícius & Tomilheiro de Carvalho, 2010Cesar Manosso, F., M. Vinícius Salomé y A. Tomilheiro de Carvalho. 2010. “Turismo rural na regiao norte do Estado do Paraná: Conceito e práctica”. Cuaderno Vitual del Turismo 10, 24.; Pereiro, 2007Pereiro, X. 2007. “Antropoloxía e modelos de relación entre o rural e urbano”. Revista Galega de Educación 38:112-119.).

Encontramos dos tipos de aproximaciones: 1) Definiciones laxas del turismo rural en sus inicios, generadas a partir del medio donde se observa la actividad, el medio rural, y sus diversas posibilidades: turismo deportivo, turismo de aventura, turismo cultural y ecoturismo (Busby & Rendle, 2000Busby, G. y S. Rendle. 2000. “The transition from tourism on farms to farm tourism”. Tourism Management 21:635-642. http://dx.doi.org/10.1016/S0261-5177(00)00011-X; Amador 1997Amador, L. M. G. 1997. “Ethnic, cultural, and eco tourism”. American Behavioral Scientist 40:936-943. http://dx.doi.org/10.1177/0002764297040007008 ; Crosby, 1993Crosby, A. 1993. Desarrollo sostenible en el medio rural. Madrid: Centro Europeo de Formación y Turismo (CEFAT).; Willits, 1993Willits, F. K. 1993. “The rural mystique and tourism development: Data from Pennsylvania”. Journal of the Community Development Society 24:159-74. http://dx.doi.org/10.1080/15575339309489906). 2) Otras posiciones que abordan la definición a través de las consecuencias del fenómeno. De este modo, podremos hablar de turismo rural cuando la actividad desarrollada conlleve algún tipo de intercambio de bienes y/o servicios entre las partes implicadas (Fuentes 1995Fuentes García, R. 1995. El turismo en el medio rural en España. Especial referencia al análisis de la demanda. Madrid: Secretaría General de Turismo.; Corrales, 1993Corrales Bermejo, L. 1993. Apuntes para la definición y concepto de turismo rural. Ávila: Fundación Cultural Santa Teresa. ), o cuando el alojamiento del visitante se produzca en estancias o casas rurales así distinguidas oficialmente (Solsona 2006Solsona Monzonís, J. 2006. “El turismo rural en Europa”. Aportes y Transferencias 10:26-35.).

Entre las diferentes definiciones pueden reconocerse algunos factores comunes: el fenómeno ha de observarse en zonas de interior, eminentemente agrícolas, relativamente alejadas de la línea de costa, preferentemente dentro de un entorno natural donde exista una preeminencia de las actividades y estilo de vida tradicionales que el turista esté interesado, de alguna forma, en participar o conocer (Cebrián, 2008Cebrián Abellán, F. 2008. “El turismo rural sostenible”. In Universidad de Murcia (Ed.), Turismo rural y desarrollo local. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha ed., pp. 49.; Cabrini 2002Cabrini, L. 2002. “Turismo, desarrollo rural y sostenibilidad”. Presentado en el VII Congreso AECIT, 21-23 de octubre de 2002, Jaén.; Liddle ,1997Liddle, M. 1997. Recreation ecology: The ecological impact of outdoor recreation and ecotourism. London: Chapman & Hall.).

En términos sociológicos, estos procesos turísticos modernos en el ámbito rural se explican como reacción a un contexto social de cambio acelerado y de percepción crónica de inestabilidad existencial. La “vuelta al campo", el gusto por lo tradicional y lo preservado, en términos culturales y ambientales, son procesos que muestran la necesidad de estabilidad y fiabilidad, así como la búsqueda de identidad personal. El cambio social estructural presiona a la “vuelta atrás", hacia referentes valorativos con cierto anclaje en los ritmos lentos, naturales, conocidos y estables de los entornos rurales tradicionales (Bauman, 2001Bauman, Z. 2001. La posmodernidad y sus descontentos. Madrid: Akal., 2003Bauman, Z. 2003. Comunidad: en busca de seguridad en un mundo hostil. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores., 2004Bauman, Z. 2004. Postmodern ethics. Oxford: Blackwell.; Giddens y Lizón, 2002Giddens, A. y R. Lizón. 2002. Consecuencias de la modernidad. Madrid: Alianza Editorial.; Giddens y Gil Aristu, 1998Giddens, A. y J. L. Gil Aristu. 1998. Modernidad e identidad del yo: el yo y la sociedad en la época contemporánea. Barcelona: Península.; Beck et al. 1997Beck, U., A. Giddens y S. Lash. 1997. Modernización reflexiva: política, tradición y estética en el orden social moderno. Madrid: Alianza Editorial. ).

La crisis ambiental contemporánea y el auge del valor ambiental, como ejemplo paradigmático del postmaterialismo en los valores (Díez Nicolás, Inglehart y Velázquez-Gaztelu, 1994), completa el marco para el inicio del turismo rural, tan ligado al “verde". Se busca un “escape hacia el pasado", a un medio en el que aún puedan compartirse experiencias reales de un mundo estable, lento, informal, tranquilo y ambientalmente agradable y conservado; fuera de unos entornos urbanos cada vez más organizados, agresivos y acelerados, que imponen vidas cotidianas de agendas ajustadas y estrés psíquico y físico. Estos cambios socioculturales configuran todo un nuevo panorama de consumo, donde el consumo turístico-rural contribuiría a la construcción de la identidad del turista (Thogersen, 2011Thogersen, J. 2011. “Green shopping: for selfish reasons or the common good?”. American Behavioral Scientist 55:1052-1076. http://dx.doi.org/10.1177/0002764211407903; Urry y Larsen, 2011Urry, J. and J. Larsen. 2011. The tourist gaze 3.0. London: Sage. http://dx.doi.org/10.4135/9781446251904; Etzioni 2009Etzioni, A. 2009. “Spent. America after consumerism”. The New Republic 19 junio. Consulta (http://www.newrepublic.com/article/spent?id=80661c9c-9c63-4c9e-a293-6888fc845351).; Urry, 1995Urry, J. 1995. Consuming places. London: Routledge.).

El turismo rural moderno llega, según las zonas del mundo, a partir de la década de los 70 (Canoves, Villarino & Herrera, 2006Canoves, G., M. Villarino y L. Herrera. 2006. “Public policies, rural tourism and sustainability: A difficult balance”. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles 41:199-217. ). En Europa los entornos rurales ganaron protagonismo político con la generación y posterior implantación de la Política Agraria Común (PAC). El turismo rural se muestra como una opción diversificadora de la economía local, claramente dependiente de los recursos locales. Esta dependencia de lo local era la mejor garantía para que la actividad socioeconómica fuese sostenible. “Lo local" tomó auge como clave de desarrollo, y fue impulsado por el principio de subsidiariedad, muy vinculado al principio de sostenibilidad: el desarrollo sostenible solo podía entenderse con un enfoque local de los recursos, de su mantenimiento y explotación. La dependencia de las comunidades locales de sus propios recursos impulsaba su respeto, mantenimiento, promoción y uso sostenible (Hall, Smith & Marciszweska 2006Hall, D., M. Smith y B. Marciszweska. 2006. Tourism in the new Europe. The challenges and opportunities of EU enlargement. Oxford: CABI. http://dx.doi.org/10.1079/9781845931179.0000; Egarty & Przezborska, 2005Egarty, C. & L. Przezborska. 2005. “Rural and agri-tourism as a tool for reorganising rural areas. A comparison study of Ireland and Poland”. International Journal of Tourism Research 7:63-77. http://dx.doi.org/10.1002/jtr.513; Hjalager 1996aHjalager, A. 1996a. “Agricultural diversification into tourism: Evidence of a European community development programme”. Tourism Management 17:103-111. http://dx.doi.org/10.1016/0261-5177(95)00113-1).

La doctrina europea del desarrollo local, enriquecida posteriormente con las aportaciones políticas de “gobernanza" y “participación social", dio lugar en el ámbito turístico al concepto de “turismo rural integrado". Los recursos ambientales, económicos, sociales, políticos, el marco histórico-cultural en el que se relacionan los diferentes actores sociales y el modo en el que emplean dichos recursos, dibujan un mapa de interacciones que solo tiene sentido (y por tanto, solo puede comprenderse) en una comarca o área determinada. El turismo actúa en la co-modificación de lo local, y solo en el contexto local pueden ser participados para la planificación y la sostenibilidad (Cawley & Gillmor 2008Cawley, M. y D. A. Gillmor. 2008. “Integrated rural tourism: Concepts and practice”. Annals of Tourism Research 35:316-337. http://dx.doi.org/10.1016/j.annals.2007.07.011). Las experiencias de desarrollo turístico basado en la integración no siempre garantizan el resultado de ganar-ganar para todos los actores sociales, pero se comprueban más duraderas en el largo plazo, y por tanto con mayor éxito desde el punto de vista de la sostenibilidad (Panyik, Costa & Rátz 2011Panyik, E., C. Costa y T. Rátz. 2011. “Implementing integrated rural tourism: An event-based approach”. Tourism Management 32:1352-1363. http://dx.doi.org/10.1016/j.tourman.2011.01.009; Saxena & Ilbery 2008Saxena, G. y B. Ilbery. 2008. “Integrated rural tourism - A border case study”. Annals of Tourism Research 35:233-254. http://dx.doi.org/10.1016/j.annals.2007.07.010 y 2010Saxena, G. y B. Ilbery. 2010. “Developing integrated rural tourism: Actor practices in the English/Welsh border”. Journal of Rural Studies 26:260-271. http://dx.doi.org/10.1016/j.jrurstud.2009.12.001; Cawley, Marsat & Gillmor 2007Cawley, M., J. Marsat y D. Gillmor. 2007. “Promoting integrated rural tourism: Comparative perspectives on institutional networking in France and Ireland”. Tourism Geographies 9:405-420. http://dx.doi.org/10.1080/14616680701647626; Saxena, Clark, Oliver & Ilbery 2007Saxena, G., G. Clark, T. Oliver y B. Ilbery. 2007. “Conceptualizing integrated rural tourism”. Tourism Geographies 9:347-370. http://dx.doi.org/10.1080/14616680701647527).

Toda esta argumentación respecto al turismo rural como “dinamizador del desarrollo" es muy similar a la que hallamos para el turismo de sol y playa en las costas del sur de Europa, en concreto en España y Portugal a finales de los años 60. Fue, sin duda, un revulsivo desarrollista que cambió radicalmente la sociedad, economía, cultura y medio ambiente de las áreas costeras. El subproducto de este modelo tradicional de sol y playa fue conocido como “turismo residencial, turismo inmobiliario", o también “turismo de segunda residencia", cuyas consecuencias se han demostrado insostenibles e indeseables, por la magnitud y trascendencia de los impactos que han acarreado (Almenar, Bono & García, 2000Almenar, R., E. Bono y E. García. 2000. La sostenibilidad del desarrollo. el caso valenciano. Valencia: Bancaixa-Universidad de Valencia.; Vera, 1987Vera, J. 1987. Turismo y urbanización en el litoral alicantino. Alicante: Instituto Juan Gil Albert.).

¿Turismo rural de segunda residencia? Impactos y riesgos para el desarrollo sostenibleTop

En la tendencia socioeconómica y política europea que se ha descrito, donde prima la preocupación por la sostenibilidad del desarrollo, en sus diferentes dimensiones, la descripción y análisis de impactos toma fuerza. En el caso del turismo, sus impactos han sido, en términos generales, clasificados en tres dimensiones principales: impactos económicos, ambientales y socioculturales (Hall & Lew, 2009Hall, M. y A. Lew. 2009. Understanding and managing tourism impacts: An integrated approach. New York: Routledge.). Considerando el ámbito del turismo residencial, el caso español tiene cierta relevancia en la bibliografía (Parreño-Castellano 2011Parreño-Castellano, J. 2011. “Tourism and human mobility in Spanish archipielagos”. Annals of Tourism Research 38:586-606. http://dx.doi.org/10.1016/j.annals.2010.11.016; Vehbı & Doratli 2010Vehbı, B. O. y N. Doratli. 2010. “Assessing the impact of tourism on the physical environment of a small coastal town: Girne, northern cyprus”. European Planning Studies 18:1485-1505. http://dx.doi.org/10.1080/09654313.2010.492587; Exceltur 2009Exceltur. 2009. “Impactos sobre el entorno, la economía y el empleo de los distintos modelos de desarrollo turístico del litoral mediterráneo espa-ol, Baleares y Canarias”. Consulta 16 diciembre 2005 (http://exceltur.org/excel01/contenido/portal/files/auxfolder3/Sumario_residencial_completo.pdf).; Aledo & Mazón, 2005Aledo, A. y T. Mazón. 2005. Turismo residencial y cambio social: Nuevas perspectivas teóricas y empíricas. Alicante: Universidad de Alicante-CAM.; Casado, 1999Casado, M. A. 1999. Socio-demographic impacts of residential tourism: a case study of Torrevieja. The International Journal of Tourism Research 4:223-237. http://dx.doi.org/10.1002/(SICI)1522-1970(199907/08)1:4<223::AID-JTR153>3.0.CO;2-A). Los impactos económicos donde se desarrolla este tipo de turismo podrían resumirse en la elevada dependencia del cluster inmobiliario y la escasez de oferta turística complementaria. Esta dependencia ha hecho que las economías locales se vuelvan extremadamente vulnerables a cualquier desequilibrio en los elementos que intervienen en la construcción y venta de inmuebles. Con la crisis financiera, el sector ha quedado completamente colapsado. Los fuertes beneficios provocaron la focalización de la capacidad económica local en los negocios vinculados a la construcción, en detrimento de cualquier otro esfuerzo emprendedor.

Por otra parte, el agotamiento progresivo del suelo urbanizable ha conllevado la conquista de nuevos espacios, mediante la extensión de los núcleos urbanos y la recalificación de terrenos. Los impactos ambientales relacionados con este consumo de recursos naturales, se han agravado con la afluencia estacional masiva de turistas, las dificultades de gestión de sus residuos y la necesidad de suministros (agua y energía). La Administración se enfrenta a la necesidad de ampliación o desarrollo de nuevas infraestructuras, que son escasamente eficientes por lo estacional de su demanda. Las necesidades de mantenimiento de los servicios e infraestructuras públicas atentan contra unos presupuestos municipales cada vez más afectados por la escasez de ingresos –menos suelo urbanizable– (William 1987William C. G. 1987. “Environmental impacts of recreational home developments”. Annals of Tourism Research 14:38-57. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(87)90046-6; Cohen, 1984Cohen, E. 1984. “The sociology of tourism: Approaches, issues and findings”. Annual Review of Sociology 10:373-392. http://dx.doi.org/10.1146/annurev.so.10.080184.002105).

A nivel social y cultural, la identidad de los pueblos turístico-residenciales se ve claramente socavada. Las actividades tradicionales son progresivamente abandonadas, parcialmente como consecuencia de la atracción económica del cluster inmobiliario, así como del socavamiento de los recursos ambientales. Los turistas traen consigo sus propios hábitos y cultura, a veces reconstruidos en verdaderos guetos de nuevo cuño. La fuerte subida de los precios del suelo frena la regeneración local con familias autóctonas. Los grandes beneficios adquiridos por los inversores acarrean al entorno local fuertes desigualdades sociales (George & Reid 2008George, E. & D. Reid. 2008. “The power of tourism: A metamorphosis of community culture”. Journal of Tourism and Cultural Change 3:88-107.http://dx.doi.org/10.1080/09669580508668489; Torres, 2003Torres, E. 2003. “El turismo residenciado y sus efectos en los destinos turísticos”. Estudios Turísticos 155-156:45-70.; Jafari, Pizam & Przeclawski, 1990Jafari, J., A. Pizam y K. Przeclawski. 1990. “A sociocultural study of tourism as a factor of change”. Annals of Tourism Research 17:469-472. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(90)90011-F; Dogan 1989Dogan, H. 1989. “Forms of adjustment. Sociocultural impacts of tourism”. Annals of Tourism Research 16:216-236. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(89)90069-8).

Así, los valores que sirvieron para generar todo un modelo de desarrollo (recursos ambientales –paisaje, sol y playa– y elementos socioculturales) son progresivamente fagocitados por el propio modelo, que se convierte en el paradigma de la insostenibilidad. Para el caso español, el “Informe Auken" (Auken 2009Auken, M. 2009. Informe sobre el impacto de la urbanización extensiva en España. Bruselas: Comisión Europea.) de la Comisión Europea hizo un exhaustivo recorrido por las peores consecuencias del urbanismo exacerbado bajo el motivo turístico.

La progresiva colmatación urbanística de la línea de costa, un sector financiero en expansión y un cambio progresivo de la demanda turística (cambios culturales, diversificación de la demanda, progresiva desestacionalización, acortamiento de estancias...) han planteado un escenario favorable a la expansión urbanística hacia áreas de interior. La literatura científica ha constatado la llegada del turismo de segunda residencia a estas áreas, y en los últimos años han aparecido trabajos muy interesantes sobre las consecuencias del turismo de segunda residencia a estas nuevas zonas de expansión. Estos estudios muestran unos impactos muy similares a los señalados para el turismo residencial de áreas costeras en el sur de Europa (Müller, 2011Müller, D. K. 2011. “Second homes in rural areas: Reflections on a troubled history”. Norsk Geografisk Tidsskrift 65:137-143. http://dx.doi.org/10.1080/00291951.2011.597872 ; Vepsalainen & Pitkanen, 2010Vepsalainen, M. & K. Pitkanen. 2010. “Second home countryside. Representations of the rural in finish popular discourses”. Journal of Rural Studies 26:194-204. http://dx.doi.org/10.1016/j.jrurstud.2009.07.002; Kaltenborn et al., 2008Kaltenborn, B. P., O. Andersen, C. Nellemann, T. Bjerke & C. Thrane. 2008. “Resident attitudes towards mountain second-home tourism development in Norway: The effects of environmental attitudes”. Journal of Sustainable Tourism 16:664-680. http://dx.doi.org/10.1080/09669580802159685; Aronsson, 2004Aronsson, L. 2004. “Place attachment of vacation residents: Between tourists and permanent residents”. Pp. 75-86 in Tourism, Mobility and Second Homes: Between Elite Landscape and Common Ground, edited by C. M. Hall & D. K. Muller. Clevedon: Channel View.; Greenwood, 1976Greenwood, D. 1976. “Tourism as an agent of change. A Spanish Basque case”. Annals of Tourism Research 3:128-142. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(76)90005-0). Puede encontrarse la oposición de las poblaciones locales al desarrollo del turismo en sus localidades. Tras una época de afluencia más o menos masiva de turistas al destino “idílico", la población local añora su antigua identidad perdida, ligada a un entorno sociocultural y ambiental claramente alterado, turistizado y reorientado a las expectativas del visitante, que ahora deja de afluir precisamente por la desaparición de los valores que motivaron inicialmente sus viajes (Kerstetter & Bricker, 2009Kerstetter, D. y K. Bricker. 2009. “Exploring fijian’s sense of place after exposure to tourism development”. Journal of Sustainable Tourism 17:691-708. http://dx.doi.org/10.1080/09669580902999196; Girard & Gartner, 1993Girard, T. C. y W. C. Gartner. 1993. “Second home second view: Host community perceptions”. Annals of Tourism Research 20:685-700. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(93)90091-G).

En el caso español, varias décadas de expansión turístico-inmobiliaria costera han probado su insostenibilidad. A este hecho hay que añadir el contrastado avance de la expansión urbanística hacia las áreas de interior. En este contexto, los diagnósticos de modelos turísticos se convierten en herramientas claves para conocer, planear, poner en valor y controlar los recursos por parte de los gobiernos locales. En definitiva, para avanzar hacia un desarrollo más sostenible desde lo local, pero también para conocer los posibles riesgos que amenacen la compatibilización de la estructura socioeconómica y cultural tradicional con las nuevas dinámicas turísticas (Liu et al., 2008Liu, G., Z. Liu, H. Hu, G. Wu y L. Dai. 2008. “The impact of tourism on agriculture in llugu lake region”. International Journal of Sustainable Development & World Ecology 15:3-9. http://dx.doi.org/10.1080/13504500809469762 ).

Para el caso español, señalamos como de especial interés para nuestro estudio el diagnóstico de Yagüe (2002Yagüe, R. 2002. “Rural tourism in Spain”. Annals of Tourism Research 29:1101-1110. http://dx.doi.org/10.1016/S0160-7383(02)00025-7), cuyas conclusiones concuerdan con las de otros autores (Solsona, 2001Solsona Monzonís, J. 2001. “El turismo en espacio rural en España”. Estudios y Perspectivas de Turismo 10.; Canoves et al., 2004Canoves, G., M. Villarino, G. K. Priestley y A. Blanco. 2004. “Rural tourism in Spain: An analysis of recent evolution”. Geoforum 35:755-769. http://dx.doi.org/10.1016/j.geoforum.2004.03.005), y que se realizó en un área de características muy similares a la que ocupa el presente trabajo. De manera resumida, Yagüe señala la existencia de dos modelos de turismo rural en áreas de interior, “moderno" y “tradicional".

El “formato tradicional" (TRAD, en adelante) se desarrolla en zonas, caracterizadas por dinámicas económicas vinculadas fundamentalmente a la agricultura, generalmente en minifundio, ganadería y/o a las actividades tradicionales de explotación de recursos locales. Pequeños núcleos comarcales de servicios (pequeña industria manufacturera, talleres y hostelería) completarían el perfil. En lo demográfico, se trata de áreas con población envejecida, de emigración secular y crecimiento vegetativo negativo. La afluencia turística a estas áreas suele quedar restringida a épocas vacacionales (Navidad, Semana Santa o verano). Se trata, fundamentalmente, de personas que emigraron de estas tierras en busca de progreso económico o para construir sus propias trayectorias fuera de un entorno percibido como limitado o con pocas posibilidades, y que vuelven a visitar a la familia que dejaron, acompañados de las nuevas familias que ellos mismos han fundado en su nuevo destino. Este vínculo familiar con la población local y la escasez de lo que podríamos denominar “oferta turística" resumirían este modelo. Dada la fuerte emigración del campo español durante los años 60 y 70, el formato TRAD se encuentra muy extendido en el mundo rural español.

Por otra parte, se distingue un formato de “turismo rural moderno" (MOD, en adelante) en zonas rurales de interior, con similares características geográficas que el TRAD. En lo económico, estas zonas se centran en actividades de servicios, restauración y hostelería, que toman auge en las últimas décadas, y que se vinculan a la afluencia de población forastera en busca del disfrute de un entorno cultural y ambientalmente atractivo, idealizado como prístino, natural y auténtico (Gartner 2004Gartner, W. 2004. “Rural tourism development in the USA”. International Journal of Tourism Research 6:151-164. http://dx.doi.org/10.1002/jtr.481). Estas actividades se compatibilizan con pequeñas actividades agrícolas y o ganaderas, a veces con uno o más productos estrella, cuya producción se enraíza en las tradiciones locales. Todo ello permite el desarrollo de una economía más sostenible y diversificada, así como un freno de la emigración de población joven (Paniagua 2002Paniagua, A. 2002. “Urban-rural migration, tourism entrepreneurs and rural restructuring in Spain”. Tourism Geographies 4:249. http://dx.doi.org/10.1080/14616680210158128).
El diagnóstico turístico realizado en la comarca objeto de nuestro estudio[2] (Domínguez y Burgos, 2012Domínguez, J. A. y E. J. Burgos. 2012. “Exploring rural tourism in southern Europe: threats and possibilities for sustainable development”. Presentado en London Planet Under Pressure, 26-29 marzo, London.; Domínguez et al., 2012Domínguez, J. A., E. J. Burgos, E. Vaz e I. Rodríguez. 2012. “Análisis sociológico de riesgos e impactos de la burbuja inmobiliaria en el turismo rural”. Presentado en el VII Congresso Português de Sociologia: Sociedade, Crise e Reconfigurações, 19-22 junio, Oporto.) muestra la presencia de los modelos MOD y TRAD, pero añade una novedad: la importancia de la expansión inmobiliaria en la definición de los modelos turísticos hallados. Tanto es así que se descubre un nuevo modelo turístico, que denominamos “mixto" (MIX). El hecho de que los análisis manifiesten la importancia de la expansión residencial en los comportamientos de los diferentes indicadores turísticos empleados para el diagnóstico, obliga a centrar la atención en los riesgos propios de dicha expansión. Estos riesgos merecen especial atención cuando se trata, como es el caso, de zonas de alto interés ambiental, rico patrimonio histórico y cultural y, en definitiva, fuerte potencial para el desarrollo turístico como alternativa a otros formatos menos sostenibles.

Objetivos y metodologíaTop

De este modo, el objetivo de este trabajo se sitúa en mostrar en qué medida los principales impactos socioambientales de la expansión inmobiliaria se manifiestan en la sierra de Huelva, marcando las diferencias entre los tres modelos turísticos hallados en el diagnóstico previo. Conocer estos riesgos y observar su expresión espacial servirá para argumentar la toma de decisiones sobre planeamiento turístico y, por extensión en zonas de alto potencial turístico-rural, sobre desarrollo local sostenible.

Para cubrir este objetivo, se analiza estadística y espacialmente[3] el comportamiento de dos indicadores, relacionados con los principales riesgos sociales y ambientales: la expansión urbanística y el incremento de los precios del suelo. Los indicadores fueron seleccionados en base a criterios de justificación teórica (apoyo de la literatura especializada), fiabilidad (existencia de datos oficiales) y nivel adecuado de desagregación (nivel municipal).

Como indicador de expansión urbanística se va a emplear el “número de recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles" (IBI) de carácter urbano. Se trata de un impuesto de recaudación municipal sobre el que existe información actualizada al año para todos los tipos de fincas. Para este trabajo seleccionamos las fincas de carácter urbano, dadas las escasas posibilidades de construcción de viviendas en suelos rústicos; especialmente con la presencia de un “parque natural" contiguo, figura de protección que restringe aún más las posibilidades de desarrollo residencial.

El número total de IBI se considera también un indicador de la dinámica del sector de la construcción. De esta forma, a los riesgos ambientales que implica la expansión de suelo urbano en zonas de interés ambiental (y por tanto de potencial desarrollo turístico-rural), se unen los riesgos de desestructuración económica. La literatura especializada determina que los riesgos e impactos que implica la expansión urbanística exacerbada en áreas de interior son equivalentes a los del turismo residencial clásico (Müller, 2011Müller, D. K. 2011. “Second homes in rural areas: Reflections on a troubled history”. Norsk Geografisk Tidsskrift 65:137-143. http://dx.doi.org/10.1080/00291951.2011.597872 ; Vepsalainen & Pitkanen, 2010Vepsalainen, M. & K. Pitkanen. 2010. “Second home countryside. Representations of the rural in finish popular discourses”. Journal of Rural Studies 26:194-204. http://dx.doi.org/10.1016/j.jrurstud.2009.07.002; Kaltenborn et al., 2008Kaltenborn, B. P., O. Andersen, C. Nellemann, T. Bjerke & C. Thrane. 2008. “Resident attitudes towards mountain second-home tourism development in Norway: The effects of environmental attitudes”. Journal of Sustainable Tourism 16:664-680. http://dx.doi.org/10.1080/09669580802159685; Aronsson, 2004Aronsson, L. 2004. “Place attachment of vacation residents: Between tourists and permanent residents”. Pp. 75-86 in Tourism, Mobility and Second Homes: Between Elite Landscape and Common Ground, edited by C. M. Hall & D. K. Muller. Clevedon: Channel View.), los cuales han quedado resumidos al principio del apartado anterior.

Para medir el precio del suelo, seleccionamos el “valor catastral urbano". Se trata de un indicador sobre el que también existe información oficial actualizada al año. Se entiende que es un indicador de riesgo para el desarrollo turístico rural porque una dinámica al alza de precios del suelo incidiría en la insostenibilidad social de estos entornos por cuatro vías: 1) La aceleración de pérdida de población, en unos municipios como los que tratamos, que mantienen saldos demográficos negativos durante las últimas décadas (Camarero Rioja, 1991Camarero Rioja, L. A. 1991. “Tendencias recientes y evolución de la población rural en España”. Política y Sociedad 8:13-24.). 2) La dificultad de reproducción sociofamiliar, pues estas localidades perderían atractivo para la creación de nuevos hogares autóctonos. Se impulsaría, por tanto, el proceso de envejecimiento clásico en estas áreas de interior. 3) El incremento de los niveles de desigualdad y el riesgo de exclusión social, al aumentar el precio de la vivienda, bien básico; y por tanto, también las dificultades de disfrute de la misma. 4) Más en lo “cultural", los nuevos turistas residenciales pueden generar desequilibrios locales a nivel de identidad e interacción social y cultural (Kerstetter & Bricker 2009Kerstetter, D. y K. Bricker. 2009. “Exploring fijian’s sense of place after exposure to tourism development”. Journal of Sustainable Tourism 17:691-708. http://dx.doi.org/10.1080/09669580902999196). Diversos estudios en el medio rural europeo señalan la percepción “depravadora" de las comunidades locales respecto a estos nuevos residentes, por cuanto que se benefician de su inversión inmobiliaria, del disfrute del entorno prístino y sus recursos, sin dejar a cambio más que los impactos negativos de su presencia (Farstad 2011Farstad, M. 2011. “Rural resident’s opinions about second home owners’ pursuit of interests in the host community”. Norsk Geografisk Tidsskrift 65:165-174. http://dx.doi.org/10.1080/00291951.2011.598551 ; Kousis 2000Kousis, M. 2000. “Tourism and the environment: A social movements perspective”. Annals of Tourism Research 27:468-489. http://dx.doi.org/10.1016/S0160-7383(99)00083-3).

Breve descripción de la zona de estudioTop

Para este trabajo se eligió una zona de estudio que cumple con las dinámicas señaladas. Se trata de una zona de interior donde el turismo está empezando a manifestarse en sus diferentes procesos sociales, económicos, culturales y políticos, y donde los expertos locales en turismo reconocen una interesante potencialidad de desarrollo en este sector (García Delgado et al., 2009García Delgado, F. J., J. A. Márquez Domínguez. 2009. Industrias cárnicas, territorio y desarrollo en Sierra Morena: la transformación del cerdo ibérico en las comarcas de Jerez de los Caballeros, Llerena y Azuaga (Badajoz), la Sierra, el Andévalo Occidental y el Andévalo Oriental (Huelva), la Sierra Norte (Sevilla) y Los Pedroches (Córdoba). Huelva: Universidad de Huelva.; Valle Carrasco et al. 2009(del) Valle Carrasco, F. y N. Santos Gómez. 2009. Actas XXII Jornadas del Patrimonio de la Comarca de la Sierra: Higuera de la Sierra (Huelva). Huelva: Servicio de Publicaciones de la Diputación de Huelva.; García, 2005García Henche, B. 2005. “Características diferenciales del producto Turismo Rural”. Cuadernos de Turismo 15:113-133.; Valdés Peláez, 2000Valdés Peláez, L. 2000. El turismo rural en Asturias en el 2000. Casas de aldea y apartamentos rurales. Gijón: Sistema de Información Turística de Asturias. Consulta el 18 agosto de 2012 (http://www.sita.org/documentos_pdf/I-PA-008-01.pdf).). Una gestión adecuada de recursos, procesos y riesgos en estos momentos iniciales, podría dar la clave para la promoción de un desarrollo local equilibrado y sostenible (Romero et al., 2011Romero, E., V. Romero y A. Vargas. 2011. “El turismo rural y el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche de la provincia de Huelva (España): una visión de futuro”. PASOS, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural 9:503-517.).

La Sierra de Aracena y Picos de Aroche está situada en la provincia de Huelva, al suroeste de la península ibérica. Está compuesta por 29 municipios y supone aproximadamente un tercio del territorio de la provincia. Limita al norte con la comunidad autónoma de Extremadura, al este con la provincia de Sevilla y al oeste con Portugal. La población total de la comarca es de 39.877 habitantes con una densidad media de 13 habitantes por kilómetro cuadrado (Instituto Andaluz de Estadística 2010). Las actividades económicas se desarrollan principalmente en el sector servicios, que emplea al 62% de la población trabajadora, seguido de la construcción con el 19% y el sector industrial y energético con el 18%. Su tejido empresarial se centra principalmente en la industria de alimentación, con la producción y venta de carne y derivados del cerdo ibérico, así como la distribución de bebidas a la hostelería. Se concentra en este sector el mayor número de empresas y empleo (Observatorio Local de Empleo 2010Observatorio Local de Empleo. 2010. Libro Blanco de la Industria en Huelva. Vol I, Entorno socio-económico de la industria en Huelva. Universidad de Huelva. Huelva: OLE.).

La superficie dedicada a la agricultura en la comarca es de algo más del 7% del total dadas las características geográficas, orográficas y edafológicas del suelo. Las principales explotaciones son de cereal en lo referido a cultivos herbáceos, y olivar como cultivo leñoso. También existen pequeños huertos de frutales, cuya explotación tiene un carácter residual dada su falta de rentabilidad. Del mismo modo el castañar tradicional, con una extensión aproximada 5000 ha. (2,74% total). La importancia del castañar para la comarca se encuentra más en su valor cultural y paisajístico que en su valor comercial (Ortuño 2002Ortuño Pérez, S. F. 2002. “El casta-o de la sierra de Huelva”. Montes: Revista de ámbito forestal 70:40-45.).

El paisaje está dominado por un sistema de dehesas de variada extensión, dedicadas principalmente a la ganadería del cerdo ibérico, elemento que ha condicionado y modificado el territorio en las últimas décadas. Otros sectores ganaderos como el vacuno y ovino completan la oferta, fundamentalmente compuesta de pequeñas explotaciones familiares. La apicultura, también se muestra como un sector interesante en la comarca, completando una oferta de marcado carácter tradicional y vinculada a los recursos locales (Silva 1997Silva Pérez, R. 1997. “Las políticas de apoyo a las explotaciones agrarias. Sus repercusiones en la Sierra de Huelva”. Huelva en su Historia 6:189-208.).

ResultadosTop

Resumiendo la caracterización de los modelos, realizada al detalle en trabajos previos, distinguimos que los municipios MOD están menos poblados y cuentan con menor presencia de población extranjera. Los tres modelos muestran pérdida de población autóctona, aunque es MOD el que lo hace a menor ritmo. La población es ligeramente más madura (edad) que en los otros modelos, de la mano del menor tamaño de los municipios.

En lo socioeconómico, las rentas más altas se encuentran en MIX, pero también los mayores niveles de desempleo (un 16% superior a TRAD y un 42% superior a MOD). No obstante, el análisis longitudinal señala que las diferencias de renta entre los tres modelos se reducían progresivamente en los últimos diez años, y el crecimiento del desempleo (generalizado en la comarca) es menor en los MOD, hasta el punto de que este modelo muestra el desempleo relativo más bajo de los tres modelos.

Los municipios MIX ejercen cierta “capitalidad" en su entorno inmediato. Su mayor volumen de población genera una mayor dinámica empresarial, en términos absolutos. No obstante, anulando el efecto del volumen de población, el emprendimiento se equilibra notablemente. En este caso, MOD muestra mayor actividad que los otros modelos en empresa agrícola y en las manufacturas (con el doble de empresas por habitante en ambas tipologías que MIX y TRAD), comercio, restauración y hospedería (18% más que MIX y 38% más que TRAD) y otros servicios[4] . Pero en la construcción, es el modelo MIX el que muestra el doble de empresas per cápita que los otros dos modelos.

Tabla 1. Indicadores estructurales según modelo turístico. Media.

 

MOD

M IX

TRAD

Población total (2009)

447,2

2596,6

878,3

Edad media (2009)

46,6

42,4

44,2

Crecimiento vegetativo (2009)

-2,4

-,2

-5.2

Tasa de paro (2009)1

6,6

9,4

8,1

Renta neta (2008) 2

270,5

378,3

335,7

Población Extranjera / 1000 hab. (2009)

19,0

76,2

52,8

Media de empresas / 1000 hab. (2008)

10,39

10,56

8,01

Empresas Agricultura / cada 1000 hab. (2008)

2,0 / 5,09

5,6 / 2,61

1,7 / 2,68

Empresas Energía y Agua / cada 1000 hab (2008)

,4 / ,41

1.0 / ,33

,2 / ,09

Empresas Minería / cada 1000 hab. (2008)

,2 / ,61

3,8 / 2,05

,3 / ,96

Empresas Metalurgia y mecánica / cada 1000 hab. (2008)

,0 / ,0

5,4 / 1,24

,7 / 1,07

Empresas industria manufactura / cada 1000 hab. (2008)

3,0 / 9,25

15,4 / 5,47

6,5 / 6,32

Empresas Construcción / cada 1000 hab. (2008)

3,8 / 9,21

48,8 / 20,49

10,0 / 11,01

Empresas Comercio, restauración y Hospedería / cada 1000 hab. (2008)

21,6 / 57,47

139,0 / 48,70

40,3 / 41,7

Empresas Transporte / cada 1000 hab. (2008)

1,6/ 2,9

10,8/ 3,57

2,7/ 2,18

Empresas Financieras / cada 1000 hab. (2008)

3,6/ 10,31

45,0/ 13,79

7,5/ 8,69

Empresas Otros servicios / cada 1000 hab. (2008)

2,4/ 8,66

26,2/ 7.37

6,2/ 5,39

1 Cálculo de la tasa: (Total de desempleados / población total) * 100. La fuente oficial no ofrece el dato de población activa actualizado al año del cálculo.

2 Cálculo de la renta neta: (Renta declarada / Población) / 12)

Fuente: elaboración propia a partir de (IECA, 2012).

En cuanto a la distribución espacial de los modelos turísticos, en el Mapa 1 puede observarse la mayor concentración de los municipios MOD en la zona central de la comarca. Se trata de términos municipales de pequeña extensión, distribuidos en lo que algunos autores han denominado “zona húmeda" de la sierra. Es el área menos adecuada para la explotación agrícola por sus características edafológicas y orográficas, con las mayores diferencias de altitud por unidad de superficie (Observatorio Local de Empleo 2010Observatorio Local de Empleo. 2010. Libro Blanco de la Industria en Huelva. Vol I, Entorno socio-económico de la industria en Huelva. Universidad de Huelva. Huelva: OLE.; Junta de Andalucía 2003Junta de Andalucía. 2003. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Plan de Ordenación de los recursos naturales del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Sevilla: Junta de Andalucía. y 2004Junta de Andalucía. 2004. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Sevilla: Junta de Andalucía.). La zona occidental del mapa se torna más oscura cuando refleja la distribución de las puntuaciones en la escala TRAD, una zona más seca y cuyas características orográficas permiten la agricultura y ganaderías extensivas, así como la explotación forestal. La zona oriental de la sierra tiende a oscurecerse en el mapa cuando refleja las puntuaciones más altas en el modelo MIX. Sus características mixtas, su proximidad a Sevilla y la influencia de Aracena (capital económica de la sierra) podrían condicionar esta distribución.

Mapa 1. Distribución de los municipios según modelo turístico.
Fuente: Elaboración propia, a partir de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (2012IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).).

Imagen

[Descargar tamaño completo] [View full size]

En lo que respecta a los indicadores de riesgo para el turismo rural en la zona de estudio, el número de recibos de IBI urbano en el conjunto de la sierra de Huelva creció un 22,8% durante la década 2000-2009. Se trata de una cifra importante, teniendo en cuenta que el área está compuesta por municipios pequeños (1372 habs. de media en 2009), de bajo atractivo migratorio y de crecimiento demográfico casi nulo, o incluso negativo. La evolución espacial de la expansión urbanística, se observa en el Mapa Animado 1, donde podemos distinguir una mayor afección hacia las zonas central y oriental de la comarca.

Mapa animado 1. Fuente: Elaboración propia, a partir de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (2012IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).).

Imagen

[Descargar tamaño completo] [View full size]

El gráfico 1 muestra la evolución al alza en el número de recibos de IBI urbano de los tres modelos turísticos hallados en la zona de estudio. La línea correspondiente al modelo MIX se mantiene durante toda la década por encima de las demás. En términos porcentuales, los municipios participantes del modelo MOD fueron los que menos incrementaron su parque de viviendas urbanas (19,9%), mientras que los municipios TRAD y MIX lo hicieron en un 21,5 y 26,9 respectivamente.

Gráfico 1. Evolución recibos IBI según modelo turístico 2000-2009. Fuente: Elaboración propia, a partir de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (2012IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).).

Imagen

[Descargar tamaño completo] [View full size]

Aunque MOD es el que menos sufre este riesgo urbanístico, hay que tener en cuenta que este tipo de áreas de interior suelen desarrollar economías de escala intermunicipal. La fuerte actividad del sector de la construcción en los MIX puede suponer un efecto económico local en cadena en el caso, como el que vivimos, de colapso generalizado del sector inmobiliario, y por tanto de las actividades afines (proveedores y afectación de la economía en los términos citados arriba, al tratar los riesgos e impactos del turismo residencial de sol y playa).

Esta expansión urbanística no viene aparejada a una necesidad real de vivienda por parte de la población local pues, como decimos, se trata de una comarca que tiende secularmente a la pérdida de población. Un análisis más detallado de esta tendencia, puede realizarse tomando en consideración el número de viviendas que sobran en cada municipio. Calculando el crecimiento demográfico neto[5] para cada municipio y, en el supuesto de que cada nueva persona en el stock demográfico local necesite una vivienda (el supuesto de máxima demanda posible), los resultados generales para la comarca arrojan un gran sobrante de viviendas, que se agrava especialmente en el caso de los municipios que más participan del modelo MIX[6] (Gráfico 2).

Gráfico 2. Índice de viviendas sobrantes según modelo turístico. Fuente: Elaboración propia, a partir de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (2012IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).).

Imagen

[Descargar tamaño completo] [View full size]

Respecto al segundo indicador de “riesgo urbanístico" considerado en este trabajo, el valor catastral del suelo urbano, también muestra una evolución general al alza en la totalidad de la comarca, alcanzando un incremento de un 45,5% entre 2000 y 2009. El Mapa Animado 2 muestra la evolución de este indicador en la comarca.

Aunque no se observa una pauta espacial a simple vista, el análisis estadístico de los valores catastrales del suelo urbano señala que aumentaron menos en MOD que en el resto de modelos turísticos hallados[7]. Esto significa que, aún tratándose de incrementos muy elevados en tan solo diez años, los municipios que participan de MOD evitarán mejor los impactos sociales derivados del aumento de precios de la vivienda. Sus precios de suelo urbano crecieron un 29,2%, frente al 32,6 de TRAD o el 57% de MIX.

Gráfico 3. Evolución valor catastral urbano, según modelos turísticos (€mill.). Fuente: Elaboración propia, a partir de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (2012IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).).

Imagen

[Descargar tamaño completo] [View full size]

Considerando conjuntamente los dos últimos datos ofrecidos para la zona de estudio, es decir, el valor catastral urbano y el índice de viviendas sobrantes, observamos una relación directa entre ambos (R=.376, p<.045). A pesar de que el mercado no absorbe el exceso de oferta de vivienda, los precios del suelo han continuado una tendencia alcista durante toda la década. Seleccionados los municipios que puntúan más alto en cada uno de los tres modelos (primer cuartil de las tres distribuciones), y situados en un gráfico de dispersión (Gráfico 4), podemos observar la citada tendencia a una mayor agrupación de los que participan del modelo MOD más cerca del origen del gráfico, es decir, con los menores incrementos de precios del suelo y menor cantidad de viviendas sobrantes por año. El modelo TRAD y especialmente el MIX reflejan más claramente la relación directa entre ambas variables.

Gráfico 4. Viviendas sobrantes y valor catastral, según modelo turístico. Fuente: Elaboración propia, a partir de Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (2012IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).).

Imagen

[Descargar tamaño completo] [View full size]

DiscusiónTop

Según los datos analizados, “en términos ambientales" el mayor impacto se dará en localidades que compartan el modelo MIX. El recurso ambiental ha sido especialmente socavado en este modelo, y menos en los municipios MOD. La necesidad de suelo para construir ha significado la ampliación de los cascos urbanos. En áreas con especial interés ambiental, como es el caso de la Sierra de Huelva, dicha ampliación supone el desgaste de los recursos paisajísticos, biológicos y ecológicos en general. Esto significa una eliminación progresiva de valores locales para el turismo rural moderno, que la literatura subraya como recurso fundamental para avanzar hacia modelos de desarrollo más sostenibles (McAreavey & McDonagh 2011McAreavey, R. y J. McDonagh. 2011. “Sustainable rural tourism: Lessons for rural development”. Sociologia Ruralis 51:175-194. http://dx.doi.org/10.1111/j.1467-9523.2010.00529.x).

En los “aspectos socioeconómicos", el efecto “ahuyentador" de la regeneración familiar autóctona, provocado por el incremento de precios del suelo (más fuerte, como vemos, en TRAD y MIX), podría agravarse en las localidades donde el sector de la construcción ha tenido más protagonismo, como las participantes de los modelos MIX y TRAD. El enfriamiento económico de dicho sector tiene como consecuencia directa el incremento del desempleo en el mismo, y la incidencia de este en las dificultades económicas de la población. Las diferencias citadas en las cifras de desempleo por sectores son un ejemplo del mayor riesgo social en los modelos MIX y TRAD. Las localidades MOD, además, muestran un mayor dinamismo relativo en otros sectores, especialmente los tradicionales (agricultura y manufactura) y en la última década la hostelería, diversificación que mejorará su resistencia a la crisis provocada por el enfriamiento inmobiliario.

Esta capacidad local de generar empleo y emprendimiento es un rasgo importante para el desarrollo sostenible (Fleming & Goetz 2011Fleming, D. & S. Goetz. 2011. “Does local firm ownership matter?”. Economic Development Quarterly 25:277-281. http://dx.doi.org/10.1177/0891242411407312), como también lo es la diversificación de actividades económicas. Las posibilidades que tiene el turismo de impulsar el desarrollo local están muy relacionadas con la capacidad local de hacer compatible esta nueva actividad con otros sectores, como la agricultura o ganadería (que por efecto directo o indirecto tiene un peso importante en las áreas rurales), pero también las manufacturas, artesanía y la producción alimentaria (Hjalager 1996b). En la coyuntura actual de fuerte crisis económica, estos elementos diversificadores se vuelven aún más importantes para el futuro desarrollo rural. Aquellos municipios mejor posicionados en estos factores, resistirán mejor las dificultades económicas.

De este modo, el panorama socioeconómico de MIX y TRAD podría definirse como “escasamente sostenible" especialmente en los municipios MIX, donde el mayor crecimiento de renta media por la burbuja inmobiliaria no necesariamente va a contribuir a reducir la desigualdad social y, por tanto, mejorar la sostenibilidad social del modelo. El debate sobre la capacidad del crecimiento económico como reductor de las desigualdades, o como antídoto contra el subdesarrollo o la pobreza, sigue estando de actualidad en las ciencias sociales. Hay estudios que incluso demuestran que el crecimiento económico en zonas especialmente deprimidas no contribuye a erradicar la pobreza (Dixit 2010Dixit, A. 2010. “Market-led growth and well-being”. Journal of Developing Societies 26:387-413. http://dx.doi.org/10.1177/0169796X1002600401).

Los impactos de la crisis inmobiliaria y financiera se prevén más graves en estos dos modelos (especialmente MIX) donde la expansión urbanística ha sido mayor. El recurso “suelo", finito por definición, ha sido intensamente utilizado en los últimos años. Esto ha obligado a la recalificación de terrenos rústicos como urbanos para ampliar la disponibilidad de suelo y continuar la expansión del negocio inmobiliario para empresas y Ayuntamientos. No obstante, la figura de protección del Parque Natural, extremadamente restrictiva con la posibilidad de nueva construcción, ha limitado más las posibilidades del sector. Este freno se ha sumado a la crisis financiera, que ha recortado otro de los recursos fundamentales para el sector: el crédito bancario. La baja disponibilidad de suelo, la escasa disposición de capital financiero y la menor diversificación económica plantean altos riesgos sociales y económicos. En MIX y TRAD se une, además, la mayor fagocitación de paisaje limítrofe con el casco urbano, propia de la construcción, desarrollando sinergias negativas con los riesgos ambientales citados.

A pesar de poder observar en MOD el mejor de los escenarios posibles dentro de la propia comarca desde el punto de vista de la sostenibilidad, hemos de recordar que se trata de una comarca pequeña, con escasas distancias entre los municipios, con una red de comunicaciones (carretera) de una calidad aceptable y, como es propio de los entornos rurales, con unas redes sociales muy estrechas que condicionan estructuralmente las relaciones socioeconómicas. Estas circunstancias implican que los procesos económicos y ambientales que se producen en unas localidades, puedan repetirse en las localidades contiguas. Las localidades que ya ejercen de capitales de comarca pueden reforzar su centralidad. Es decir, si ya una localidad aporta una gama más amplia de servicios (por ejemplo, suministros a la construcción, empresas promotoras, comercialización, redes personales de ventas... cluster inmobiliario), las relaciones de confianza y proximidad entre proveedores y clientes podrían reforzar el auge de este sector. A esto se añade la percepción exterior de la presencia de valores y recursos requeridos por la demanda de segunda residencia del turismo rural, que busca aquí hacerse con un trocito de “paraíso rural", al tiempo que realizar una inversión rentable. El modelo expansivo de la costa hacia la segunda línea de playa siguió, y sigue, estos mismos pasos, con lo que las localidades definidas aquí por un modelo MOD, si bien parten de una mejor situación relativa en cuanto a riesgos e impactos previsibles, no podemos contrastar que estén exentos de ellos. De hecho, los datos que arrojan los indicadores de expansión urbanística y de precios del suelo a nivel comarcal no muestran en absoluto tendencias sostenibles.

ConclusionesTop

Si bien tanto en los modelos turísticos “moderno" y “tradicional" tienen presencia en el área de análisis, es en el modelo que hemos llamado “mixto" donde la expansión urbanística de las últimas décadas ha tenido una presencia aún más clara. Los datos reflejan que los municipios de este modelo muestran cierta centralidad socioeconómica, respecto del resto de municipios de la comarca. Tienen niveles de renta media más altos, pero también mayores niveles de desempleo y desigualdad social (coinciden rentas altas y mayores tasas de desempleo). La mayor expansión urbanística ha implicado cambios de uso del suelo, de rústico a urbano, atentando así contra los recursos patrimoniales y naturales. El incremento del parque de viviendas no se ha reflejado en un descenso de los precios. Por el contrario, los precios han subido más en los municipios MIX que en el resto de municipios, coincidiendo, además, con un mayor stock de viviendas sobrantes (construidas y sin vender).

Ni los saldos migratorios netos ni el crecimiento vegetativo, ambos neutros o negativos, configuran una demanda suficiente para el incremento de la oferta inmobiliaria en ninguno de los tres modelos turísticos detectados. Se distingue, por tanto, una afluencia intensiva de inversión en el sector inmobiliario que habría de ser explicada por una motivación económico-especulativa, basada en valores turísticos de raíz posmoderna y posmaterialista. Desde un enfoque sociológico y espacial, los valores compartidos e idealizados por la sociedad desarrollada contemporánea (autenticidad, tradición, ambientalismo, estabilidad, historicidad, arraigo...) se identificarían en estas áreas rurales de interior. El contexto económico favorable a la especulación inmobiliaria, ha dibujado un escenario amenazante para un desarrollo sostenible en este tipo de comarcas.

Los resultados de nuestro análisis socio-espacial también muestran que los municipios incluidos en el modelo turístico-rural moderno son los que menos han participado del auge de la construcción en la última década. Coinciden en ellos, además, los mejores datos en las diferentes dimensiones de la sostenibilidad. En este punto, hallamos conclusiones similares a las de Yagüe (2002Yagüe, R. 2002. “Rural tourism in Spain”. Annals of Tourism Research 29:1101-1110. http://dx.doi.org/10.1016/S0160-7383(02)00025-7), Canoves y otros (2004Canoves, G., M. Villarino, G. K. Priestley y A. Blanco. 2004. “Rural tourism in Spain: An analysis of recent evolution”. Geoforum 35:755-769. http://dx.doi.org/10.1016/j.geoforum.2004.03.005), Solsona (2001Solsona Monzonís, J. 2001. “El turismo en espacio rural en España”. Estudios y Perspectivas de Turismo 10.) y, más en general con todos aquellos trabajos que señalan el turismo rural moderno como factor dinamizador del desarrollo sostenible para áreas de interior.

No obstante, los riesgos ambientales y sociales propios de la expansión del suelo urbano y el incremento de sus precios están claramente presentes en toda la comarca. En el último tercio del siglo XX el desarrollo turístico-residencial, una vez saturada la primera línea de las playas españolas (especialmente del Mediterráneo), ha avanzado hacia la “segunda línea", tierra adentro, poniendo de manifiesto sus impactos socioambientales. Por tanto, habría que considerar (para prevenir) los riesgos socioambientales expresados en este trabajo en la planificación turística de las áreas de interior que, como la analizada aquí, cuenta con potencialidades para un turismo diferente, más sostenible, que pueda ejercer de revulsivo en el desarrollo sostenible de estas áreas.

Las principales conclusiones para el planificador habrán de situarse en la promoción de medidas que impulsen este modelo de turismo rural moderno, que conserva los diferentes tipos de recursos locales, diversifica la economía y participa de los valores en alza en la cultura occidental contemporánea y, por tanto, de los países emisores de turistas.

José Andrés Domínguez Gómez. Doctor en Sociología (Universidad de Granada), profesor en el Dpto. de Sociología de la Universidad de Huelva desde 1995. En los últimos años, su línea de investigación se centra en la interacción sociedad - medio ambiente, y específicamente en la evaluación de impacto social de intervenciones públicas o privadas en el medio ambiente. En la actualidad dirige dos proyectos de investigación relacionados con este tópico: “Evaluación de impacto social de cultivos insostenibles en Andalucía (EUR072)", con financiación autonómica (Junta de Andalucía) y europea (Comisión Europea) y “Metodología de evaluación de impacto social de campos de golf y sus desarrollos anejos (CSO2012-32493), I+D del Ministerio de Economía (Gobierno de España).

Thomas Lennartz. Geógrafo (Universidad de Bonn, Alemania), investigador del Instituto de Geografía de la Universidad de Heidelberg (Alemania), su principal línea de investigación se centra en la geografía del desarrollo y en la gestión de riesgos socio-ambientales derivados de la interacción sociedad - naturaleza, en especial en el caso de las comunidades de elevada vulnerabilidad. Es experto en Sistemas de Información Geográfica y cartografía aplicada, y ha realizado trabajo de campo en Sudamérica y Sureste asiático. Su tesis doctoral versa sobre la multidimensionalidad en la afectación de comunidades nepalíes por los deslizamientos de laderas en zonas montañosas del Himalaya.

NOTASTop

[1]Este trabajo recibió uno de los cinco galardones a los mejores artículos presentados en el VI Congreso Andaluz de Sociología, que tuvo lugar en la Universidad de Cádiz del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2012.
[2] Se realizó un análisis factorial de componentes principales sobre cinco indicadores turísticos, en el que la solución más discreta mostró tres factores coincidentes con los tres modelos citados. La puntuación de cada municipio en cada uno de los tres factores ha sido utilizada para los análisis subsiguientes. De ahí que en algún punto del texto se hable de “puntuaciones de los municipios" en los diferentes modelos.
[3]Se han utilizado las herramientas informáticas SPSS, para el tratamiento estadístico de los datos, y ArcGIS para su tratamiento espacial.
[4]La clasificación que se realiza se basa en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-09). En el apartado “Otros servicios" se recogen todas aquellas actividades que no pueden encuadrarse dentro de otros epígrafes como son: actividades asociativas, religiosas, de guarnicionería, de mantenimiento informático, de calzado, de estética y funerarias, entre otras.
[5]Crecimiento demográfico neto = crecimiento natural + inmigración (nacional y extranjera) - emigración (nacional y extranjera).
[6]El R de Pearson entre las puntuaciones en el modelo MIX y el índice de viviendas sobrantes es de .57 (p< .001).
[7] Sig. de prueba T <.025.

Referencias BibliográficasTop

1. Aledo, A. y T. Mazón. 2005. Turismo residencial y cambio social: Nuevas perspectivas teóricas y empíricas. Alicante: Universidad de Alicante-CAM.
2. Almenar, R., E. Bono y E. García. 2000. La sostenibilidad del desarrollo. el caso valenciano. Valencia: Bancaixa-Universidad de Valencia.
3. Amador, L. M. G. 1997. “Ethnic, cultural, and eco tourism”. American Behavioral Scientist 40:936-943. http://dx.doi.org/10.1177/0002764297040007008 
4. Aronsson, L. 2004. “Place attachment of vacation residents: Between tourists and permanent residents”. Pp. 75-86 in Tourism, Mobility and Second Homes: Between Elite Landscape and Common Ground, edited by C. M. Hall & D. K. Muller. Clevedon: Channel View.
5. Auken, M. 2009. Informe sobre el impacto de la urbanización extensiva en España. Bruselas: Comisión Europea.
6. Bauman, Z. 2001. La posmodernidad y sus descontentos. Madrid: Akal.
7. Bauman, Z. 2003. Comunidad: en busca de seguridad en un mundo hostil. Madrid: Siglo Veintiuno de España Editores.
8. Bauman, Z. 2004. Postmodern ethics. Oxford: Blackwell.
9. Beck, U., A. Giddens y S. Lash. 1997. Modernización reflexiva: política, tradición y estética en el orden social moderno. Madrid: Alianza Editorial. 
10. Blanco, E. 2004. “O turismo rural em áreas de agricultura familiar: A ‘novas ruralidades’ e a sustentabilidade do desenvolvimento local”. Caderno Virtual De Turismo 3:44-49.
11. Busby, G. y S. Rendle. 2000. “The transition from tourism on farms to farm tourism”. Tourism Management 21:635-642. http://dx.doi.org/10.1016/S0261-5177(00)00011-X
12. Cabrini, L. 2002. “Turismo, desarrollo rural y sostenibilidad”. Presentado en el VII Congreso AECIT, 21-23 de octubre de 2002, Jaén.
13. Camarero Rioja, L. A. 1991. “Tendencias recientes y evolución de la población rural en España”. Política y Sociedad 8:13-24.
14. Canoves, G., M. Villarino y L. Herrera. 2006. “Public policies, rural tourism and sustainability: A difficult balance”. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles 41:199-217. 
15. Canoves, G., M. Villarino, G. K. Priestley y A. Blanco. 2004. “Rural tourism in Spain: An analysis of recent evolution”. Geoforum 35:755-769. http://dx.doi.org/10.1016/j.geoforum.2004.03.005
16. Casado, M. A. 1999. Socio-demographic impacts of residential tourism: a case study of Torrevieja. The International Journal of Tourism Research 4:223-237. http://dx.doi.org/10.1002/(SICI)1522-1970(199907/08)1:4<223::AID-JTR153>3.0.CO;2-A
17. Cawley, M. y D. A. Gillmor. 2008. “Integrated rural tourism: Concepts and practice”. Annals of Tourism Research 35:316-337. http://dx.doi.org/10.1016/j.annals.2007.07.011
18. Cawley, M., J. Marsat y D. Gillmor. 2007. “Promoting integrated rural tourism: Comparative perspectives on institutional networking in France and Ireland”. Tourism Geographies 9:405-420. http://dx.doi.org/10.1080/14616680701647626
19. Cebrián Abellán, F. 2008. “El turismo rural sostenible”. In Universidad de Murcia (Ed.), Turismo rural y desarrollo local. Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha ed., pp. 49.
20. Cesar Manosso, F., M. Vinícius Salomé y A. Tomilheiro de Carvalho. 2010. “Turismo rural na regiao norte do Estado do Paraná: Conceito e práctica”. Cuaderno Vitual del Turismo 10, 24.
21. Cohen, E. 1984. “The sociology of tourism: Approaches, issues and findings”. Annual Review of Sociology 10:373-392. http://dx.doi.org/10.1146/annurev.so.10.080184.002105
22. Corrales Bermejo, L. 1993. Apuntes para la definición y concepto de turismo rural. Ávila: Fundación Cultural Santa Teresa. 
23. Crosby, A. 1993. Desarrollo sostenible en el medio rural. Madrid: Centro Europeo de Formación y Turismo (CEFAT).
24. Dixit, A. 2010. “Market-led growth and well-being”. Journal of Developing Societies 26:387-413. http://dx.doi.org/10.1177/0169796X1002600401
25. Dogan, H. 1989. “Forms of adjustment. Sociocultural impacts of tourism”. Annals of Tourism Research 16:216-236. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(89)90069-8
26. Domínguez, J. A. y E. J. Burgos. 2012. “Exploring rural tourism in southern Europe: threats and possibilities for sustainable development”. Presentado en London Planet Under Pressure, 26-29 marzo, London.
27. Domínguez, J. A., E. J. Burgos, E. Vaz e I. Rodríguez. 2012. “Análisis sociológico de riesgos e impactos de la burbuja inmobiliaria en el turismo rural”. Presentado en el VII Congresso Português de Sociologia: Sociedade, Crise e Reconfigurações, 19-22 junio, Oporto.
28. Egarty, C. & L. Przezborska. 2005. “Rural and agri-tourism as a tool for reorganising rural areas. A comparison study of Ireland and Poland”. International Journal of Tourism Research 7:63-77. http://dx.doi.org/10.1002/jtr.513
29. Exceltur. 2009. “Impactos sobre el entorno, la economía y el empleo de los distintos modelos de desarrollo turístico del litoral mediterráneo español, Baleares y Canarias”. Consulta 16 diciembre 2005 (http://exceltur.org/excel01/contenido/portal/files/auxfolder3/Sumario_residencial_completo.pdf).
30. Etzioni, A. 2009. “Spent. America after consumerism”. The New Republic 19 junio. Consulta (http://www.newrepublic.com/article/spent?id=80661c9c-9c63-4c9e-a293-6888fc845351).
31. Farstad, M. 2011. “Rural resident’s opinions about second home owners’ pursuit of interests in the host community”. Norsk Geografisk Tidsskrift 65:165-174. http://dx.doi.org/10.1080/00291951.2011.598551 
32. Fleming, D. & S. Goetz. 2011. “Does local firm ownership matter?”. Economic Development Quarterly 25:277-281. http://dx.doi.org/10.1177/0891242411407312
33. Fuentes García, R. 1995. El turismo en el medio rural en España. Especial referencia al análisis de la demanda. Madrid: Secretaría General de Turismo.
34. García Delgado, F. J., J. A. Márquez Domínguez. 2009. Industrias cárnicas, territorio y desarrollo en Sierra Morena: la transformación del cerdo ibérico en las comarcas de Jerez de los Caballeros, Llerena y Azuaga (Badajoz), la Sierra, el Andévalo Occidental y el Andévalo Oriental (Huelva), la Sierra Norte (Sevilla) y Los Pedroches (Córdoba). Huelva: Universidad de Huelva.
35. García Henche, B. 2005. “Características diferenciales del producto Turismo Rural”. Cuadernos de Turismo 15:113-133.
36. Gartner, W. 2004. “Rural tourism development in the USA”. International Journal of Tourism Research 6:151-164. http://dx.doi.org/10.1002/jtr.481
37. George, E. & D. Reid. 2008. “The power of tourism: A metamorphosis of community culture”. Journal of Tourism and Cultural Change 3:88-107. http://dx.doi.org/10.1080/09669580508668489
38. Giddens, A. y J. L. Gil Aristu. 1998. Modernidad e identidad del yo: el yo y la sociedad en la época contemporánea. Barcelona: Península.
39. Giddens, A. y R. Lizón. 2002. Consecuencias de la modernidad. Madrid: Alianza Editorial.
40. Girard, T. C. y W. C. Gartner. 1993. “Second home second view: Host community perceptions”. Annals of Tourism Research 20:685-700. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(93)90091-G
41. Greenwood, D. 1976. “Tourism as an agent of change. A Spanish Basque case”. Annals of Tourism Research 3:128-142. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(76)90005-0
42. Hall, D., M. Smith y B. Marciszweska. 2006. Tourism in the new Europe. The challenges and opportunities of EU enlargement. Oxford: CABI. http://dx.doi.org/10.1079/9781845931179.0000
43. Hall, M. y A. Lew. 2009. Understanding and managing tourism impacts: An integrated approach. New York: Routledge.
44. Haralambopoulos, N. y A. Pizam. 1996. “Perceived impacts of tourism. The case of Samos”. Annals of Tourism Research 23:503-526. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(95)00075-5
45. Hjalager, A. 1996a. “Agricultural diversification into tourism: Evidence of a European community development programme”. Tourism Management 17:103-111. http://dx.doi.org/10.1016/0261-5177(95)00113-1
46. IECA. 2012. SIMA y datos espaciales. Sevilla: Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadisticaycartografia (último acceso 18/08/2012).
47. Jafari, J., A. Pizam y K. Przeclawski. 1990. “A sociocultural study of tourism as a factor of change”. Annals of Tourism Research 17:469-472. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(90)90011-F
48. Junta de Andalucía. 2003. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Plan de Ordenación de los recursos naturales del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Sevilla: Junta de Andalucía.
49. Junta de Andalucía. 2004. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Plan de Desarrollo Sostenible del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Sevilla: Junta de Andalucía.
50. Kaltenborn, B. P., O. Andersen, C. Nellemann, T. Bjerke & C. Thrane. 2008. “Resident attitudes towards mountain second-home tourism development in Norway: The effects of environmental attitudes”. Journal of Sustainable Tourism 16:664-680. http://dx.doi.org/10.1080/09669580802159685
51. Kerstetter, D. y K. Bricker. 2009. “Exploring fijian’s sense of place after exposure to tourism development”. Journal of Sustainable Tourism 17:691-708. http://dx.doi.org/10.1080/09669580902999196
52. Kousis, M. 2000. “Tourism and the environment: A social movements perspective”. Annals of Tourism Research 27:468-489. http://dx.doi.org/10.1016/S0160-7383(99)00083-3
53. Lafferty, W. y M. Narodowslasky. 2004. Regional sustainable development in Europe. The challenge of multi-level, cros-sectoral, co-operative governance. Oslo: Prosus.
54. Liddle, M. 1997. Recreation ecology: The ecological impact of outdoor recreation and ecotourism. London: Chapman & Hall.
55. Liu, G., Z. Liu, H. Hu, G. Wu y L. Dai. 2008. “The impact of tourism on agriculture in llugu lake region”. International Journal of Sustainable Development & World Ecology 15:3-9. http://dx.doi.org/10.1080/13504500809469762 
56. Matsuoka, J.K. y W.J. Shera. 1991. “The impact of resort development on an Hawaiian island: Implications for community preservation”. Human Services in the Rural Environment 15:5-9.
57. McAreavey, R. y J. McDonagh. 2011. “Sustainable rural tourism: Lessons for rural development”. Sociologia Ruralis 51:175-194. http://dx.doi.org/10.1111/j.1467-9523.2010.00529.x
58. Miguel, J., R. Arias, E. Chamorro, R. Nájera & H. Rodas. 1996. La integración como instrumento de desarrollo: sus perspectivas y desafíos para Centroamérica. Guatemala: Incep.
59. Müller, D. K. 2011. “Second homes in rural areas: Reflections on a troubled history”. Norsk Geografisk Tidsskrift 65:137-143. http://dx.doi.org/10.1080/00291951.2011.597872 
60. Observatorio Local de Empleo. 2010. Libro Blanco de la Industria en Huelva. Vol I, Entorno socio-económico de la industria en Huelva. Universidad de Huelva. Huelva: OLE.
61. Ortuño Pérez, S. F. 2002. “El castaño de la sierra de Huelva”. Montes: Revista de ámbito forestal 70:40-45.
62. Paniagua, A. 2002. “Urban-rural migration, tourism entrepreneurs and rural restructuring in Spain”. Tourism Geographies 4:249. http://dx.doi.org/10.1080/14616680210158128
63. Panyik, E., C. Costa y T. Rátz. 2011. “Implementing integrated rural tourism: An event-based approach”. Tourism Management 32:1352-1363. http://dx.doi.org/10.1016/j.tourman.2011.01.009
64. Park, D. y Y. Yoon. 2011. “Developing sustainable rural tourism evaluation indicators”. International Journal of Tourism Research 13:401-415. http://dx.doi.org/10.1002/jtr.804
65. Parreño-Castellano, J. 2011. “Tourism and human mobility in Spanish archipielagos”. Annals of Tourism Research 38:586-606. http://dx.doi.org/10.1016/j.annals.2010.11.016
66. Pereiro, X. 2007. “Antropoloxía e modelos de relación entre o rural e urbano”. Revista Galega de Educación 38:112-119.
67. Romero, E., V. Romero y A. Vargas. 2011. “El turismo rural y el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche de la provincia de Huelva (España): una visión de futuro”. PASOS, Revista de Turismo y Patrimonio Cultural 9:503-517.
68. Saxena, G., G. Clark, T. Oliver y B. Ilbery. 2007. “Conceptualizing integrated rural tourism”. Tourism Geographies 9:347-370. http://dx.doi.org/10.1080/14616680701647527
69. Saxena, G. y B. Ilbery. 2008. “Integrated rural tourism - A border case study”. Annals of Tourism Research 35:233-254. http://dx.doi.org/10.1016/j.annals.2007.07.010
70. Saxena, G. y B. Ilbery. 2010. “Developing integrated rural tourism: Actor practices in the English/Welsh border”. Journal of Rural Studies 26:260-271. http://dx.doi.org/10.1016/j.jrurstud.2009.12.001
71. Silva Pérez, R. 1997. “Las políticas de apoyo a las explotaciones agrarias. Sus repercusiones en la Sierra de Huelva”. Huelva en su Historia 6:189-208.
72. Solsona Monzonís, J. 2001. “El turismo en espacio rural en España”. Estudios y Perspectivas de Turismo 10.
73. Solsona Monzonís, J. 2006. “El turismo rural en Europa”. Aportes y Transferencias 10:26-35.
74. Thogersen, J. 2011. “Green shopping: for selfish reasons or the common good?”. American Behavioral Scientist 55:1052-1076. http://dx.doi.org/10.1177/0002764211407903
75. Torres, E. 2003. “El turismo residenciado y sus efectos en los destinos turísticos”. Estudios Turísticos 155-156:45-70.
76. Urry, J. 1995. Consuming places. London: Routledge.
77. Urry, J. and J. Larsen. 2011. The tourist gaze 3.0. London: Sage. http://dx.doi.org/10.4135/9781446251904
78. Valdés Peláez, L. 2000. El turismo rural en Asturias en el 2000. Casas de aldea y apartamentos rurales. Gijón: Sistema de Información Turística de Asturias. Consulta el 18 agosto de 2012 (http://www.sita.org/documentos_pdf/I-PA-008-01.pdf).
79. (del) Valle Carrasco, F. y N. Santos Gómez. 2009. Actas XXII Jornadas del Patrimonio de la Comarca de la Sierra: Higuera de la Sierra (Huelva). Huelva: Servicio de Publicaciones de la Diputación de Huelva.
80. Vehbı, B. O. y N. Doratli. 2010. “Assessing the impact of tourism on the physical environment of a small coastal town: Girne, northern cyprus”. European Planning Studies 18:1485-1505. http://dx.doi.org/10.1080/09654313.2010.492587
81. Vepsalainen, M. & K. Pitkanen. 2010. “Second home countryside. Representations of the rural in finish popular discourses”. Journal of Rural Studies 26:194-204. http://dx.doi.org/10.1016/j.jrurstud.2009.07.002
82. Vera, J. 1987. Turismo y urbanización en el litoral alicantino. Alicante: Instituto Juan Gil Albert.
83. William C. G. 1987. “Environmental impacts of recreational home developments”. Annals of Tourism Research 14:38-57. http://dx.doi.org/10.1016/0160-7383(87)90046-6
84. Willits, F. K. 1993. “The rural mystique and tourism development: Data from Pennsylvania”. Journal of the Community Development Society 24:159-74. http://dx.doi.org/10.1080/15575339309489906
85. Yagüe, R. 2002. “Rural tourism in Spain”. Annals of Tourism Research 29:1101-1110. http://dx.doi.org/10.1016/S0160-7383(02)00025-7