Revista Internacional de Sociología 81 (3)
julio-septiembre, e236
ISSN: 0034-9712, eISSN: 1988-429X
https://doi.org/10.2989/ris.2023.81.3.20.185

DESINFORMACIÓN E ISLAMOFOBIA EN TIEMPOS DE INFODEMIA. UN ANÁLISIS SOCIOLÓGICO DESDE ESPAÑA* Todos los autores han contribuido de igual manera.

DISINFORMATION AND ISLAMOPHOBIA IN TIMES OF INFODEMICS. A SOCIOLOGICAL ANALYSIS FROM SPAIN

Rafael Ruiz Andrés

Universidad Complutense de Madrid

https://orcid.org/0000-0002-9667-3052

Zakaria Sajir

Instituto de Economía, Geografía y Demografía (IEGD-CSIC)

https://orcid.org/0000-0003-4980-7131

Resumen

El presente artículo realiza una exploración sociológica de la desinformación a partir del análisis de bulos de carácter islamófobo en España durante los primeros meses de la irrupción de la COVID-19. Nuestra hipótesis sitúa el foco de la investigación en las dinámicas sociológicas surgidas a partir de la interacción entre las networked connections, el entorno informativo asimétrico y la irrupción de la derecha radical. Tras la explicación de la metodología escogida -de carácter cualitativo- y a la luz de la hipótesis planteada, el artículo identifica y expone tres narrativas principales extraídas del análisis de 17 noticias falsas de carácter islamófobo, que corroboran los resultados de estudios previos y posibilitan el análisis tanto del contenido islamófobo de la muestra escogida de bulos como de las dinámicas sociológicas que explican la génesis y expansión del fenómeno desinformativo a partir del estudio de caso seleccionado.

Palabras clave: 
Derecha radical; Fake news; Islam; Migración; Pandemia; Redes sociales
Abstract

This article carries out a sociological exploration of disinformation based on the analysis of Islamophobic hoaxes in Spain during the first months of the COVID-19 outbreak. Our hypothesis places the focus of the research on understanding the sociological dynamics that have emerged from the interaction between networked connections, the asymmetrical information environment and the irruption of the radical right.. After explaining the chosen methodology - qualitative in nature - and in the light of the hypothesis put forward, the article identifies and presents three main narratives extracted from the analysis of 17 Islamophobic fake news stories, which corroborate the results of previous studies and enable us to analyse the Islamophobic content of the sample of hoaxes selected as well as the sociological dynamics that explain the genesis and expansion of the disinformation phenomenon based on the selected case study.

Keywords: 
Fake news; Islam; Migration; Pandemic; Radical right; Social media

Recibido: 29.12.2020. Aceptado: 14.10.2021. Publicado: 15.09.2023

RAFAEL RUIZ ANDRÉS es profesor ayudante doctor de Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. A lo largo de su trayectoria académica, ha formado parte del Europaeum Scholarship Programme, coordinado por la Universidad de Oxford, y ha investigado en la École Pratique des Hautes Études de París. Sus intereses de investigación giran en torno a la sociología histórica de la secularización, la irreligión, las metamorfosis religiosas en la contemporaneidad y el pluralismo religioso, temas sobre los que efectuado diferentes comunicaciones en congresos y publicaciones. Es autor del libro La secularización en España (Cátedra, 2022).

ZAKARIA SAJIR es Investigador Postdoctoral Juan de la Cierva en el Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC y Profesor Honorífico en el Instituto de Ciencias de las Religiones de la Universidad Complutense de Madrid. Doctor en Sociología por la Universidad de Leicester, se especializa en migración, gestión de la diversidad, discriminación, radicalización y diseño de encuestas. Ha adquirido formación avanzada en Relaciones Internacionales y métodos de investigación en Italia, Francia y Reino Unido, y ha desempeñado roles clave como responsable de equipo en COST Action ETHMIGSURVEYDATA y evaluador para la Agencia Estatal de Investigación.

Cómo citar este artículo/Citation: Ruiz Andrés, R. y Z. Sajir. 2023. Desinformación e islamofobia en tiempos de infodemia. Un análisis sociológico desde España. Revista Internacional de Sociología 81(3):e236. https://doi.org/10.2989/ris.2023.81.3.20.185

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN. ¿POR QUÉ ANALIZAR LA INFODEMIA A PARTIR DE LA ISLAMOFOBIA?

 

Frente a aquellos que auguraban un mundo nuevo post-Coronavirus Disease 2019 (COVID-19), la situación provocada por la irrupción de la pandemia está, más bien, añadiendo nuevos retos a distintas cuestiones que ya caracterizaban el mundo pre-COVID-19 (Sajir y Ruiz Andrés 2020Sajir, Z. y R. Ruiz Andrés. 2020. “A Socio-historical Analysis of the 2020 Corona Pandemic: Between Old and New Virtues and Vices”. Dialoghi Mediterranei, n. 43. Consulta 13 de diciembre de 2020 (http://www.istitutoeuroarabo.it/DM/a-socio-historical-analysis-of-the-2020-corona-pandemic-between-old-and-new-virtues-and-vices/).). Este es el caso de la desinformación, cuya propagación ha aprovechado las debilidades estructurales de nuestros sistemas en general, y de los medios de comunicación en particular, durante los últimos años. Como señala Montesi (2021)Montesi, M. 2021. “Understanding fake news during the Covid-19 health crisis from the perspective of information behaviour: The case of Spain”. Journal of Librarianship and Information Science: 454-465 https://doi.org/10.1177/0961000620949653., la realidad generada por la desinformación estaba ya provocando, antes de la pandemia, un ecosistema de medios de comunicación altamente polarizado, asimétrico y perjudicial para el orden democrático por el daño “intangible y de carácter moral” que inflige al mismo.

En este sentido, más que la apertura de procesos ex novo, la pandemia de la COVID-19 -contexto de gran incertidumbre y carga emocional que ha potenciado la necesidad de información como mecanismo para entender y adaptarse a un evento sin precedentes y amenazador (Montesi 2021Montesi, M. 2021. “Understanding fake news during the Covid-19 health crisis from the perspective of information behaviour: The case of Spain”. Journal of Librarianship and Information Science: 454-465 https://doi.org/10.1177/0961000620949653.)- ha configurado un marco en el que estas dinámicas de desinformación han encontrado una expansión particularmente evidente. La Comisión Europea ha hecho suyo el concepto de ‘infodemia’, acuñado en febrero de 2020 por la Organización Mundial de la Salud, para hacer referencia al fenómeno que abarca la información relativa al propio virus y se expande por otra serie de cuestiones sociales y políticas (High Representative 2020: 1High Representative of the Union for Foreign Affairs and Security Policy and European Commision. 2020. Tackling COVID-19 Disinformation. Getting the Facts Right. Joint Communication to the European Parliament, the European Council, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions. Brussels. Consultado 15 de octubre de 2020 (https://ec.europa.eu/info/sites/info/files/communication-tackling-covid-19-disinformation-getting-facts-right_en.pdf).).

En este contexto de infodemia, el objetivo fundamental del presente artículo se estructura en torno al análisis de la desinformación propagada en España contra la comunidad islámica entre los meses de marzo y agosto de 2020. El motivo de nuestra elección de la islamofobia como categoría a partir de la cual explorar el más amplio contexto desinformativo descansa en el hecho de que las minorías étnicas, culturales, raciales y religiosas constituyen un blanco fácil para la proliferación de las fake news, ya que son colectivos fácilmente “identificables”. Además, el coste del ataque a las mismas, debido al menor empoderamiento que estas colectividades poseen, tiende a ser prácticamente nulo (Grambo 2019Grambo, K. 2019. “Fake News and Racial, Ethnic, and Religious Minorities: a Precarious Quest for Truth”. Journal of Constitutional Law 21/5: 1299-1345.), lo que las convierte en sectores sociales particularmente vulnerables respecto a la información contenida en los bulos. Así se expone en el estudio sobre racismo, discurso de odio y redes sociales elaborado por Matamoros y Farkas (2021)Matamoros-Fernández, A. y J. Farkas. 2021. “Racism, Hate Speech, and Social Media: A Systematic Review and Critique”. Television & New Media 22(2): 205-224. DOI: 10.1177/1527476420982230. , el estudio de Evolvi (2018)Evolvi, G. 2018. “Hate in a Tweet: Exploring Internet-Based Islamophobic Discourses”. Religions 9/10, 307: 1-14. https://doi.org/10.3390/rel9100307. sobre las narrativas islamófobas en Twitter en relación con el Brexit (véase también Awan 2014Awan, I. 2014. “Islamophobia and Twitter: A Typology of Online Hate Against Muslims on Social Media”. Policy & Internet 6: 133-150. https://doi.org/10.1002/1944-2866.POI364.) o los análisis que revelan la intensificación de la interacción entre ambos fenómenos -desinformación e islamofobia- en tiempos de pandemia (Benson y Shreya 2021Benson, R. y V. Shreya. 2021. “Insta-hate: An exploration of Islamophobia and right-wing nationalism on Instagram amidst the COVID-19 pandemic in India”. Journal of Arab & Muslim Media Research 14/1: 71-91. https://doi.org/10.1386/jammr_00025_1.). Para este último caso, cabe destacar el informe del Anti-Muslim Hatred Working Group -coordinado por profesor Imran Awan, de la Universidad de la Birmingham City University, y Roxana Khan-Williams-, así como el artículo publicado en la revista Time acerca del aumento de los mensajes islamófobos en India después de la irrupción de la pandemia de la COVID-19 (Perrigo 2021Perrigo, B. 2021. “It Was Already Dangerous to Be Muslim in India. Then Came the Coronavirus”. Time, 3 de marzo. Consulta 5 de julio de 2021. (https://time.com/5815264/coronavirus-india-islamophobia-coronajihad/).).

El contenido del artículo se estructura en tres puntos. En primer lugar, abordaremos el marco teórico y la fundamentación de nuestra investigación sobre las dinámicas de la desinformación y la conexión entre estas y la islamofobia. A partir de las primeras indagaciones de carácter bibliográfico, hemos configurado la fundamentación teórica del trabajo, así como la hipótesis sobre el fenómeno de la desinformación que ha estructurado nuestra investigación, centrada en las networked connections, el contexto asimétrico de información y en la interacción entre la irrupción de la derecha radical y el discurso islamofobo.

En segundo lugar, expondremos el método, las fuentes, la exposición y la discusión del análisis sobre la muestra de bulos filtrada y escogida, cuya primera clasificación se ha efectuado en torno a los 17 eventos relatados por la selección de noticias e identificados por los investigadores. A su vez, estas 17 historias han sido agrupadas en tres narrativas, categorías analíticas conformadas a partir de los temas y argumentos (topoi) más recurrentes en las noticias falsas seleccionadas. Esta exploración nos ha permitido adentrarnos tanto en el contenido de los bulos de carácter islamófobo como en las dinámicas que explican su génesis y expansión.

Como cierre del presente artículo, presentamos las conclusiones de nuestra investigación. En este último apartado, y tras haber realizado la exploración de la muestra seleccionada, expondremos en qué medida nuestro análisis de las 17 historias de bulos islamófobos confirman la doble hipótesis de la importancia de las networked connections y de las dinámicas generadas en el seno de un entorno informativo asimétrico.

DE LA SOCIOLOGÍA DE LA DESINFORMACIÓN A LA HIPÓTESIS DE INVESTIGACIÓN

 

El concepto ‘infodemia’ constituye un vocablo más del listado que se ha ido generando a partir de la explosión de la era de la información durante las primeras décadas del siglo XXI (Castells 2001Castells, M. 2001. La era de la información. Volumen II: El poder de la identidad. México: Siglo Veintiuno Editores.): posverdad, verdad alternativa, shitstorms, fake news -que encontraría su equivalente en castellano en el término ‘bulo’-, etc. En esta miríada de nuevos términos para hacer referencia a la realidad informativa de la red, emerge una primera diferenciación conceptual. De un lado, nos encontraríamos ante lo que ha sido calificado como misinformation, aquella información falsa que no tiene una intencionalidad evidente. A pesar de la común sospecha de que todo contenido falso en la red responde a una clara intencionalidad, la desatención es la principal razón que conduce a compartir noticias falsas, tal y como revela el estudio realizado recientemente por Pennycook et al. (2020)Pennycook, G., J. McPhetres, Y. Zhang, J. G. Lu y D. G. Rand. 2020. “Fighting COVID-19 misinformation on social media: Experimental evidence for a scalable accuracy nudge intervention”. Psychological Science 31/7: 770-780. https://doi.org/10.1177/0956797620939054..

De otro lado, tenemos la desinformación, en la que la falsedad de la información converge con una intencionalidad (Tandoc, Wei Lim y Ling 2018Tandoc Jr., E. C., Z. Wei Lim y R. Ling. 2018. “Defining ‘Fake News’. A typology of scholarly definitions”. Digital Journalism 6/2: 137-153. https://doi.org/10.1080/21670811.2017.1360143.). Probablemente, el ejemplo más evidente de la desinformación sean las fake news, descritas por Salaverría et. al. (2020: 4)Salaverría, R., N. Buslón, F. López-Pan, B. León, I. López-Goñi y M. C. Erviti. 2020. “Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19”. El profesional de la información 29/3: 1-15. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.15. como “todo contenido intencionadamente falso y de apariencia verdadera, concebido con el fin de engañar a la ciudadanía, y difundido públicamente por cualquier plataforma o medio de comunicación social”. Nuestro análisis se centra en esta segunda realidad. En este sentido, el concepto ‘intencionalidad’ se nos revela particularmente importante, dado que conecta -de uno u otro modo- con las dinámicas sociológicas que subyacen a la propagación de noticias falsas. Frente a la creencia extendida de que estas corrientes de desinformación son esencialmente efectuadas por bots, la investigación realizada por Vosoughi, Roy y Aral (2018: 5)Vosoughi, S., D. Roy y S. Aral. 2018. “The spread of true and false news online”. Science 359: 1146-1151. https://doi.org/10.1126/science.aap9559. ha mostrado que la viralidad de los bulos descansa básicamente en factores humanos, que se encuentran detrás tanto de la creación y la irrupción de noticias falsas como de las dinámicas relacionadas y de su expansión. En esta sección nos centraremos en tres concretamente: las networked connections, el contexto asimétrico de información y la interacción entre la irrupción de la derecha radical y el discurso islamofobo.

En primer lugar, cabe destacar la dinámica que analizamos con la categoría networked connections, la convergencia que se efectúa entre la voluntad de confusión de ciertos actores sociales y mediáticos y las posibilidades que proporcionan las redes sociales. Grinberg et al. (2019)Grinberg, N., J. Kenneth, L. Friedland, B. Swire-Thompson y D. Lazer. 2019. “Fake news on Twitter during the 2016 U.S. presidential election”. Science 363/6425: 374-378. https://doi.org/10.1126/science.aau2706. muestran que, en las redes -particularmente en Twitter y en Facebook-, la emisión de noticias falsas se encuentra concentrada en un reducido número de usuarios. De tal modo, la generación de la desinformación no es inherente al funcionamiento de la propia red, sino que responde al uso que hacen un pequeño porcentaje de actores de la misma, tal y como se observa en la actividad de Twitter en el contexto de las elecciones de 2016 en los Estados Unidos: solo el 0,1 % de los usuarios de Twitter fueron responsables del 80 % del flujo de información basado en fuentes falsas (Grinberg et al. 2019: 201Grinberg, N., J. Kenneth, L. Friedland, B. Swire-Thompson y D. Lazer. 2019. “Fake news on Twitter during the 2016 U.S. presidential election”. Science 363/6425: 374-378. https://doi.org/10.1126/science.aau2706. ).

Este reducido porcentaje se encuentra conformado por toda una miríada de plataformas e individuos que explícitamente generan ecosistemas informativos propios y que, en ocasiones, acusan a los medios convencionales de ser difusores de noticias falsas (Grambo 2019Grambo, K. 2019. “Fake News and Racial, Ethnic, and Religious Minorities: a Precarious Quest for Truth”. Journal of Constitutional Law 21/5: 1299-1345.), argumento que potencia su imagen como outsiders del sistema (Hernández y Fernández 2019Hernández Conde, M. y M. Fernández García. 2019. “Partidos emergentes de la ultraderecha: ¿fake news, fake outsiders? Vox y la web Caso Aislado en las elecciones andaluzas de 2018”. Teknokultura 16/1: 33-53. https://doi.org/10.5209/TEKN.63113.) y, por tanto, poseedores de una información novedosa, que también genera la atracción de los clickbaits.

En segundo lugar, no debemos obviar que las dinámicas de los medios de comunicación de masas también desempeñan un importante papel en la proliferación de la desinformación, a tenor de lo revelado por distintos estudios. La réplica de la información apoyada en fuentes falsas paradójicamente puede potenciar el propio alcance de la misma hasta sectores a los que no había alcanzado por sus propios medios (Tsfati et al. 2020Tsfati, Y., H. G. Boomgaarden, J. Strömbäck, R. Vliegenthart, A. Damstra y E. Lindgren. 2020. “Causes and consequences of mainstream media dissemination of fake news: literature review and synthesis”. Annals of the International Communication Association 44/2: 157-173. https://doi.org/10.1080/23808985.2020.1759443.). Además, el contexto asimétrico de información, cuya intensificación a finales del siglo XX era ya analizada por Chomsky (1989)Chomsky, N. 1989. Necessary illusions: thought control in democratic societies. Londres: Pluto Press., se ha visto potenciado por la interacción entre el impacto del medio digital y los medios “tradicionales” de comunicación, lo que consolida la segunda dinámica analizada en nuestro estudio sobre la desinformación.

Ante el creciente diferencial en los costes de producción, los creadores de información de alta calidad se han visto progresivamente empujados a los márgenes, volviéndose cada vez más inaccesibles para la mayoría de la población y dejando, así, el mercado de la información progresivamente dominado por los productores de información de baja calidad. En el entorno de los medios de comunicación social, se diluye la diferencia cualitativa existente en el mercado de la información, dado que cualquier persona no experta en la materia puede difundir sus opiniones e informaciones -de baja calidad o sencillamente falsas y sin ningún escrutinio editorial- con un coste de creación y difusión relativamente bajo o nulo, debilitando lo que Graves y Wells (2019)Graves, L. y C. Wells. 2019. “From information availability to factual accountability”. Pp. 39-57 en Journalism and truth in an age of social media, editado por J. Katz y K. K. Mays. Oxford: Oxford University Press. denominan “responsabilidad factual”.

Este contexto de asimetría informativa favorece, a su vez, que las personas confíen más en las heurísticas sociales, como las descritas detalladamente por Tversky y Kahneman (1974)Tversky, A. y D. Kahneman. 1974. “Judgment under uncertainty: Heuristics and biases. Science” 185/4157: 1124-1131. -es decir, la heurística de disponibilidad, la heurística de representatividad, la heurística de ajuste y la heurística de anclaje-.

Como explica Juha-Pekka Nurvala (2016)Nurvala, J-P. 2016. “Do Not Trust People: Lessons from Political Economy on How to Counter Misinformation and Lies”. European View 15(2), 253-263. https://doi.org/10.1007/s12290-016-0420-8., lo más peligroso de la información falsa es que, mediante el uso de la heurística social en la toma de decisiones y la conformación de opiniones, interiorizamos la información falsa, aunque no estemos de acuerdo con ella o reconozcamos que es inexacta. Durante este proceso, la información inexacta o directamente falsa es “blanqueada” y “legitimada” a través de la convergencia entre dinámicas sociológicas, la asimetría informativa y su reproducción en las lógicas de las redes sociales (networked connections), produciendo el efecto que hemos calificado como ‘fact-laundering’.

La excesiva dependencia de las heurísticas sociales para guiarnos en este mercado asimétrico de la información nos deja expuestos ante las noticias falsas o inexactas y, además, interactúa con otra importante tendencia en la gestación de la desinformación: el sesgo de confirmación (confirmation bias) (Salaverría et al. 2020Salaverría, R., N. Buslón, F. López-Pan, B. León, I. López-Goñi y M. C. Erviti. 2020. “Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19”. El profesional de la información 29/3: 1-15. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.15.). Distintos análisis subrayan la importancia de la aproximación “partisana” a la información mediática, es decir, el apoyo de una u otra información según alimente las propias percepciones y posicionamientos, independientemente de su veracidad (Thompson 2017Thompson, Mark. 2017. Sin palabras. ¿Qué ha pasado con el lenguaje de la política? Barcelona: Debate.). Esta tendencia potencia que, a la hora de consumir y compartir información, nos interese más aquello que confirma nuestros planteamientos que lo que se ajusta a la verdad (Douglas 2018: 9Douglas, C. 2018. “Religion and Fake News: Faith-based Alternative Information Ecosystems in the U.S. and Europe”. Cambridge Institute on Religion & International Studies 16: 61-73. ). El sesgo de confirmación se ve favorecido por la propia dinámica de la red, tal y como atestiguan estudios previos sobre la interacción entre el discurso racista, las redes sociales y el sesgo de confirmación (Alsaad, Taamneh y Al-Jedahia 2018Alsaad, A., A. Taamneh y M. N. Al-Jedaiah. 2018. “Does social media increase racist behavior? An examination of confirmation bias theory”. Technology in Society, Volume 55: 41-46. https://doi.org/10.1016/j.techsoc.2018.06.002.). “Nuestros vínculos sociales pueden ayudar a anclarnos (o encadenarnos) en cierta visión del mundo”, según señala Ling (2020)Ling, R. 2020. “Confirmation Bias in the Era of Mobile News Consumption: The Social and Psychological Dimensions”. Digital Journalism 8/5: 596-604. https://doi.org/10.1080/21670811.2020.1766987. en un estudio sobre el tema.

Por último, también aparecen las propias dinámicas sociopolíticas del mundo offline en las realidades sociológicas de las que emerge la desinformación. La crisis informativa revelada en las redes es consecuencia y síntoma de la crisis democrática desarrollada en paralelo a “la era de la desinformación” (ver también Al-Rawi 2019Al-Rawi, A. 2019. “Gatekeeping Fake News Discourses on Mainstream Media Versus Social Media”. Social Science Computer Review 37(6): 687-704. http://dx.doi.org/10.1177/0894439318795849.; Tedeneke 2018Tedeneke, A. 2018. “Fake news poses a threat to democracies across Latin America and worldwide”. World Economic Forum, 14 de marzo. Consulta 10 de diciembre de 2020 (www.weforum.org/press/2018/03/fake-news-poses-a-threat-to-democracies-across-latin-america-and-worldwide/).), y que ha tenido en la irrupción de los denominados ‘movimientos populistas’ una de sus más claras manifestaciones. Entre desinformación, islamofobia y crisis democrática se establecen conexiones potenciales, y distintos análisis apuntan al mayor consumo por parte de los votantes de la derecha radical de las fake news (Douglas 2018: 4Douglas, C. 2018. “Religion and Fake News: Faith-based Alternative Information Ecosystems in the U.S. and Europe”. Cambridge Institute on Religion & International Studies 16: 61-73. ), sector que en Europa ha tenido uno de sus objetivos de ataque preferente en la comunidad islámica (Aladro y Requeijo 2020Aladro Vico, E. y P. Requeijo Rey. 2020. “Discurso, estrategias e interacciones de Vox en su cuenta oficial de Instagram en las elecciones del 28-A. Derecha radical y redes sociales”. Revista Latina de Comunicación Social 77: 203-229. http://dx.doi.org/10.4185/RLCS-2020-1455.; Brubaker 2017Brubaker, R. 2017. “Between nationalism and civilizationism: the European populist moment in comparative perspective”. Ethnic and Racial Studies 40/8: 1191-1226. https://doi.org/10.1080/01419870.2017.1294700.). En este sentido, la definición de islamofobia elaborada por el Runnymede Trust en 1997, y que ha sido utilizada en las últimas décadas por diferentes estudios (Evolvi 2018Evolvi, G. 2018. “Hate in a Tweet: Exploring Internet-Based Islamophobic Discourses”. Religions 9/10, 307: 1-14. https://doi.org/10.3390/rel9100307.; Hussain y Bagguley 2012Hussain, Y. y P. Bagguley. 2012. “Securitized Citizens: Islamophobia, Racism and the 7/7 London Bombings”. The Sociological Review 60/4: 715-734. https://doi.org/10.1111/j.1467-954X.2012.02130.x.; Gardner, Karakaşoğlus y Luchtenberg 2008Gardner, R., Y. Karakaşoğlus y S. Luchtenberg. 2008. “Islamophobia in the media: a response from multicultural education”. Intercultural Education 19/2: 119-136. http://dx.doi.org/10.1080/14675980801889658. ; Hopkins y Kahani-Hopkins 2006Hopkins, N. y V. Kahani-Hopkins. 2006. “Minority group members’ theories of intergroup contact: A case study of British Muslims’ conceptualizations of Islamophobia and social change”. British Journal of Social Psychology 45: 245-264. https://doi.org/10.1348/014466605X48583.;), enfatiza el carácter polifacético de este fenómeno, sus consecuencias prácticas y la exclusión sociopolítica que de él se deriva, constituyendo una variante de racismo cultural (Elahi y Khan 2017Elahi, F. y O. Khan. 2017. “Islamophobia: Still a Challenge for Us All”. Runnymede Trust Publications and Resources. Consulta 15 de octubre de 2020 (https://www.runnymedetrust.org/uploads/Islamophobia%20Report%202018%20FINAL.pdf).; véase también Mondon y Winter 2017Mondon, A. y A. Winter. 2017. “Articulations of Islamophobia: from the extreme to the mainstream?”. Ethnic and Racial Studies 40/13: 2151-2179. https://doi.org/10.1080/01419870.2017.1312008. ).

El fenómeno de la derecha radical y de corte populista se ha concretado en España en las siglas de Vox (Turnbull-Dugarte 2019: 2Turnbull-Dugarte, S. J. 2019. “Explaining the end of Spanish exceptionalism and electoral support for Vox”. Research and Politics: 1-8. https://doi.org/10.1177/2053168019851680.), partido nacido en 2013 y que experimentó una considerable expansión a partir del 2018-2019, obteniendo un 15,09 % de los votos en las elecciones generales de noviembre de 2019. En consonancia con lo ocurrido en otros países europeos, este partido ha introducido más explícitamente el discurso contra la minoría musulmana en la esfera política y pública españolas, como muestran en su análisis Aladro y Requeijo (2020)Aladro Vico, E. y P. Requeijo Rey. 2020. “Discurso, estrategias e interacciones de Vox en su cuenta oficial de Instagram en las elecciones del 28-A. Derecha radical y redes sociales”. Revista Latina de Comunicación Social 77: 203-229. http://dx.doi.org/10.4185/RLCS-2020-1455.. Concretamente en el estudio con métodos computacionales de Arcila Calderón, De la Vega y Blanco-Herrero (2020)Arcila Calderón, C., G. De la Vega y D. Blanco-Herrero. 2020. “Topic Modeling and Characterization of Hate Speech against Immigrants on Twitter around the Emergence of a Far-Right Party in Spain”. Social Sciences 9/188: 1-19. doi:10.3390/socsci9110188., ‘islam’ constituye una de las categorías analíticas utilizadas por los investigadores debido a la frecuencia de aparición de este y otros términos relacionados dentro de los tuits de Vox que son clasificados por los autores como “discurso de odio”. Además, cabe destacar en este punto que Vox es el partido que más interacciones consigue en Instagram (Aladro y Requeijo 2020Aladro Vico, E. y P. Requeijo Rey. 2020. “Discurso, estrategias e interacciones de Vox en su cuenta oficial de Instagram en las elecciones del 28-A. Derecha radical y redes sociales”. Revista Latina de Comunicación Social 77: 203-229. http://dx.doi.org/10.4185/RLCS-2020-1455.) y el que más eficientemente usa las redes sociales, según un estudio publicado por Hadoq para las elecciones de 2019, alcanzando más del doble de interacciones que el resto de los partidos políticos en las redes sociales (en Europa Press 2020Europa Press. 2020. “Vox dobla en interacciones al resto de partidos en redes y Abascal es el candidato con más impacto”. Europa Press, 4 de noviembre. Consulta 15 de junio de 2020 (https://www.europapress.es/nacional/noticia-vox-dobla-interacciones-resto-partidos-redes-abascal-candidato-mas-impacto-20191104175646.html).).

A partir de estas exploraciones teóricas sobre sociología, islamofobia y desinformación, nuestra hipótesis parte de la premisa ya presentada por Yochai Benkler, Robert Faris y Hal Roberts (2018)Benkler, Y., R. Faris, y H. Roberts. 2018. Network Propaganda: Manipulation, Disinformation, and Radicalization in American Politics. Oxford: Oxford University Press.. Los problemas actuales de los medios de comunicación y de la democracia no son, esencialmente, el resultado del behavioral microtargeting (microfocalización de compartimiento) ni de algoritmos en los medios sociales, ni de clickbaits o de interferencias por parte de países extranjeros, hackers, bots, sockpuppets, trolls, etc., sino de la interacción entre dinámicas sociales y procesos de desinformación. Este ecosistema ha permitido que se expandan, en forma de fake news, narrativas de corte islamófobo desde un reducido porcentaje de círculos emisores (blogs, redes sociales cerradas como WhatsApp, salas de chat en línea, los llamados sitios web de noticias alternativas) hacia sectores más amplios de la sociedad a través de la convergencia entre dinámicas sociológicas, la asimetría informativa y su reproducción en las lógicas de las redes sociales (networked connections).

LA INFODEMIA A LA LUZ DE LA DESINFORMACIÓN DE CONTENIDO ISLAMÓFOBO EN ESPAÑA

 

Sobre la base de la hipótesis de que la desinformación, tanto la relacionada con la comunidad islámica como en general, se nutre de la interacción entre las lógicas de la era de la información y de las dinámicas sociológicas en un entorno informativo asimétrico, (3.1.) la metodología de investigación y las fuentes utilizadas nos condujeron hacia la delimitación de 17 historias a partir de 44 bulos que aislamos para el análisis. Esta primera selección nos posibilitó la detección de tres narrativas a través de las cuales (3.2.) expondremos y (3.3.) discutiremos los resultados de nuestra investigación sobre el contenido islamófobo de parte de la desinformación, así como acerca de las dinámicas que subyacen a este fenómeno.

Método y fuentes

 

En nuestra investigación, hemos abordado el análisis de noticias falsas dirigidas a las comunidades musulmanas y migrantes en España durante la pandemia a través del trazado de las networked connections existentes entre las plataformas de medios de comunicación, las redes sociales y los espacios offline (Evolvi 2018Evolvi, G. 2018. “Hate in a Tweet: Exploring Internet-Based Islamophobic Discourses”. Religions 9/10, 307: 1-14. https://doi.org/10.3390/rel9100307.), con el objetivo de poder rastrear cómo la información falsa sobre la comunidad islámica se integra en un contexto informativo asimétrico. Con el concepto de networked connections, hemos buscado trazar la serie de interacciones complejas, dinámicas y cambiantes que se crean, por un lado, entre el mundo online y el offline y, por otro, entre los medios tradicionales y los sociales dentro de un sistema de información asimétrico.

Como línea de fondo de nuestra investigación, consideramos necesario que estas hipótesis, extraídas de modo abductivo a partir de la lectura de la bibliografía y de los estudios disponibles (Alonso 1998: 271Alonso, L. E. 1998. La mirada cualitativa en sociología: una aproximación interpretativa. Madrid: Fundamentos.), fueran confirmadas a través de un análisis cualitativo de discurso que ha sido efectuado inductivamente, desde una primera muestra de bulos hacia la conformación de tres etiquetas más amplias que hemos denominado narrativas (topoi).

Para ello, en primer lugar, hemos utilizado la base de datos en línea MyNews Hemeroteca para buscar las noticias más destacadas sobre las comunidades musulmanas y migrantes entre el 14 de marzo y el 31 de agosto de 2020. La búsqueda de las noticias aparecidas entre el inicio del estado de alarma y finales de agosto ha sido realizada con los operadores booleanos AND y OR,, y palabras clave pertenecientes a dos campos semánticos distintos. El primer campo estaba compuesto por conceptos relacionados con la comunidad migrante musulmana en España (islam*, marroquí*, migra*, musulm*). El segundo campo estaba conformado por palabras clave relacionadas con la crisis sanitaria (coronavirus*, pandemia*, COVID*). Por la importancia mediática del debate durante el periodo de análisis y observación, hemos complementado esta búsqueda con otra específica sobre el Ingreso Mínimo Vital, aplicando para ello los operadores booleanos AND y OR al campo semántico Ingreso Mínimo Vital (ingreso*, mínimo*, vital*, renta*, básica*) y, nuevamente, al grupo de conceptos relacionados con la comunidad migrante musulmana en España. El objetivo de este primer rastreo fue captar todas aquellas noticias que incluyeran simultáneamente al menos una palabra clave de cada grupo, de forma que se aislaran las noticias referidas a la comunidad musulmana de origen inmigrante y que, al mismo tiempo, estuvieran relacionadas con la pandemia COVID-19 o con el Ingreso Mínimo Vital, identificando 730 resultados cuando la búsqueda de palabras clave se aisló en el campo del título, y 24 638 cuando la presencia de palabras clave se extendió a todo el texto del documento.

La segunda etapa de nuestra investigación consistió en la aplicación de métodos cualitativos de análisis de contenido. Sobre la base del trabajo metodológico previo (Kracauer 1952Kracauer, S. 1952. The Challenge of Qualitative Content Analysis. Public Opinion Quarterly, 16, 631-642. https://doi.org/10.1086/266427. ) y con la ayuda de NVivo 11, codificamos, interpretamos, analizamos y clasificamos la muestra de noticias filtradas, diferenciándolas por origen (noticias internacionales y noticias españolas), orientación (noticias con contenido negativo, neutro o positivo) y credibilidad (noticias verosímiles y noticias con contenido de carácter más dudoso). Centrándonos solo en las noticias que se referían al contexto español, aislamos 139 noticias que versaban sobre la comunidad inmigrante musulmana de forma neutra o negativa, y con distintos niveles de credibilidad.

En la tercera etapa, nos servimos del trabajo de Maldita.es -uno de los tres verificadores de hechos independientes en España que forman parte de la Red Internacional de Verificación de Hechos (IFCN)-, a fin de filtrar qué noticias contenían inexactitudes o eran totalmente falsas. El motivo de la elección de Maldita.es entre los tres vertificadores españoles (la propia Maldita.es, Efe y Newtral) descansa en que todas las noticias que comprobamos en Efe y Newtral se encontraban en Maldita.es, pero no viceversa. Por ello, y en aras de la coherencia en el método, decidimos centrarnos exclusivamente en la verificación por medio de esta última fuente, criterio que también ha sido utilizado por estudios previos (Sánchez-Duarte y Magallón 2020Sánchez-Duarte, J. M. y R. Magallón Rosa. 2020. “Infodemia y COVID-19. Evolución y viralización de informaciones falsas en España”. Revista Española de Comunicación en Salud 31-41. http://dx.doi.org/10.20318/recs.2020.5417.; Montesi 2021Montesi, M. 2021. “Understanding fake news during the Covid-19 health crisis from the perspective of information behaviour: The case of Spain”. Journal of Librarianship and Information Science: 454-465 https://doi.org/10.1177/0961000620949653.).

Ante la primera observación durante el proceso de codificación en NVivo 11 de las concomitancias entre las noticias falsas filtradas por MyNews en torno a una serie más reducida de sucesos, a las que varias de ellas hacían referencia, agrupamos la muestra de 44 bulos en 17 “historias”, que nos posibilitaron rastrear cómo los eventos narrados por las mismas son reformulados y expandidos a través de la participación directa del usuario en la plataforma de Twitter.

En esta última fase, utilizamos las mismas palabras clave empleadas en MyNews para recopilar todos los tuits y retuits que se publicaron entre marzo y agosto de 2020, restringiendo la búsqueda a los tuits en español y que contenían hipervínculos, independientemente de la localización geográfica a la que se adscribiese la cuenta. Estos criterios de búsqueda permitieron recoger 203 tuits, a los que tenemos que añadir los retuits y las respuestas a los mismos. En este sentido, los estudios de fenómenos sociales como la islamofobia y el racismo basados en el análisis manual y automático de los textos difundidos a través de redes sociales abiertas, como Twitter, permiten reducir considerablemente las limitaciones relacionadas con efecto de la “deseabilidad social” de las encuestas (Arcila Calderón, Blanco-Herrero y Valdez Apolo 2020Arcila Calderón, C., D. Blanco-Herrero y M. B. Valdez Apolo. 2020. “Rechazo y discurso de odio en Twitter: análisis de contenido de los tuits sobre migrantes y refugiados en español”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 172: 21-40. http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.172.21.)1 Distintos autores han destacado que, en el estudio de fenómenos como la islamofobia o el racismo, instrumentos como la encuesta tienen limitaciones relacionadas con el “sesgo de deseabilidad social”, es decir, la tendencia a minimizar las actitudes y comportamientos socialmente estigmatizados y a enfatizar los socialmente deseados (véanse Anderson 2019 y Cea D’Ancona 2009). , que pueden conducir al autocontrol de la respuesta por parte del entrevistado. Cabe decir en este punto que la exploración de la muestra seleccionada de tuits fue más allá de los límites del análisis textual automatizado e incluyó otros recursos expresivos, propios del lenguaje de las redes, como hipervínculos, imágenes, audio y usos dialectales y alternativos del lenguaje (emoticonos, símbolos no lingüísticos, grafías de otros alfabetos), que permiten una panoplia de expresiones a través de las cuales el usuario de Twitter puede enmascarar el carácter islamófobo de sus asertos.

Por último, codificamos manualmente la muestra final de análisis (44 noticias y 203 tuits agrupados en 17 historias) con NVivo 11, a fin de proceder con el análisis de contenido y la exploración de las dinámicas en torno a la génesis y la expansión de la desinformación (networked connections). Sobre la base de las inferencias inductivas de la información aislada (Ruiz 2009: 16Ruiz Ruiz, J. 2009. “Análisis sociológico del discurso: métodos y lógicas”. Forum: Qualitative Social Research 10/2, art.26: 1-30. http://nbnresolving.de/urn:nbn:de:0114-fqs0902263.) y su codificación, identificamos tres narrativas fundamentales a partir del argumento central (topoi) en torno al que se agrupaban las distintas noticias de carácter islamófobo: a) la oposición cultural y política entre el “nosotros” y el “ellos”, b) el Ingreso Mínimo Vital (IMV), y c) el migrante como factor de contagio. Este último nivel de codificación nos ha permitido articular y analizar tanto el contenido de las noticias a partir del topos islamófobo que las estructura como las dinámicas de desinformación que se encuentran tras la génesis y expansión de la muestra de bulos.

Desinformación en tres narrativas islamófobas

 
La oposición cultural y política entre “nosotros” y “ellos”
 

En primer lugar, la distinción discursiva entre un “nosotros” y un “ellos”, recurso cultural que caracteriza al fenómeno del populismo (Villacañas 2015: 19Villacañas, J. L. 2015. Populismo. Madrid: La Huerta Grande.), se conforma a partir de la diferencia entre una supuesta “comunidad española tradicional” y el foráneo, que -según estas narrativas que han sido analizadas, también, por otros estudios (Awan y Khan-Williams 2020Awan, I y R. Khan-Williams. 2020. “Coronavirus, Fear and How Islamophobia Spreads on Social Media”. Anti-Muslim Hatred Working Group Research Briefing Report. Consulta 10 de diciembre de 2020 (https://antimuslimhatredworkinggrouphome.files.wordpress.com/2020/04/research-briefing-report-7-1.pdf).)- recibe, supuestamente, un trato preferente por parte de las fuerzas de seguridad y la clase dirigente.

Entre los distintos bulos filtrados, destaca la serie de noticias generada en torno al Ramadán y la Semana Santa, coincidentes en tiempo de confinamiento (abril de 2020) y en una misma interpretación que subrayaba la limitación del culto católico frente a la supuesta permisividad política hacia la comunidad islámica.

Cerca del comienzo del mes de Ramadán, circuló por las cadenas de WhatsApp una teórica foto de un documento de la Guardia Civil que autorizaba a los musulmanes a moverse durante el confinamiento y a tener puntos de encuentro para la celebración. Aunque el Ministerio de Interior aclaró que el permiso de movilidad era para que los musulmanes comprasen “productos de primera necesidad que cumplan la ley islámica” y no para rezar o celebrar el Ramadán, como se difundió erróneamente a través de Twitter y WhatsApp (Maldita.es 2020iMaldita.es. 2020i. “¿Qué sabemos sobre el permiso de desplazamiento a las personas musulmanas para el Ramadán durante el estado de alarma?”. Maldita.es, 12 de abril. Consulta 12 de mayo de 2020 (https://maldita.es/malditobulo/20200412/permiso-desplazamiento-musulmanes-ramadan-estado-alarma/).), la noticia provocó la pronta reacción de parte de la población y la difusión de protestas contra las autoridades públicas por su supuesta actitud favorable hacia los musulmanes. Entre los mensajes más difundidos, que se tiñeron a menudo con comentarios islamófobos y racistas, se pueden observar: “Semana Santa NO pero ramadán Sí? Como se puede ser tan hijo de puta? [sic.] / Los moros si pueden desplazarse para celebrarlo dejando la cuarentena? Y aquí no pasa nada…. [sic.]”.

Semanas después, el senador del Partido Popular Rafael Hernando publicó el 27 de abril en su cuenta de Twitter un fotograma que mostraba a varias personas de fe musulmana en una calle, acompañado del siguiente texto:

Ósea q si eres católico no puedes ir a la iglesia y se prohíbe la Semana Santa, lo cual parece razonable Pero si eres musulnan [sic. ] sales a la calle de manifestación bien pegadito, sin mascarillas ni guantes, y Marlaska mira para otro lado Es vergonzoso. Y no es Fake [sic.].

A pesar de que el senador borró su comentario y que la imagen correspondiese a un video que fue subido a YouTube en noviembre de 2018 con ocasión de la fiesta de la celebración del nacimiento del profeta Muhammad (Maldita.es 2020dMaldita.es. 2020d. “No, este vídeo de una marcha de musulmanes en Valencia no está grabado durante el estado de alarma por el coronavirus: es de noviembre de 2018”. Maldita.es, 27 de abril. Consulta 15 de mayo de 2020 (https://maldita.es/malditobulo/20200427/video-manifestacion-personas-musulmanas-valencia-coronavirus/).), esto no impidió que la falsa noticia ganara fuerza en los medios sociales y se generasen mensajes similares a los provocados por la anterior noticia (“Esos tienen permiso hijo [sic.]”; “Ellos si podían celebrar la medium/medium-RIS-81-03-e236-gch1.png de ellos [sic.]”).

A estos dos sucesos se sumó la circulación por Facebook de una foto en los meses de mayo y abril que mostraba a un grupo de musulmanes rezando en una azotea. La imagen se presentaba como si hubiera sido tomada en Sevilla durante el estado de alarma. De nuevo -y a pesar de que la foto no fue tomada en España, sino en un distrito de Dubái (Emiratos Árabes Unidos) (Maldita.es 2020eMaldita.es. 2020e. “No, la foto de musulmanes rezando en grupo en azoteas que se mueve como si fuera durante el confinamiento por coronavirus no es en España: es en Dubai”. Maldita.es, 7 de mayo. Consulta 17 de mayo de 2020 (https://migracion.maldita.es/bulo-desarrollo/no-la-foto-de-musulmanes-rezando-en-grupo-en-azoteas-que-se-mueve-como-si-fuera-durante-el-confinamiento-por-coronavirus-no-es-en-espana-es-en-dubai/).)- esta no pasó desapercibida en el entorno virtual y los comentarios sobre la fotografía enfatizaban la misma narrativa del nosotros vs. ellos, cultural y política: “Las celebraciones católicas si hay que suspenderlas...a este personal no le mete el diente el gobierno…. [sic.]”.

El Ingreso Mínimo Vital (IMV)
 

También durante este periodo de pandemia, se han sucedido toda una serie de noticias que utilizaron información falsa y que se agruparon en torno a la aprobación del IMV, segundo de nuestros topoi.

En paralelo al debate político en torno a la aprobación del IMV (29 de mayo de 2020) y su publicación en el Boletín Oficial del Estado del 1 de junio de 2020, se difundieron una serie de falsas noticias relacionadas con los migrantes, especialmente con los de origen marroquí. Dos días antes de su aprobación, Rubén Pulido, secretario de Prensa y Comunicación de Vox Andalucía en aquel momento, lanzaba la alarma sobre un potencial “efecto llamada” en relación con el IMV. El 2 de junio, Pulido compartió a través de su cuenta de Twitter un video de un youtuber marroquí explicando en árabe cómo solicitar el IMV, acompañado del siguiente comentario:

Un youtuber magrebí se ríe de las elevadas ayudas de la Renta Mínima Vital.- Se jacta de que se gana más que trabajando en el campo y da a entender que ahora con España hundida se vive mejor porque ellos tienen acceso a más ayudas. ¿Tampoco alimenta el efecto llamada? [sic. ].

Ese mismo día, el periódico digital El Diestro publicó fotogramas de vídeos de youtubers de origen marroquí en su cuenta, acompañados del tuit: “En Marruecos se vuelven locos con el Ingreso Mínimo Vital y ya están anunciándolo para llenarnos España de marroquíes que vivan sin trabajar a costa de los españoles https://t.co/1ZXzROrsaH vía @ElDiestro_ [sic. ]”.

Tras visualizar el contenido de los videos subidos por los diferentes youtubers y contrastar la información ofrecida a la luz de los requisitos legales para obtener el IMV, podemos concluir que no constituyen una incitación al “efecto llamada”; más bien, contienen indicaciones para la comunidad áraboparlante ya residente en el país, a fin de facilitar el acceso al trámite. Sin embargo, la difusión de la falsa noticia propició la aparición de expresiones de carácter racista e islamófobo dirigidas principalmente a la comunidad musulmana-marroquí de España: “vengan a vivir de los impuestos de los trabajadores españoles. #EfectoLlamada [sic. ]”.

Un día después, el 3 de junio, Rubén Pulido hizo circular una serie de fotos a través de su cuenta de Twitter que mostraban una larga fila de migrantes. Estas se encontraban encabezadas por el siguiente mensaje: “Avenida del Mediterráneo, 178 en Almería. Consulado de Marruecos. Colas de decenas de marroquíes que acuden a regularizar su situación. Es importante estar al día ahora que se ha aprobado el Ingreso Mínimo Vital [sic. ]”. De nuevo, aconteció una reacción parecida. Primero, los periódicos digitales Ok diario, ADN y Diario Patriota relanzaron la misma noticia, adjuntando fotos de inmigrantes haciendo cola y acompañadas, en el caso de Ok diario, con el comentario “Mientras tanto más de 1.000.000 de trabajadores sin cobrar el ERTE desde el 15 de marzo [sic. ]” (Ok diario 2020Ok diario. 2020. “Decenas de marroquíes regularizan su situación en Almería para el Ingreso Mínimo Vital”. Ok diario, 3 de junio. Consulta 6 de junio de 2020. (https://okdiario.com/andalucia/decenas-marroquies-regularizan-situacion-almeria-ingreso-minimo-vital-5702545).).

Sin embargo, las fotos circulantes en las cadenas de WhatsApp son, o bien imágenes antiguas que datan de época prepandémica y muestran a personas esperando recibir comida en la Asociación de Vecinos de Aluche (AVA), o bien imágenes de 2008 de inmigrantes marroquíes haciendo cola en el Consulado de Marruecos. Aunque otra de las imágenes divulgadas, concretamente la de la cola frente al Consulado de Marruecos en Almería, es real y actual, las averiguaciones realizadas con el Consulado confirman que no tienen relación con el IMV, sino que se deben a cuestiones burocráticas relacionadas con la renovación de los documentos de identidad marroquíes. La afluencia, por otra parte, se puede explicar por el hecho de que, durante los primeros meses de estado de alarma en España, el Consulado estuvo cerrado al público hasta el 26 de mayo, momento a partir del cual se permitió un aforo del 30 % en el edificio (Maldita.es 2020bMaldita.es. 2020b. “Fotos de colas de inmigrantes que te están intentando colar como solicitudes para recibir el Ingreso Mínimo Vital”. Maldita.es, 3 de julio. Consulta 7 de julio de 2020 (https://migracion.maldita.es/articulos/fotos-de-colas-de-inmigrantes-que-te-estan-intentando-colar-como-solicitudes-para-recibir-el-ingreso-minimo-vital/).).

A su vez, en torno al topos del IMV han surgido otros de los temas recurrentes en las narrativas utilizadas por la desinformación a lo largo de los últimos años: la cuestión de los denominados ‘menores no acompañados’ (MENAS) y la supuesta invasión islámica de la península.

Por un lado, la desinformación sobre el “efecto llamada” provocado por la introducción del IMV fue sucedida por la reaparición de la idea de la “inminente invasión” de pateras repletas de inmigrantes irregulares desde la costa argelina hacia España. Así, Rubén Pulido difundió el 1 de agosto, a través de su cuenta de Twitter, la falsa noticia de que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) había capturado imágenes de 500 pateras que se preparaban para transportar a unos 5000 inmigrantes a la costa española. La noticia sobre “la inminente invasión” fue “complementada” con el dato de que, supuestamente, parte de estos inmigrantes eran positivos de coronavirus, tal y como apareció en medios como La Nación Digital (López 2020López, M. 2020. “Actividad frenética en Algeria para enviar pateras a España”. La Nación Digital, 2 de agosto. Consulta 10 de agosto de 2020 (https://www.lanaciondigital.es/sucesos/fotos-actividad-frenetica-en-algeria-enviar-pateras-espana_200803_102.html).) y Altavoz de Sucesos (2020)Altavoz de Sucesos. 2020. “Avistan 500 pateras en Argelia a punto de zarpar rumbo a España: podrían llegar 5.000 inmigrantes ilegales en breve”. Altavoz de Sucesos, 1 de agosto. Consulta 10 de agosto de 2020 (https://altavozdesucesos.es/avistan-500-pateras-en-argelia-a-punto-de-zarpar-rumbo-a-espana-podrian-llegar-5-000-inmigrantes-ilegales-en-breve/)..

Esta información, como la mayoría de las fake news, se difundió a través de redes de mensajería cerradas como WhatsApp (Salaverría et al. 2020Salaverría, R., N. Buslón, F. López-Pan, B. León, I. López-Goñi y M. C. Erviti. 2020. “Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19”. El profesional de la información 29/3: 1-15. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.15.). Los comentarios públicos en el tuit de Pulido reflejan la profunda preocupación de algunos usuarios de Twitter por la “inminente invasión” o la impotencia de la marina española ante el suceso, obligada a dejar pasar a los inmigrantes ilegales bajo el pretexto de su estatus de refugiados.

Posteriormente, el 3 de agosto, las comprobaciones realizadas sobre la veracidad de las noticias confirmaron que eran falsas. La foto que se difundió como una invasión de inmigrantes ilegales fue tomada en 2019 en Mauritania. Eran, además, barcos de pesca y no pateras. Por otra parte, la foto no procedía de Frontex, sino del fotógrafo Elías Gachamba (Maldita.es 2020cMaldita.es.2020c. “No, esta foto no es de 500 pateras en Argelia a punto de zarpar rumbo a España con personas infectadas de COVID-19: es Mauritania en 2019 y son barcos de pesca”. Maldita.es, 4 de agosto. Consulta 10 de agosto de 2020 (https://migracion.maldita.es/bulo-desarrollo/no-esta-foto-no-es-de-500-pateras-en-argelia-a-punto-de-zarpar-rumbo-a-espana-con-personas-infectadas-de-covid-19-es-mauritania-en-2019-y-son-barcos-de-pesca/).).

Del mismo modo, en torno al IMV ha resurgido uno de los temas más recurrentes en la generación de bulos, el de los MENAS (Esparza 2019Esparza, Pablo. 2019. “Quiénes son los ‘menas’ y por qué se han vuelto el blanco de ataques racistas en España”. BBC, 20 de diciembre. Consulta 17 de diciembre de 2020 (https://www.b bc.com/mundo/noticias-internacional-50815028).), que nos remite, de nuevo, a la comunidad musulmana, dado que el 68 % de los menores no acompañados en 2019 eran marroquíes (Esparza 2019Esparza, Pablo. 2019. “Quiénes son los ‘menas’ y por qué se han vuelto el blanco de ataques racistas en España”. BBC, 20 de diciembre. Consulta 17 de diciembre de 2020 (https://www.b bc.com/mundo/noticias-internacional-50815028).). Tras la aprobación del IMV, ha vuelto a circular a través de Twitter y WhatsApp el viejo bulo que afirma que los menores extranjeros pueden recibir ayudas económicas, acompañado del hashtag #LosEspañolesPrimero. En realidad, las noticias difundidas a este respecto son bulos y la información aportada por las autoridades públicas confirma la falsedad de la noticia. En contraste con lo afirmado, los menores, sea cual sea su origen, no pueden percibir ayudas públicas de modo directo (Maldita.es 2020hMaldita.es. 2020h. “No, un ‘magrebí menor de edad’ no recibe “740 euros”: los menores de edad no pueden optar a ayudas públicas”. Maldita.es, 20 de agosto. Consulta 21 de agosto de 2020 (https://maldita.es/malditobulo/20200820/no-un-magrebi-menor-de-edad-no-recibe-740-euros-los-menores-de-edad-no-pueden-optar-a-ayudas-publicas/).).

El migrante como factor de contagio
 

La última narrativa se centra en torno al topos “migrante como factor de contagio”, un discurso antiguo y nuevo a la vez en tiempos de coronavirus. La acusación que imputa al extranjero el origen o la difusión de la enfermedad forma parte de un inveterado mecanismo por el que, ante un desastre, se escoge un “chivo expiatorio” (Girard 2006Girard, R. 2006. Los orígenes de la cultura. Conversaciones con Pierpaolo Antonello y Joao Cezar de Castro Rocha. Madrid: Trotta.)2 Véase también la investigación de Cantón y Galindo (2019) sobre la falsa atribución a la comunidad islámica del incendio de Notre Dame, difundida por las redes. Aunque este “chivo” no sea ni el origen del problema, ni su acusación pueda resolverlo, la simplificación narrativa conduce a la aceptación de esta culpabilización, con consecuencias que exceden el ámbito de la discursividad.

Concretamente en nuestro caso de estudio, la isla de Fuerteventura fue, durante la primera parte del mes de julio, el epicentro de dos noticias falsas muy similares, centradas en torno a la fuga de inmigrantes infectados por la COVID-19 de algunos centros de confinamiento. El primer bulo comenzó a circular en forma de audio desde el 3 de julio a través de las cadenas de mensajes WhatsApp. En el mismo, se explicaba que nueve inmigrantes infectados con coronavirus habían escapado de la Nave del Queso, donde estaban confinados (Maldita.es 2020aMaldita.es. 2020a. “El bulo de los 9 inmigrantes contagiados de COVID-19 que se han escapado en Fuerteventura”. Maldita.es, 3 de julio. Consulta 7 de julio de 2020 (https://maldita.es/malditobulo/20200703/inmigrantes-coronavirus-escapan-fuerteventura-confinamiento/).).

La segunda noticia falsa se difundió desde el 9 de julio a través de WhatsApp y afirmaba que un inmigrante positivo de COVID-19 había llegado en patera a las Islas Canarias, pero que se había escapado del Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral. Ante la alarma social y la posible repercusión para el turismo, los autores del bulo fueron identificados por las pesquisas de la policía y la fiscalía (Maldita.es 2020gMaldita.es. 2020g. “No, no se ha escapado un inmigrante con coronavirus del Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral (Fuerteventura). Maldita.es, 9 de julio. Consulta 12 de julio de 2020 (https://migracion.maldita.es/bulo-desarrollo/no-no-se-ha-escapado-un-inmigrante-con-coronavirus-del-centro-de-internamiento-de-extranjeros-de-el-matorral-fuerteventura/).). Semanas después, el 28 de julio comenzó a circular por WhatsApp la falsa noticia de un motín de 41 inmigrantes positivos de coronavirus en el Hospital de la Virgen de la Caridad de Cartagena, información en la que, de nuevo, se aludía a un intento de fuga. La policía local y el hospital confirmaron la falsedad de la noticia, lo que no ha impedido que se haya difundido a través de las cadenas WhatsApp y Twitter (Maldita.es 2020fMaldita.es. 2020f. “No, no hay pruebas de que 41 inmigrantes con COVID-19 provocaran un motín en el hospital Virgen de la Caridad en Cartagena ni de que intentaran fugarse el 28 de julio”. Maldita.es, 31 de julio. Consulta 10 de agosto de 2020 (https://maldita.es/malditobulo/20200731/41-inmigrantes-covid-19-motin-hospital-virgen-caridad-cartagena-fugarse/).), acompañadas por los hashtags “Putos #moros”, “#stopinvasion”, “#stopIslam [sic. ]”.

Discusión de resultados

 

Dos conceptos han centrado el análisis que hemos efectuado de los bulos sobre la comunidad islámica de España entre marzo y agosto de 2020: desinformación e islamofobia. Tras la exposición metodológica y de las narrativas presentes en la muestra seleccionada, evidenciadas a partir del análisis cualitativo, nos adentramos a continuación en las dos cuestiones que han conformado las coordenadas de nuestra investigación: el carácter islamófobo de parte de los contenidos de la desinformación y las dinámicas sociológicas que caracterizan su génesis y expansión (networked connections).

En primer lugar, la muestra escogida revela la proliferación en el entorno informativo de la red de diferentes manifestaciones de islamofobia, basadas en el prejuicio y la hostilidad, de acuerdo con los criterios contenidos en Runnymede Trust (1997: 5)Runnymede Trust. 1997. “Islamophobia: A Challenge for Us All. Runnymede Trust Publications and Resources”. The Runnymede Trust. Consulta 13 de diciembre de 2020 (https:// www.runnymedetrust.org/companies/17/74/Islamophobia-A-Challenge-for-Us-All.html).. En este sentido, ocho son los principales elementos retóricos sobre los cuales se fundan las diferentes visiones islamófobas: la presentación del islam como una realidad 1) monolítica, 2) separada del resto de las culturas, 3) inferior culturalmente, 4) enemigo (violento, agresivo, amenazante y en conflicto), 5) manipulador, que excluye una devoción religiosa sincera y 6) cerrado a toda crítica externa. Además, estas manifestaciones de islamofobia 7) suelen poseer un claro carácter discriminatorio, dado que justifican la exclusión de la comunidad islámica del resto del tejido social, así como 8) tienden a presentarse como algo “normal”, como una respuesta supuestamente “natural” ante los peligros que implica la presencia del islam.

A pesar de que el Runnymede Trust expone estas ocho categorías como elementos separados en aras de facilitar la concreción teórica, las ocho características de la islamofobia interactúan entre sí y con otras realidades relacionadas con la aporofobia y de la xenofobia, como también muestran Arcila Calderón, Blanco-Herrero y Valdez Apolo (2020: 28)Arcila Calderón, C., D. Blanco-Herrero y M. B. Valdez Apolo. 2020. “Rechazo y discurso de odio en Twitter: análisis de contenido de los tuits sobre migrantes y refugiados en español”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 172: 21-40. http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.172.21.. Las características evidenciadas por el Runnymede Trust sobre la islamofobia aparecen en las tres narrativas analizadas, conformadas a partir de las argumentaciones (topoi) de las 17 historias-eventos en las que hemos agrupado la muestra final de 44 noticias falsas utilizada durante la investigación. Así pues, mientras que la narrativa del “ellos frente a nosotros” descansa en los miedos que la globalización ha suscitado para parte de las identidades y plantean una disyuntiva de tipo cultural entre Occidente y el islam (Bauman 2009Bauman, Z. 2009. La posmodernidad y sus descontentos. Madrid: Akal.), las fake news que circulan sobre las ayudas públicas -y su supuesta conexión con el “efecto llamada”- sirven para la justificación de la exclusión de la comunidad islámica, así como para naturalizar la islamofobia, sin obviar el calado aporofóbico y xenófobo que esta narrativa revela. De tal modo, árabe, bereber, marroquí o musulmán aparecen habitualmente entremezclados en la información, obviando los significativos matices que cada una de estos conceptos conllevan. Todas estas cuestiones, además, son interpretadas a la luz del actual marco de la COVID-19, que recoge la tercera narrativa analizada y que potencia otro miedo antiguo y visceral: el miedo al contagio propagado por el otro, tal y como evidencian para otros contextos los estudios de Awan y Khan-Williams (2020Awan, I y R. Khan-Williams. 2020. “Coronavirus, Fear and How Islamophobia Spreads on Social Media”. Anti-Muslim Hatred Working Group Research Briefing Report. Consulta 10 de diciembre de 2020 (https://antimuslimhatredworkinggrouphome.files.wordpress.com/2020/04/research-briefing-report-7-1.pdf).) y Perrigo (2021)Perrigo, B. 2021. “It Was Already Dangerous to Be Muslim in India. Then Came the Coronavirus”. Time, 3 de marzo. Consulta 5 de julio de 2021. (https://time.com/5815264/coronavirus-india-islamophobia-coronajihad/)..

El análisis cualitativo también ha posibilitado, en segundo lugar, la corroboración de la hipótesis de partida sobre las dinámicas que subyacen a la génesis y la expansión de la desinformación de carácter islamófobo (networked connections).

La exploración bibliográfica nos condujo a la idea de que la desinformación descansa en la interacción entre dinámicas sociales y un contexto informativo asimétrico, en el que un pequeño porcentaje de individuos introducen la desinformación en el sistema. En nuestro caso de estudio, parte del origen común de la desinformación radica en grupos o individuos vinculados a la derecha radical, con voces particularmente destacadas y que aparecen reiteradamente en distintas polémicas desinformativas, como Rubén Pulido, cuya cuenta fue suspendida temporalmente en Twitter por difundir mensajes de odio contra los inmigrantes. Así pues, las dinámicas de interacción entre la denominada derecha radical y su posicionamiento frente a la comunidad islámica perfilan el particular caso de los bulos relacionados con la minoría musulmana en España, tal y como ha sido igualmente acreditado en diferentes estudios previos, tanto sobre España (Aladro y Requeijo 2020Aladro Vico, E. y P. Requeijo Rey. 2020. “Discurso, estrategias e interacciones de Vox en su cuenta oficial de Instagram en las elecciones del 28-A. Derecha radical y redes sociales”. Revista Latina de Comunicación Social 77: 203-229. http://dx.doi.org/10.4185/RLCS-2020-1455.; Hernández y Fernández 2019Hernández Conde, M. y M. Fernández García. 2019. “Partidos emergentes de la ultraderecha: ¿fake news, fake outsiders? Vox y la web Caso Aislado en las elecciones andaluzas de 2018”. Teknokultura 16/1: 33-53. https://doi.org/10.5209/TEKN.63113.; Arcila Calderón, de la Vega y Blanco-Herrero 2020Arcila Calderón, C., D. Blanco-Herrero y M. B. Valdez Apolo. 2020. “Rechazo y discurso de odio en Twitter: análisis de contenido de los tuits sobre migrantes y refugiados en español”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 172: 21-40. http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.172.21.) como para otros contextos (Awan y Khan-Williams 2020Awan, I y R. Khan-Williams. 2020. “Coronavirus, Fear and How Islamophobia Spreads on Social Media”. Anti-Muslim Hatred Working Group Research Briefing Report. Consulta 10 de diciembre de 2020 (https://antimuslimhatredworkinggrouphome.files.wordpress.com/2020/04/research-briefing-report-7-1.pdf).).

Este contexto asimétrico, formado por un reducido número de emisores y un amplio espectro de receptores y transmisores, se vale de las redes sociales, lo que explica también el éxito de su expansión. Como señala la primera ley de Melvin Kranzberg, la tecnología no es buena ni mala, pero tampoco es neutral.

Por un lado, la propia magnitud del alcance de la red favorece que -a pesar de las distintas intenciones de aquellos que comparten la información- el resultado de su interacción con la noticia falsa provoque esencialmente el mismo efecto: la difusión de la desinformación (Guy Berger en Unsplash y Preez 2020Unsplash y Preez, P. du. 2020. “Noticias falsas y desinformación, otra pandemia del coronavirus”. Noticias ONU, 16 de abril. Consulta 8 de diciembre de 2020 (https://news.un.org/es/story/2020/04/1472922). ).

Además, por otro lado, la propia naturaleza instantánea de las conexiones creadas por las redes sociales refuerza las dinámicas de la desinformación. Como hemos observado, tras la irrupción de la noticia falsa se sucede toda una cascada de reacciones al respecto, favorecida por el hecho de que las nuevas tecnologías de la comunicación permiten que las fake news se propaguen velozmente por una amplia audiencia, creando conexiones estables entre fenómenos independientes (Salaverría et al. 2020Salaverría, R., N. Buslón, F. López-Pan, B. León, I. López-Goñi y M. C. Erviti. 2020. “Desinformación en tiempos de pandemia: tipología de los bulos sobre la Covid-19”. El profesional de la información 29/3: 1-15. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.15.). A su vez, la rapidez de los flujos de información acelera la circulación, pero dificulta la verificación. La rápida desaparición de la noticia falsa del foco mediático favorece que, cuando esta ha sido comprobada y contrastada, ya ha perdido el interés del público, lo que potencia exponencialmente el viejo adagio de “calumnia, que algo queda”, ya recogido en 1625 por Francis Bacon (2016)Bacon, F. 2016. Scritti filosofici. Traducción de Rossi. P. Torino: UTET. en su obra De dignitate et augmentis scientiarum.

La tecnología no es neutra. Pero, tal como y expusimos en nuestra hipótesis y refuerza nuestra exploración, son principalmente las dinámicas sociológicas de un entorno informativo asimétrico las que explican la difusión de la desinformación. Y, por tanto, si las dinámicas de las redes sociales no son ajenas a la expansión en la esfera política española de un partido de derecha radical, tampoco el mundo offline lo es de los efectos generados por las redes. De este modo, la propagación de noticias falsas de carácter islamófobo a través de la networked connections entre las plataformas de medios de comunicación y los sitios abiertos de las redes sociales posee un considerable potencial destructivo para toda la estabilidad social y el orden democrático, ya que promueve la progresiva normalización (fact-laundering) de la retórica antiinmigrante y antimusulmana en sociedades democráticas, en las que, al mismo tiempo, el nivel de pluralidad cultural, religiosa y étnica aumenta como resultado de los procesos demográficos y de inmigración.

Por tanto, los flujos de desinformación no solo hacen más vulnerables a ciertos sectores de nuestra sociedad frente a las dinámicas de polarización y tensión, sino que estas -con el pretexto del ataque a la comunidad islámica- se imponen a todos, condicionando el devenir de la arena pública y política. En medio del río revuelto, la claridad se antoja cada vez más como un imposible. Y si Popper (2010: 193)Popper, K. R. 2010. La sociedad abierta y sus enemigos. Barcelona: Paidós. había previsto que la información era parte de las garantías de las sociedades abiertas frente a las cerradas e, incluso, podría constituir a priori una ventaja de los sistemas abiertos y democráticos frente a la pandemia (De Sousa Santos 2020Sousa Santos, Boaventura de. 2020. La cruel pedagogía del virus. Madrid: Akal.), la infodemia se está encargando de desmentir esta realidad. La infodemia nos hace más vulnerables, también frente a fenómenos como la pandemia. También a todos.

CONCLUSIONES

 

Partiendo de la justificación de que los espacios liminales, como las minorías étnicas, culturales y religiosas, conforman un punto de interés para el estudio de la desinformación, el presente análisis se ha adentrado en la interacción entre desinformación e islamofobia en tiempos de infodemia, en el contexto de España entre los meses de marzo y agosto de 2020. Para ello, se ha efectuado una investigación de carácter cualitativo sobre una muestra conformada por 44 noticias falsas agrupadas, en un primer nivel, en 17 historias-eventos narrados por las noticias y, en un segundo nivel, en 3 narrativas articuladoras (topos) del contenido. La exploración presentada nos ha permitido corroborar, además, las hipótesis iniciales sobre las dinámicas de desinformación que han enmarcado la investigación: la importancia de las networked connections y del contexto informativo asimétrico para la comprensión de las dinámicas de la desinformación.

La desinformación, tanto en general como aquella que tiene su objetivo en la comunidad islámica, emerge de un contexto asimétrico de información, en el que un número reducido de emisores logran -gracias, también, a las lógicas propias del entorno virtual- una expansión de la propia desinformación y una normalización de la misma (fact-laundering).

Frente a otros análisis que ponen su foco en la influencia de bots, agentes externos internacionales, etc., nuestro estudio ha mostrado que la interacción entre el entorno informativo asimétrico y las dinámicas sociológicas en los sistemas online y offline es la que condiciona la propia emergencia y difusión de la desinformación en un contexto informativo asimétrico, tal y como subraya el informe de Vosoughi, Roy y Aral (2018: 5)Vosoughi, S., D. Roy y S. Aral. 2018. “The spread of true and false news online”. Science 359: 1146-1151. https://doi.org/10.1126/science.aap9559.. Así pues, hemos rastreado cómo la convergencia entre el espacio online y las dinámicas del mundo offline, caracterizadas en España por la irrupción -entre otras cuestiones- de la derecha radical, se encuentra detrás de parte de los focos emisores de bulos en la red. A su vez, la expansión de la desinformación es potenciada gracias al efecto de las propias redes sociales y sus dinámicas de instantaneidad, alcance masivo y acceso inmediato a la información, y de los efectos que generan en conjunción con las dinámicas sociológicas (falta de atención a la información, polarización de posiciones, excesiva dependencia de las heurísticas sociales, etc.).

Esta confluencia entre asimetría informativa, lógicas de las nuevas tecnologías y dinámicas sociológicas apunta a que el reto que plantea la desinformación no es, primeramente, una crisis tecnológica, sino, ante todo, una crisis de los sistemas democráticos, cuya estructura parece debilitarse entre viejas y nuevas cuestiones. O, mejor dicho, por viejos y conocidos problemas -como la islamofobia o la asimetría informativa- que se ocultan bajo ropajes nuevos y digitales.

Las limitaciones de la investigación efectuada, que responden principalmente a la necesidad de concreción contextual y cronológica para la selección de una muestra de estudio, también apuntan a la potencial agenda de investigación en torno al análisis de la interacción entre islamofobia, desinformación e infodemia. Estudios de carácter comparativo permitirán comprender con mayor profundidad las características de dinámicas globales que están lejos de circunscribirse exclusivamente al caso español. Igualmente, se hace necesaria la continuación del análisis sobre esta temática tras la superación de la crisis provocada por la pandemia, a fin de identificar si la intensificación de la interacción entre islamofobia y desinformación en tiempos de pandemia, a la que este estudio apunta y que ha sido demostrada en otros contextos de análisis (Perrigo 2021Perrigo, B. 2021. “It Was Already Dangerous to Be Muslim in India. Then Came the Coronavirus”. Time, 3 de marzo. Consulta 5 de julio de 2021. (https://time.com/5815264/coronavirus-india-islamophobia-coronajihad/).), responde a la acentuación puntual de dinámicas, que ya caracterizaban el mundo anterior a la COVID-19, o, por el contrario, constituyen la antesala de un contexto en el que se habrá podido superar la pandemia, pero en el que la “ola” de la infodemia se encuentre aún lejos de cambiar su tendencia.

AGRADECIMIENTOS

 

Los autores desean agradecer tanto a Roberto Ruiz Ballesteros como a los panelistas y discussants de la Breakout Session del Estoril Political Forum (19-22 de octubre de 2020) por los comentarios y sugerencias realizados sobre la investigación de la que surge este artículo.

Los autores han contado con el apoyo del Proyecto de Investigación “Modernidad y religión en la España del siglo XX: entre el consenso y la ruptura” (PGC2018-099909-B-I00, MCI/AEI/FEDER, UE), cuyo Investigador Principal es Julio de la Cueva Merino.

NOTAS

 
[*]

Todos los autores han contribuido de igual manera.

1

Distintos autores han destacado que, en el estudio de fenómenos como la islamofobia o el racismo, instrumentos como la encuesta tienen limitaciones relacionadas con el “sesgo de deseabilidad social”, es decir, la tendencia a minimizar las actitudes y comportamientos socialmente estigmatizados y a enfatizar los socialmente deseados (véanse Anderson 2019Anderson, J. R. 2019. “The moderating role of socially desirable responding in implicit-explicit attitudes toward asylum seekers”. International Journal of Psychology 54: 1-7. http://dx.doi.org/10.1002/ijop.12439. y Cea D’Ancona 2009Cea D’Ancona, M. A. 2009. “La compleja detección del racismo y la xenofobia a través de encuesta. Un paso adelante en su medición”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 125: 13-45.).

2

Véase también la investigación de Cantón y Galindo (2019)Cantón Correa, F. J. y P. Galindo Calvo. 2019. “Posverdad, redes sociales e islamofobia en Europa. Un estudio de caso: el incendio de Notre Dame”. RAEIC, Revista de la Asociación Española de Investigación de la Comunicación 6/1-2: 35-57. sobre la falsa atribución a la comunidad islámica del incendio de Notre Dame, difundida por las redes

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