Revista Internacional de Sociología 82 (1)
enero-marzo, e247
ISSN: 0034-9712, eISSN: 1988-429X
https://doi.org/10.3989/ris.2024.82.1.1185

MARCADORES SOCIODEMOGRÁFICOS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LAS GENERACIONES CATALANAS. 1926-2005

SOCIODEMOGRAPHIC MARKERS AND NEW TECHNOLOGIES IN THE CATALAN GENERATIONS. 1926-2005

Osama Damoun

Centre d’Estudis Demogràfics (CED-CERCA) y UAB, España

https://orcid.org/0000-0002-1706-5842

Andreu Domingo

Centre d’Estudis Demogràfics (CED-CERCA), España

https://orcid.org/0000-0003-3270-1939

Jordi Bayona-i-Carrasco

Universitat de Barcelona y Centre d’Estudis Demogràfics (CED-CERCA), España

https://orcid.org/0000-0003-2819-9085

RESUMEN

En este artículo delimitamos y caracterizamos las generaciones catalanas contemporáneas en torno a su tamaño y a tres marcadores sociodemográficos (el lugar de nacimiento, el nivel de instrucción y su posición en la revolución digital), enmarcándolas siguiendo los acontecimientos históricos que han marcado su juventud y las diferencias de género. Con datos de censos de población y el padrón continuo, hemos confirmado que las características sociodemográficas analizadas se erigen como fronteras generacionales. Explotando la encuesta de uso de las TIC en hogares del Instituto Nacional de Estadística, encontramos indicios de diferencias generacionales. La agrupación decenal propuesta se adecua con más precisión al contexto catalán y, por extensión, español, siendo fundamento para futuras investigaciones desde una perspectiva generacional.

PALABRAS CLAVE: 
Generaciones; revolución digital; niveles de instrucción; inmigración
ABSTRACT

In his paper we delimit and characterise contemporary Catalan generations according to their size and three socio-demographic markers (place of birth, level of education and their position in the digital revolution). We frame them according to the historical events that have marked their youth and gender differences. Using data from population censuses and the continuous census, we have confirmed that the analysed socio-demographic characteristics stand as generational boundaries. Exploiting the Instituto Nacional de Estadística ICT household usage survey, we found signs of generational differences. The proposed ten-year grouping is more accurately adapted to the Catalan context and, by extension, to the Spanish context, providing a basis for future research from a generational perspective.

KEYWORDS: 
Generations; digital revolution; educational attainment; immigration

Recibido: 27.02.2023. Aceptado: 18.11.2023. Publicado: 27.03.2024

Cómo citar este artículo/Citation: Damoun, Osama, Andreu Domingo y Jordi Bayona-i-Carrasco. 2024. Marcadores sociodemográficos y nuevas tecnologías en las generaciones catalanas. 1926- 2005. Revista Internacional de Sociología 82(1):e247. https://doi.org/10.3989/ris.2024.82.1.1185

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN: ¿BOOMERS Y MILLENNIALS, UNA METÁFORA DEL CAMBIO SOCIAL?

 

No son pocos los que han querido ver en las capacidades de uso de las nuevas tecnologías de los individuos agrupados por cohortes de nacimiento la divisoria generacional definitiva. Así, se habló de generaciones analógicas y nativas digitales, como un parteaguas generacional de tipo global, que acaba caracterizando las generaciones más antiguas y la de los jóvenes del nuevo milenio. Para suavizar esa división, se añadió la metáfora de “migrantes digitales” para aquellos individuos de las generaciones analógicas que lograran habilidades suficientes que certificaran su ciudadanía digital de pleno derecho.

A partir de esa primera fractura, han proliferado clasificaciones generacionales correspondientes a cada nuevo avance tecnológico en el campo de la revolución digital como, por ejemplo, la generación zbyte (Floridi 2014Floridi, Luciano. 2014. The 4rth Revolution. How the Infosphere is Reshaping Human Reality. Oxford: Oxford University Press.) o la generación @, generación # o generación Blockchain (Feixa 2021Feixa, Carles. 2021. “Generación Blockchain: movimientos juveniles de la era de la web semántica”. Revista latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud 19 (1): 1-20. https://doi.org/10.11600/rlcsnj.19.1.4584.). A esa división, se sobrepuso otra que tenía por objetivo simbolizar (y al mismo tiempo promover) la sensibilidad generacional respecto al cambio climático producto del calentamiento global. El movimiento de Greta Thunberg y el eco de sus acciones bajo las manifestaciones del Viernes por el futuro han sido paradigmáticas, tanto en la explotación realizada por los medios de comunicación como en los propios discursos programáticos de la joven activista. Esa polarización se mimetizaba con la idea de “deuda generacional” puesta en boga a raíz de la supuesta crisis del sistema de pensiones ocasionada por la entrada de las generaciones llenas de los baby boomers a la edad de jubilación.

Durante la pandemia de COVID-19, el enfrentamiento generacional quedó fijado en la falsa dicotomía a la que la sindemia nos confrontaba: escoger entre salud o economía como una trasposición de los intereses generacionales encontrados de viejos y jóvenes. Esa múltiple oposición generacional se ha popularizado como la colisión entre boomers como metonimia de todas las generaciones más antiguas, y millennials como la representante de las generaciones más jóvenes, ya nacidas en la época digital. Las primeras amenazadas por la obsolescencia, las segundas portadoras de la antorcha de la revolución tecnológica.

Esa fractura global, que hoy nos parece fundamental, es consubstancial a la propia idea de generación, lo fue durante la Primera Guerra Mundial y el invento de la famosa “generación perdida”, atribuido a la escritora Gertrude Stein para referirse a la generación damnificada por la Gran Guerra (Hemingway [1926] 2004Hemingway, Ernest. [1926] 2004. Fiesta: The Sun Also Rises. Londres: Arrow Books.), que luego se ha convertido en un tópico recurrente. También lo fue desde el análisis científico en el campo de la sociología y de la demografía, en que los jóvenes son vistos como portadores del cambio social y, por ello, la sucesión de generaciones es la que explica el progreso social y la innovación técnica, según la teoría del metabolismo demográfico (Ryder 1965Ryder, N. 1965. “The cohort as a concept in the study of social change”. American Sociological Review 30 (6): 843-861.), siguiendo los pasos del clásico de la sociología Karl Mannheim (1928)Mannheim, Karl. [1928] 1993. “El problema de las generaciones”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 62(2): 193-242.. O desde la antropología, que ve a partir de los años sesenta del siglo XX una clara inversión respecto a las sociedades primitivas en el papel de liderazgo de las generaciones más recientes sobre el rumbo del conjunto de la sociedad, hablando de culturas “prefigurativas” (Mead 1970Mead, Margaret. 1970. Culture and commitment. A study of the generational gap. New York: Natural History Press/Doubleday.).

En demografía, el tamaño de las generaciones se convirtió pronto en objeto de especulación sobre el futuro de los integrantes de las mismas, pronosticando mejores trayectorias vitales a aquellos miembros de las llamadas ‘generaciones vacías’, es decir, con menos miembros en relación con aquellas caracterizadas como ‘llenas’, en las que se encontraban más individuos en competencia, especialmente en el mercado laboral (Easterlin 1980Easterlin, Richard. 1980. Birth & Fortune. The impact of the number on the Individual Welfare. London: Grant McIntyre.). Tamaño de las generaciones en el que se ha querido identificar, junto con el nivel de instrucción, la causa de movimientos juveniles que tendrían su máximo exponente en el mayo del sesenta y ocho (Sauvy 1970Sauvy, Alfred. 1970. Les Revoltes des Jeunes. Paris: Calmant-Lévy.) y, más adelante, de diversas desestabilizaciones políticas (Cincotta 2004Cincotta, Richard. 2004. “Demographic Security Comes of Age”. Pp. 24-29 en The Next Steps for Environment, Population and Security, compilado por Geoffrey Dabelko. Washington DC: ESCP Reports.). La recuperación de la teoría del metabolismo demográfico en el siglo XXI (Lutz 2012Lutz, Wolfgang. 2012. “Demographic Metabolism: A Predictive Theory of Socioeconomic Change”. Population and Development Review 38: 283-301.) ha hecho hincapié en dos aspectos sociodemográficos que han marcado la evolución de la población global proyectados en el futuro: las consecuencias de la diversificación de la composición de las generaciones desde el punto de vista de su origen (Goujon et al. 2007Goujon, Anne, Vegard Skirbekk, Katrin Fliegenschnee y Pawel Strzelecki. 2007. “New Times, Old Beliefs: Projecting the Future Size of Religions in Austria”. Vienna Yearbook of Population Research 237-270. https://doi.org/10.1553/populationyearbook2007s237.), y los aumentos del nivel de instrucción o capital humano y su impacto socioeconómico (Lutz, Butz y KC 2014Lutz, Wolfgang, William Butz y Samir KC. 2014. World Population and Human Capital in the Twenty-First Century. Oxford: Oxford University Press.) y sobre la capacidad adaptativa futura de la sociedad al cambio climático (Lutz y Muttarak 2017Lutz, Wolfgang y Raya Muttarak. 2017. “‘Forecasting societies’ adaptive capacities through a demographic metabolism model”. Nature Climate Change 7(3): 177-184. https://doi.org/10.1038/nclimate3222.).

En España, los cambios generacionales han sido muy acusados, adquiriendo magnitudes espectaculares en las diferentes dimensiones consideradas. Empezando por el tamaño de las generaciones, con un baby boom tardío precedido por un baby bust debido a la Guerra Civil, y de nuevo la consecución de generaciones vacías en el último cuarto del siglo XX, producto del descenso rápido e intenso de la fecundidad, que ha marcado récords mundiales. Pero siguiendo el siglo XXI por la aceleración de la inmigración internacional, con dos oleadas, una a principios del nuevo milenio, otra a partir de 2014 hasta la llegada del COVID-19, jalonadas por sendas crisis económicas, la producida por la Gran Recesión de 2008 y la de la sindemia de 2020. Inmigración que ha contribuido a matizar o intensificar, según los casos, el tamaño de las generaciones. Por último, desde finales del siglo XX y principios del siglo XXI, España ha registrado una progresión ascendente en los niveles de instrucción, especialmente notable para las generaciones femeninas, que condicionará otros indicadores sociodemográficos, como la integración de esas mujeres en el mercado laboral (Garrido 2004Garrido, Luis. 2004. “Demografía longitudinal de la ocupación”. ICE, Revista de Economía 815: 105-142.). El caso de un estudio regional como representa poner el foco sobre Cataluña, añade por un lado el interés de la mayor intensidad de esos cambios, y por el otro, a diferencia de lo ocurrido en el conjunto de España, cuenta con una tradición secular de migración durante el siglo XX, protagonizada por los migrantes llegados de otras regiones, que nos pueden aportar más riqueza comparativa.

Por ello, este texto tiene tres objetivos principales: el primero es establecer una delimitación generacional basada, en primera instancia, en el período histórico cubierto por cada generación y el tamaño de cada una. El segundo objetivo es caracterizar las diferentes generaciones masculinas y femeninas presentes en 2022 en Cataluña, en torno a 3 marcadores sociodemográficos: 1) la diversificación introducida por las migraciones; 2) el nivel de instrucción, y 3) su posición relativa a la revolución digital. El tercero es confirmar si la posición de cada generación en referencia a los fenómenos estudiados corresponde a efectos de edad, generación o momento.

FUENTES Y METODOLOGÍA

 

Con el fin de cumplir con los objetivos marcados se han empleado datos procedentes de varias fuentes: para determinar el tamaño de las generaciones y su evolución, se han explotado los censos de los años 1981, 1991, 2001, 2011 y 2021, utilizando el lugar de nacimiento como aproximación a la migración. Con el fin de obtener la cifra de nacimientos, se han considerado las series históricas del Movimiento Natural de la Población.

Para el nivel de instrucción, también se han obtenido los datos de los censos arriba mencionados (con la excepción de 1981). Se han codificado tres niveles de instrucción máxima alcanzada, estudios primarios, secundarios y superiores. Se han integrado en los datos censales los declarados como analfabetos y sin estudios con los que completaron la educación primaria, especialmente en relación con las generaciones más jóvenes, en que los primeros son prácticamente inexistentes, permitiendo establecer una comparación generacional a lo largo del periodo comprendido entre 1991 y 2021.

El impacto de las TIC y su uso en las diferentes generaciones se ha estudiado a partir de la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares 1 Población estadística: personas de 16 y más años residentes en viviendas familiares (24 000 viviendas), además de niños de 10-15 años residentes en el hogar. Muestra para cataluña: 1600-2000 personas de más de 16 años en los años abordados. del Instituto Nacional de Estadística (INE), disponible desde 2003 hasta 2021. Se han seleccionado preguntas que nos permiten una caracterización básica de cada generación en función del uso de las nuevas tecnologías. La falta de continuidad en algunas preguntas dificulta su seguimiento, como es el caso del uso de recursos educativos o el uso de chats. La regularidad de aparición de las mismas preguntas en sucesivas encuestas se debe al abandono de algunas preguntas o a la aparición de nuevas, como consecuencia de las innovaciones en el campo de las TIC; un claro ejemplo son aquellas relacionadas con el uso de las redes sociales formuladas con posterioridad.

Se han elegido cuatro puntos temporales (2006, 2011, 2016 y 2021) cubriendo un período de 15 años, haciendo coincidir el último corte temporal con el último año disponible. Se han seleccionado inicialmente cuatro preguntas abordando la posición de cada generación en referencia a la utilización de internet, a las compras realizadas por internet en los últimos tres meses, el uso de banca electrónica y el correo electrónico. En todos los casos, las respuestas posibles son binarias respecto al uso de la tecnología en cuestión, excepto las compras por internet a partir de 2011, en que las respuestas se amplían a multirrespuesta. A fin de dar continuidad a la pregunta iniciada en 2006, se agruparon dos de las respuestas posibles (haber comprado el último mes o el último trimestre), consiguiendo una respuesta equivalente a la dada en 2006. La intensificación del uso de internet a lo largo de los años hizo necesaria la formulación de nuevas preguntas que midieran con más detención la intensidad de uso. Se han seleccionado dos de estas cuestiones, de las cuales no se dispone en la encuesta de 2006: la frecuencia de uso de internet, en la cual se especifica la frecuencia diaria o semanal del mismo, permitiendo una medición más detallada, y la utilización de las redes sociales, de respuesta dicotómica.

Al descomponer la muestra de la encuesta por CC. AA., generaciones y sexo, se debilita la representatividad, por lo cuál se procederá a presentar los resultados solamente por generaciones.

MARCO DE REFERENCIA: UNA PROPUESTA DE AGRUPACIÓN GENERACIONAL

 

Aproximación al concepto de generación

 

La noción de generación ha sido tratada desde diferentes perspectivas y disciplinas, y el término es a menudo objeto de una considerable polisemia, partiendo de dos definiciones distintas: en primer lugar, la generación entendida como posición o relación de parentesco entre padres e hijos, esto es, una etapa o posición en la línea sucesoria biológica; en segundo lugar, entendida como agregado de individuos nacidos en el mismo período y que han experimentado los mismos eventos históricos y sociales, especialmente durante su juventud (Alwin y McCommon 2003Alwin, Duane y Ryan McCommon. 2003. “Generations, Cohorts, and Social Change”. Pp. 23-49 en Handbook of Life course, editado por J. Mortimer y M. Shanahan. New York: Kluwer Academic/Plenum Publishers.; Attias-Donfut 1988Attias-Donfut, Claudine. 1988. “La notion de génération: usages sociaux et concept sociologique”. L’Homme et la société, 90(4): 36-50.; Kertzer 1983Kertzer, David. 1983. “Generation as a sociological problem”. Annual review of sociology 9(1): 125-149.). Es alrededor de esta segunda definición que gravita el concepto abordado en este trabajo.

Dos clásicos emergen como citas imprescindibles para tratar el concepto que nos ocupa: en primer lugar, Karl Mannheim ([1928] 1993)Mannheim, Karl. [1928] 1993. “El problema de las generaciones”. Revista Española de Investigaciones Sociológicas 62(2): 193-242., que, partiendo de una perspectiva sociológica, busca sintetizar los procesos e interacciones sociales que estructuran la sucesión de las generaciones con el objetivo de comprender el cambio social. Atribuye a una generación una ubicación social, planteando que lo que constituye la posición común de una generación no es tanto el nacimiento de sus miembros en una misma etapa cronológica, sino la vivencia común de los mismos sucesos. Para determinar la posición generacional, se sirve de dos conceptos centrales: la conexión generacional que permite agrupar individuos dentro del mismo contexto histórico-social y la unidad generacional, posibilitando tener en cuenta la diversidad social intrageneracional en cada momento histórico. En esta línea, la segunda aproximación fundamental a las generaciones concierne a Ortega y Gasset (1933)Ortega y Gasset, José. [1933] (2005). En torno a Galileo. Madrid: Biblioteca Nueva., que, mediante una perspectiva histórica, califica la generación como el concepto más importante de la historia, como el elemento que determina la articulación del cambio histórico, subrayando que una generación toma forma cuando los individuos que la integran comparten un periodo histórico concreto. Similarmente, Marías (1961: 182-183) expone: “Las generaciones determinan la función del cambio histórico. Se sustituyen los sistemas de vigencias y son reemplazados por otros”. Desde una perspectiva demográfica, partimos de la aportación clásica de Ryder, que, en términos de cohorte e inspirándose en Mannheim, define: “el conjunto de individuos (dentro de una definición poblacional) que han experimentado el mismo evento dentro del mismo intervalo” (Ryder 1965: 845Ryder, N. 1965. “The cohort as a concept in the study of social change”. American Sociological Review 30 (6): 843-861.).

En concordancia con los conceptos de ‘conexión generacional’ y ‘sistema de vigencias’, otros autores también han destacado la “memoria colectiva” de una generación (Attias-Donfut, Daveau y Baillauquès 2004Attias-Donfut, Claudine; Phillippe Daveau y Simone Baillauquès 2004. “Autour du mot Géneration”. Recherche & formation 45(1): 101-113.; Eyerman y Turner 1998Eyerman, Ron y Brian Turner. 1998. “Outline of a theory of generations”. European Journal of Social Theory 1(1): 91-106. https://doi.org/10.1177/136843198001001007.), articulada alrededor de una conciencia de generación propia, delimitada social y temporalmente por las generaciones adyacentes (Attias-Donfut 1988Attias-Donfut, Claudine. 1988. “La notion de génération: usages sociaux et concept sociologique”. L’Homme et la société, 90(4): 36-50.). La delimitación de las generaciones se establece al cruzarse biografía e historia, los eventos y condiciones históricas afectan a los individuos de diferente edad de forma diversa, creando así generaciones históricas. Se han realizado numerosos trabajos trazando generaciones, entre los cuales destacan a nivel global, más concretamente norteamericano, el de Carlson (2008)Carlson, Elwood. 2008. The lucky few: Between the greatest generation and the baby boom. Nueva York: Springer., que procede a una detallada descripción de las generaciones americanas vivas durante el siglo XX, prestando especial atención a los Lucky Few (nacidos entre 1929 y 1945) y el tamaño de las generaciones; y Howe y Strauss (1991)Howe, Neil y William Strauss. 1991. Generations: the history of America’s future, 1584 to 2069. New York: William Morrow & Company. con su ambiciosa delimitación de las generaciones estadounidenses desde 1584 (con la llegada de los primeros colonos) hasta 2069, sirviéndose de un modelo de cuatro “generaciones tipo” que se suceden a lo largo de ciclos históricos de aproximadamente un siglo de duración. Una mención especial merece la obra de Inglehart, que, si bien se enunció como un cambio generacional con un impacto especial en los comportamientos demográficos, al final se abordó como un efecto de momento, en que los valores materialistas y posmaterialitas iban ganando peso en las generaciones que protagonizarían el tránsito (Inglehart 1998Inglehart, Ronald. 1998. Modernización y posmodernización. El cambio cultural, económico y político en 43 sociedades. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.).

A nivel español, no se ha realizado un trabajo de dicha magnitud tomando las condiciones demográficas e históricas propias del país para construir una delimitación parecida. Si bien, De Miguel (1986)De Miguel, Amando. 1986. España cíclica: ciclos económicos y generaciones demográficas en la sociedad española contemporánea. Madrid: Fundación Banco Exterior. atisbó la relación entre las características demográficas de diferentes secuencias generacionales con los ciclos económicos y productivos (de expansión y contracción) y los eventos históricos. Algunos autores han planteado trabajos circunscritos al estudio y caracterización de una generación concreta (Aixalà 2004Aixalà, Emma. 2004. La quinta del biberó: els anys perduts. Barcelona: Proa.; Gil Calvo 1985Gil Calvo, Enrique. 1985. Los depredadores audiovisuales. Juventud urbana y cultura de masas. Madrid: Tecnos.), mientras que otros han analizado la posición en el mercado laboral a nivel generacional (Garrido 2004Garrido, Luis. 2004. “Demografía longitudinal de la ocupación”. ICE, Revista de Economía 815: 105-142.), ahondando en la constitución familiar por generaciones y la incorporación laboral de las mujeres (Solsona 1994) o en la evolución de los niveles de instrucción alcanzados a nivel generacional (Pérez 2007Pérez, Julio. 2007. “La revolución educativa en las generaciones españolas”. Revista de Demografía Histórica 25(1): 137-164.). Más recientemente, (Fernández-Carro et al. 2022Fernández-Carro, Celia, Rafael Grande, Pau Miret y Marta Seiz. 2022. “Generaciones y curso(s) de vida: una mirada longitudinal a los retos demográficos contemporáneos”. Revista Española De Sociología 31(2), a105. https://doi.org/10.22325/fes/res.2022.105.) destacan la creciente importancia de la óptica generacional y biográfica en la demografía española, en gran medida gracias a las nuevas fuentes de información que lo hacen posible (como la reconstrucción de trayectorias individuales).

En el caso catalán, el historiador Vicens Vives y Llorens (1958)Vicens Vives, Jaume y Montserrat Llorens. 1958. Industrials i polítics (segle XIX). Barcelona: Vicens Vives. figuran como los primeros en caracterizar y delimitar generaciones en la Cataluña del Siglo XIX en función de los movimientos literarios y culturales del siglo, valiéndose de los fenómenos históricos y las fluctuaciones demográficas y económicas del período. Por último, en demografía hay que destacar la reconstrucción de las trayectorias vitales para las generaciones del siglo XX para Cataluña y España realizada por Anna Cabré (1999)Cabré, Anna. 1999. El sistema català de reproducció. Barcelona: Proa..

La delimitación de las generaciones

 

Hay dos dificultades, si no incongruencias, en la delimitación de los grupos generacionales: la primera en cuanto a la necesidad de armonizar el número de años que comprende cada generación con el fin de llevar a cabo un análisis estadístico representativo (sobre todo, pensando en las encuestas con muestras reducidas); la segunda parte de los posibles desajustes entre la definición global y local de las generaciones. En el primer caso, tenemos la obra clásica de Julián Marías (1949)Marías, Julián. 1949. El método histórico de las generaciones. Madrid: Revista de Occidente. que, siguiendo las definiciones canónicas de Ortega y Gasset (1933)Ortega y Gasset, José. [1933] (2005). En torno a Galileo. Madrid: Biblioteca Nueva., toma como medida estándar los 15 años, pensando en que las generaciones se definen a partir de la llegada a la madurez sexual de cada una de ellas. Esa definición, debido al retraso de la edad media de la maternidad y la paternidad en España y al alargamiento de la juventud que implica, incluso nos llevaría a definir períodos más largos, entre los veinte y los treinta años, como umbrales generacionales. En dirección contraria, se movería la tendencia a aplicar cierto márquetin a la definición de las generaciones, por lo menos desde el éxito de la novela de Douglas Coupland (1991)Coupland, Douglas. 1991. Generation X: Tales for an accelerated culture. New York: Macmillan. que dio lugar a la etiqueta de ‘generación X’, en la que la aceleración de la percepción de los eventos históricos ha llevado a acortar el período en el que se considera que empieza una nueva generación. Asimismo, la rápida consolidación de las nuevas tecnologías y sus consiguientes consecuencias sociales se presenta como un argumento más para delimitar generaciones cada vez más reducidas. Efectivamente, Díez-Nicolás (2007)Díez-Nicolás, Juan. 2007. “Values and generations in Spain” en Changing Values, Persisting Cultures, compilado por Thorleif Pettersson y Yilmaz Esmer. Leiden: Brill. https://doi.org/10.1163/ej.9789004162341.I-390.89. especifica que actualmente una generación se aproxima al decenio o incluso menos, debido a la velocidad de los cambios sociales.

En segundo lugar, debemos considerar la pugna entre el marco local y el global en la definición de las generaciones, o de las cohortes por nacimiento que agrupa a cada generación. En el caso de España, esta tensión se hace evidente a partir de la definición de los propios boomers, ya que el boom de la natalidad se dio con posterioridad a los Estados Unidos y la mayoría de los países que formaron parte de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, que han marcado la cronología de esas generaciones llenas. Así, cuando en Estados Unidos se habla de boomers se entiende las generaciones nacidas entre 1946 y 1964 (Carlson 2008Carlson, Elwood. 2008. The lucky few: Between the greatest generation and the baby boom. Nueva York: Springer.), mientras que en el caso español, como veremos, esa cronología retrasa su inicio en por lo menos una década. Muy similar a la propuesta de Carlson, el Pew Research Center ha popularizado una clasificación generacional (eminentemente estadounidense) que ha sido retomada por trabajos en España, en particular el BBVA (2021)BBVA. 2021. “Baby Boomers’, generación X, ‘millennials’ y ‘centennials’: el talento en cuatro generaciones”. Bilbao: BBVA. Consulta 7 de febrero de 2023 (https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/baby-Boomers-generacion-x-millennials-y-centennials-el-talento-en-cuatro-generaciones/)., y difundida por los medios de comunicación. Para poner en evidencia esas discrepancias y proponer una agrupación generacional propia tanto para España como para Cataluña, empezaremos por examinar el tamaño de las generaciones a partir del año de nacimiento para, en un segundo estadio, verificar la diferenciación por sexos atendiendo a la progresión del nivel de instrucción; en tercer lugar, observar el impacto de las migraciones, internas e internacionales en Cataluña y, por último, acabar con el uso de las TIC. Antes finalizaremos este apartado con una propuesta de agrupación generacional para las generaciones presentes en 2022, sintetizando las generaciones canónicas a escala global y las particularidades locales.

Analógicos versus digitales: ¿una brecha insuperable?

 

Con la revolución digital se establece un eje de diferenciación generacional, dado el posicionamiento desigual respecto al uso y familiaridad con las TIC en la denominada ‘infoesfera’ (Floridi 2014Floridi, Luciano. 2014. The 4rth Revolution. How the Infosphere is Reshaping Human Reality. Oxford: Oxford University Press.). Tanto es así, que se ha caracterizado, por un lado, como nativos digitales a aquellos que crecieron rodeados de las TIC, aclimatados al uso de internet y las nuevas tecnologías; y, por otro lado, como inmigrados digitales a aquellos que han aprendido a usar las TIC durante su edad adulta (Prensky 2001Prensky, Marc. 2001. “Digital Natives, Digital Immigrants”. On the horizon 9(5): 1-6. https://doi.org/10.1108/10748120110424843.). A partir de esta aportación, otros autores han avanzado en otras líneas para explicar las asimetrías en el uso o en la brecha de uso de las TIC. White y Le Cornu (2011)White, David y Alison Le Cornu. 2011. “Visitors and Residents: A new typology for online engagement”. First Monday 16(9). https://doi.org/10.5210/fm.v16i9.3171. proponen otra metáfora, los visitantes y los residentes digitales: los primeros llevan a cabo un uso informacional que utiliza la red principalmente como una herramienta funcional, mientras que los segundos usan internet como un lugar o espacio donde desarrollar una identidad digital, como una red de miembros en un espacio social.

Nos servimos del concepto bourdieusiano de ‘habitus’ para abordar la disposición generacional al uso de las nuevas tecnologías. Bourdieu (1998)Bourdieu, Pierre. 1998. La distinción, criterios y bases sociales del gusto. Madrid: Taurus. entendía el habitus como sistema de disposiciones socialmente adquiridas que impulsan a los individuos a percibir, hacer y pensar de forma similar al resto de miembros de su grupo social. En la teoría de Bourdieu, el habitus está estrechamente ligado al concepto de ‘capital’, entendido como la “energía social” de la que disponen los agentes, siendo no solo económico sino también cultural, social o simbólico. Dicha teoría ha sido retomada en el ámbito de las TIC en torno al concepto de ‘habitus digital’, Casillas y Ramírez (2016) lo definen como un conjunto de capacidades y prácticas que los individuos desarrollan en el marco de la cultura digital, que implica conocimientos, habilidades y maneras pertinentes de usar las TIC, permitiendo estructurar el comportamiento en el entorno virtual y la capacidad de apropiárselo. Otros autores han abordado el habitus digital desde la brecha y desigualdad digitales fruto de la acumulación de capital económico o cultural (Ignatow y Robinson 2017Ignatow, Gabe y Laura Robinson. 2017. “Pierre Bourdieu: Theorizing the digital”. Information, Communication & Society 20(7): 950-966. https://doi.org/10.1080/1369118X.2017.1301519.). En otra línea, en la literatura se ha destacado lo digital como generador de habitus a través del big data y la predicción y análisis algorítmicos, teniendo efectos en la identidad e interacción en el mundo social (Romele y Rodighiero 2020Romele, Alberto y Dario Rodighiero. 2020. “Digital Habitus or Personalization without Personality”. Humana Mente 37(13): 98-126.). Desde las ciencias de la educación, Zevenbergen (2007)Zevenbergen, Robyn. 2007. “Digital Natives Come to Preschool: Implications for Early Childhood Practice”. Contemporary Issues in Early Childhood 8(1): 19-29. asigna un potencial superior para cultivar un habitus digital (en este caso, en términos de habitus tecnológico) a los nativos digitales. Por medio de esta perspectiva sociológica del habitus digital, nos aproximamos a la disposición generacional al uso de las nuevas tecnologías.

En una forma similar, en el contexto español se han encontrado claras evidencias de alta asociación entre el aprovechamiento de las potencialidades de las TIC y elevados niveles de estudios y una posición activa en el mercado laboral (Calderón 2019Calderón, Daniel. 2019. “Panorámica de la desigualdad digital en España: Operacionalización y dimensionamiento de las brechas digitales de accesibilidad, habilidades y formas de uso”. Arxius de Sociologia 41(1): 109-122.), asimilando dichas desigualdades del uso al “efecto Mateo” (García-Faroldi 2022García-Faroldi, Livia. 2022. “Desigualdad digital en España: La adopción diferenciada de los usos beneficiosos de internet (2017-2019)”. Revista de estudios regionales 124: 73-100.), en que aquellos con mejor acceso a internet y elevado capital económico y cultural llevan a cabo un uso más exhaustivo y amplio de las TIC. Además, se han analizado las desigualdades de uso entre los jóvenes, rechazando su uniformidad en torno a las habilidades propias de los nativos digitales, haciendo hincapié en las asimetrías de las formas de acceso y uso debidas a las desigualdades socioeconómicas (Calderón 2017Calderón, Daniel. 2017. “Una aproximación a la evolución de la brecha digital entre la población joven en España (2006-2015)”. Revista Española de Sociología 28(1): 27-44. http://dx.doi.org/10.22325/fes/res.2018.16.).

El tamaño de las generaciones como discriminante generacional

 

El primer criterio adoptado ha sido centrarnos en aquellos grupos generacionales que en 2022 tenían suficientes miembros vivos como para ser representativos en las encuestas, además de su registro en las estadísticas de población; eso excluirá tanto a las generaciones más antiguas nacidas con anterioridad a 1922, como a las más recientes nacidas después de 2006 (que aún no habían cumplido los 18 años en 2023). El segundo criterio ha sido partir del tamaño de las generaciones como una medida tentativa de los grupos generacionales, empezando por los baby boom y su opuesto, los baby bust, es decir las “generaciones llenas” constituidas por el aumento de los nacimientos y al contrario, las “generaciones vacías”, resultado del descenso de la fecundidad y, por tanto, de la reducción en el número de nacimientos. Partiendo de niveles de fecundidad secularmente bajos ya en la finalización de la transición demográfica en Cataluña, culminada en el primer tercio del siglo XX (Arango 1976Arango, Joaquín. 1976. “Cambio económico y movimientos migratorios en la España oriental del primer tercio del siglo XX: algunas hipótesis sobre determinantes y consecuencias”. Hacienda Pública Española/Review of Public Economic, 38(1): 51-80.), destacan dos períodos de alza de la natalidad y dos, por lo menos, de descenso pronunciado.

El primer boom de la natalidad se inicia a mediados de los años cincuenta. Si en 1952 ya se supera el umbral de los 50 000 nacimientos que se producían anualmente durante los primeros años de la República, es a partir de 1956 y 1957 cuando esa tendencia al crecimiento se acelera hasta doblarlos con un máximo en 1975 de 112 000 nacimientos. Crecimiento en el que la inmigración procedente del resto de España tiene un papel protagonista. Puede decirse pues, si queremos formar generaciones decenales, que los baby boomers en el caso de Cataluña abarcan dos grupos: el inicial de 1956 a 1965, que coincidiría con aquellos para los que la muerte de Franco y el inicio de la democracia fue una efeméride que marcaría la adolescencia y sus primeros años de juventud, seguidos de una juventud marcada por la crisis de los setenta; y, un segundo grupo de boomers nacidos entre 1966 y 1975, que coincidirían grosso modo con la generación X. Aunque el número de nacimientos entre 1976 y 1985 pueda considerarse parte de los boomers, teniendo en cuenta el volumen siempre menor de nacimientos registrados por las generaciones posteriores, la caída vertiginosa de la fecundidad dejará su impronta en este grupo generacional, mereciendo una clasificación propia, singularmente en la escasez relativa de mujeres en el mercado matrimonial (Cabré 1994Cabré, Anna. 1994. “Tensiones inminentes en los mercados matrimoniales”. Pp. 37-60 en El mundo que viene, compilado por Jordi Nadal. Madrid: Alianza.). Esta es la generación que en el etiquetaje global ha merecido el nombre de “Generación Y”, siendo también la que puede considerarse la primera generación nativa digital, por lo que algunos autores la han llamado “Generación @”.

Deberemos esperar al cambio de siglo para asistir a un nuevo auge de los nacimientos, provocado tanto por un efecto de estructura de la población, la llegada de las baby boomers a la edad de la maternidad con retraso, como a la aportación de las migrantes internacionales, mini baby boom perceptible en los primeros años del siglo XXI hasta la Gran Recesión en 2008, cuando vuelven a caer los nacimientos. En cuanto a los grupos de generaciones vacías, el primero es el constituido por los nacidos durante la Guerra Civil y los inmediatos años de la posguerra, entre 1936 y 1945, mientras que el segundo podría considerarse el que abarca los mínimos de la fecundidad, los nacidos entre 1986 y 1995, siendo este último año en el que la natalidad tocará fondo con 53 809 nacimientos (la mitad de los registrados en 1976). Es precisamente también esta generación la que ha sido bautizada como millennials, ya que su niñez y adolescencia estará marcada por el cambio de milenio, tendrán entre 6 y 15 años en 2001. Como veremos, la inmigración internacional relativiza considerablemente el estatus de “generación vacía”, siendo el valor más bajo dentro de la generación en 2021 de 81 301 efectivos (nacidos en 1995), desplazando el punto mínimo a los nacidos el 1998 con 78 528 efectivos en plena crecida de nacimientos del mini baby boom. Es más, el efecto de la migración internacional compensa los bajos niveles de 1992 propios del baby bust, haciendo que los 57 000 efectivos iniciales se conviertan en 89 000 en 2021, con lo cual llegan a igualar el punto álgido del mini boom alcanzado en 2008 con 89 000 nacimientos (figura 1). Como se indica en la misma figura, las generaciones propuestas en este trabajo ya no solo difieren por su longitud, cubriendo diez cohortes anuales, sino también muestran un decalaje temporal respecto a la mencionada clasificación popularizada a partir del trabajo de Carlson (2008)Carlson, Elwood. 2008. The lucky few: Between the greatest generation and the baby boom. Nueva York: Springer..

Figura 1.  Nacimientos en Cataluña de 1900 a 2022, clasificación por tamaño de las generaciones y principales acontecimientos históricos
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Fuente: series históricas y padrón continuo del Movimiento Natural de Población. INE

Más allá del boom y el bust, la primera generación cubierta, formada por los nacidos entre 1926 y 1935, ha sido etiquetada como la ‘generación del hambre’, por haber experimentado infancia y juventud durante la autarquía. A la generación que precede a los boomers se la ha denominado de ‘los progres’, debido a que fue marcada en su juventud por el aperturismo del régimen y una incipiente contestación, tomando como referencia internacional “el mayo del 68”. La última generación que queda por etiquetar, la ya mencionada generación vacía de 1936-1945, se ha denominado ‘la generación de la dictadura’, que han completado su juventud durante los años del “desarrollismo” (figura 2 y tabla 1 en ANEXO).

Figura 2.  Diagrama de Lexis de las generaciones en Cataluña, 1926-2020
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Fuente: censos de población y series históricas con datos del INE

Junto con el tamaño de las generaciones, los cambios en actitudes y valores de las generaciones han tenido un influjo especial en la explicación de los cambios generacionales. De este modo, el paso de valores materialistas a valores “postmaterialistas” que supuso la llamada ‘revolución silenciosa’ de Ronald Inglehart (1977)Inglehart, Ronald. 1977. The Silent Revolution, Changing Values and Political Styles Among Western Publics. Princeton: Princeton University Press. se convirtió en una pieza esencial para explicar los cambios demográficos acaecidos en Europa desde los años sesenta, sintetizados en la teoría de la segunda transición demográfica (Lesthaeghe 1991Lesthaeghe, Ron. 1991. The Second Demographic Transition in Western Countries, an interpretation. Bruselas: Vrije Universiteit Brussel.; Van de Kaa 1987Van de Kaa, Dirk J. 1987. “Europe’s Second Demographic Transition”. Population bulletin, 42 (1): 1-59.).

RESULTADOS: LA DIVERSIFICACIÓN DE LAS GENERACIONES

 

El impacto migratorio

 

Como consecuencia de los flujos migratorios llegados a Cataluña, tanto en la segunda mitad del siglo XX como en el presente siglo XXI, las distintas generaciones han modificado su tamaño y han aumentado su grado de diversidad. Primero, con las migraciones interiores provenientes de otras provincias españolas, especialmente intensas en las décadas de los cincuenta y sesenta del siglo XX, y actualmente con las migraciones internacionales, con un primer boom migratorio entre 1996 y 2008 y un segundo que, en Cataluña, cobra especial intensidad desde 2014 a 2019. En la figura 3, se presenta la progresión del tamaño de las generaciones, igualando de los 0 a 9 años a 100, para evitar el efecto de la mortalidad infantil en las primeras generaciones.

De esta forma, y a excepción de la primera generación (1926-1935), muy envejecida en estos momentos y que a pesar de superar los 85 años de edad aún conserva el 60 % de su población inicial, el resto de generaciones vivas todavía presentan más efectivos en 2020 que en su momento de nacimiento en Cataluña. Esto es significativo en generaciones como la nacida entre 1936 y 1945, entre 75 y 84 años en 2020 y que siguen mostrando efectivos muy por encima de los iniciales.

Figura 3.  Evolución del tamaño de las generaciones en Cataluña, 1940-2020 (0-9 años = 100)
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Fuente: censos de población de 1940 a 2001, padrones municipales de 1975 y 1986 y padrón continuo de 2011, 2016 y 2020. INE

El aumento de volumen de las generaciones más antiguas se debe a las migraciones interiores, provenientes del resto de España y de elevada intensidad entre 1950 y 1975 (Pujadas 2007Pujadas, Isabel. 2007. “Les migracions dels anys seixanta a Catalunya en Immigració. Les onades immigratòries en la Catalunya contemporània”. Barcelona: Fundació Carulla. Consulta 2 de noviembre de 2022 (https://fundaciocarulla.cat/wp-content/uploads/2020/01/Nadala_2007.pdf).), mientras que en las más recientes es consecuencia del efecto de las migraciones internacionales. Una de las generaciones más recientes, los millennials (1986-1995), estaría alcanzando cotas de crecimiento similares a las generaciones más antiguas, aquellas con mayores aumentos, como la nacida entre 1936 y 1945.

Si observamos la figura 4, podemos comprobar el efecto combinado de las migraciones internas e internacionales sobre el origen de la población. Al no disponer de datos anteriores a 1980, no es posible observar el impacto de la inmigración interior y el descenso de la proporción de los nacidos en Cataluña en los años 50 y 60, así como el influjo en edades jóvenes (que se pueda comparar al experimentado por los millennials a la misma edad). Tampoco podemos medir la perturbación que significó la crisis de los 70 y el retorno de muchos que habían llegado previamente a Cataluña, haciendo que la huella migratoria en las dos generaciones más antiguas fuera incluso mayor. En la generación millennial (1986-1995), el peso de los nacidos en Cataluña apenas supone actualmente el 51,4 % entre los hombres y el 49,2 % entre las mujeres. Esta situación, en que los efectivos nacidos en Cataluña no alcanzan la mitad de la generación, no es nueva: ya las generaciones más antiguas, y en particular las tres primeras, muestran una importante contribución de la migración interna, especialmente en los nacidos entre 1936-1945, en que los nacidos en Cataluña se sitúan por debajo del 45 %. Por otro lado, las generaciones boomers son las menos diversas, se trata de generaciones llenas producto del baby boom, en que la proporción que representaron las migraciones del resto de España ha sido inferior (sobre todo en la generación 1966-1975) también en el caso de la inmigración internacional, y ello pese al primer boom migratorio. Las diferencias por sexo son mínimas, siendo el peso de las migraciones mayor entre las mujeres.

Figura 4.  Proporción de nacidos en Cataluña por sexo y generación, Cataluña, 1981-2021
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Fuente: censos de población de 1981, 1991 y 2001 y padrones continuos de 2011 y 2021. INE

Para observar la constitución de las migraciones más recientes, se ha representado el peso de los nacidos en el extranjero según la generación (figura 5). Los inmigrados extranjeros superan el 10 % de los efectivos en las generaciones nacidas a partir de 1956, mientras que en las generaciones anteriores no se sobrepasaba dicho umbral. Los máximos se obtienen en las generaciones más recientes, que conocen el efecto del primer y segundo boom migratorio. De esta forma, y entre las mujeres, se excede el 40 % de nacidas en el extranjero entre la generación millennial. Son además generaciones vacías, con lo que dicho porcentaje aumenta de forma más intensa que entre las generaciones llenas. Para los hombres, y en la primera generación boomer (1956-1965), se constata un decrecimiento del peso de los extranjeros entre los dos últimos recuentos, como consecuencia de la crisis económica y de un retorno o reemigración de poca intensidad que afecta en menor medida a las mujeres.

Figura 5.  Evolución del peso de los nacidos en el extranjero por edad, sexo y generación, Cataluña, 1981-2021
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Fuente: censos de población de 1981, 1991, 2001, 2011 y 2021. INE

Los niveles de instrucción

 

Un segundo factor de diversificación lo encontramos en las características sociodemográficas de las distintas generaciones, que en este caso ejemplificaremos a partir de la observación del nivel de instrucción y, en particular, del peso de los estudios superiores entre generaciones (figura 6), en que se verifica el aumento continuado de los niveles de instrucción entre generaciones, pero también dentro de una misma generación. El hecho más destacable es que, a partir de la generación 1956-1965, son las mujeres las que alcanzan unos mayores niveles educativos, mientras que entre las generaciones precedentes siempre eran los hombres los que mostraban niveles más elevados. Así, para la generación 1946-1955 los hombres en 1991 superaban en prácticamente 4 puntos a las mujeres en educación superior completada (12,9 % respecto al 9,1 %), cuando para las generaciones más jóvenes sucede justo lo contrario a la misma edad, para la generación nacida entre 1976 y 1985 los hombres presentan un valor del 40,6 %, por un 53,7 % entre las mujeres en el año 2021. Las diferencias por sexo son evidentes, a la misma edad y con tres décadas de diferencia el porcentaje de mujeres que alcanzan y completan los estudios superiores asciende 44 puntos porcentuales, mientras que en caso de los hombres lo hace en un 28 %. El sorpasso femenino en los estudios superiores se hace efectivo ya en 1991 en la generación nacida entre 1956 y 1965. Mientras que, a nivel internacional, Carlson (2008)Carlson, Elwood. 2008. The lucky few: Between the greatest generation and the baby boom. Nueva York: Springer., estudiando el caso estadounidense, sitúa años más tarde (en 2007) dicho adelantamiento, más concretamente en la generación X (definida en el periodo 1965-1982). Por lo que atañe a los estudios secundarios se observa una continua tendencia ascendente hasta 2011, contrarrestada por el crecimiento de los estudios superiores, especialmente entre las tres generaciones más jóvenes. Así mismo, los hombres muestran como norma general valores más elevados de estudios secundarios como nivel de educación máximo registrado, concentrándose la ventaja femenina en los estudios superiores. Finalmente, la población con solo estudios primarios (o inferiores a estos) desciende gradualmente a lo largo de los años y las generaciones. Estos cambios coinciden con una significativa mejora de los niveles de estudios alcanzados, ya que, en la actualidad, y para las generaciones más recientes, se llega a superar la mitad de los efectivos con estudios superiores, cuando las generaciones más antiguas apenas rozaban el 10 %.

Figura 6.  Evolución del nivel educativo en Cataluña por sexo y generación, Cataluña, 1991-2021
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Fuente: censos de población de 1991, 2001, 2011, 2021. INE

Las nuevas tecnologías

 

Partiendo del indicador más básico de uso de las TIC, el uso de internet (figura 7), se constata una convergencia de las tres generaciones más jóvenes, las llamadas nativas digitales, hacia el 100 % del uso de internet en los últimos tres meses. A las cuales hay que sumarles las generaciones que en España corresponden a los boomers, la nacida entre 1966 y 1975 y entre 1956 y 1965 que, respectivamente, parten en 2006 ya con un valor de 65 % y 56 % respectivamente, alcanzado un uso del 98 % y del 93 %. Este crecimiento solo viene superado por el de la generación 1946-1955, que incrementa el uso de internet del 31 % al 76 % entre 2006 y 2021. Incluso en la generación 1936-1945, el 40 % utilizó internet en 2021 (menos de un 10 % lo hacía en 2006). La generación más antigua, nacida entre 1926 y 1935, sí parece estar prácticamente excluida de esta tendencia. Dichas cifras, en las cuales hay que tener en cuenta el efecto “acelerador” de la pandemia en los valores de 2021, contradicen la desconexión de los inmigrados digitales de la vida online, incluso aquellos en edades avanzadas. Así, la contraposición en el uso de internet entre nativos e inmigrados digitales estaría más mitigada. Prestando atención al uso diario de internet, una medida más detallada, los valores se moderan para las generaciones inmigradas digitales, con resultados más escalonados y jerarquizados, pero igualmente con la misma tendencia progresiva. Es de destacar que la generación X sigue presentando niveles de uso de internet propios de los nativos digitales.

Figura 7.  Porcentaje de encuestados por generación que declara haber usado internet los últimos 3 meses y diariamente, haber comprado en línea, utilizado banca electrónica, el correo electrónico y las redes sociales, 2006-2021
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Fuente: encuestas sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares (TIC-H) de 2006, 2011, 2016 y 2021. INE

Aunque sea evidente la jerarquía en el uso de internet entre jóvenes y mayores, la dicotomía nativos-inmigrados digitales parece más bien desdibujarse, especialmente en referencia a aquellas generaciones inmigradas digitales (ambas generaciones boomers) que presentan un uso intensivo de internet casi o tan elevado como los nativos digitales. Para superar esta dicotomía, algunos autores (McCrindle y Wolfinger 2009McCrindle, Mark y Emily Wolfinger. 2009. The ABC of XYZ: Understanding the global generations. Bella Vista: McCrindle Research.) han propuesto términos como ‘observadores digitales’ para describir aquellas generaciones más mayores que no dan el paso a la adaptación generalizada a las TIC como sí hacen la generación X (1966-1975), los boomers (1956-1965) o incluso la generación 1946-1955, estos sí, inmigrados digitales.

No obstante, más allá de clasificar las generaciones en dichas categorías en función solamente del uso de internet, sería más adecuado tener en cuenta el tipo de uso llevado a cabo. Helsper y Eynon (2013)Helsper, Ellen y Rebecca Eynon. 2013. “Digital natives: Where is the evidence?”. British Educational Research Journal 36(3): 503-520. https://doi.org/10.1080/01411920902989227. proponen medir el uso de las TIC ya no solo desde la edad, sino también desde la experiencia y la extensión de su uso, entendida como el número de diferentes actividades y usos que se dan a las TIC integrándolas en la mayoría de las actividades del día a día. En el caso de las compras en línea, solo los nativos digitales y la generación X (1966-1975) superan en 2021 el 50 % de compradores online. La generación @ (1976-1985) es líder en compras, excepto en 2016, año en que los millennials (1986-1995) los superan al llegar a la franja de edad 21-30, para descender muy ligeramente por debajo, de nuevo, de los @ y de los zoomers (1996-2005), con un 70 % y un 67 % de compradores online respectivamente. En el lapso de una década y a la misma edad, los zoomers casi triplican en compradores online a los millennials en 2011, en que se situaban ligeramente por debajo de la generación X (1966-1975), síntoma de que los zoomers han crecido con un uso más intenso de las TIC que las generaciones que los precedieron, en concordancia con la propia expansión del mundo digital. Finalmente, es el aumento de la generación X el que presenta un crecimiento más pronunciado, de 50 puntos porcentuales. En este caso, los hábitos de consumo por edades pueden perturbar la lectura generacional del habitus digital. Dicho de otro modo: cabe no confundir los efectos de cohorte propios de cada generación con los efectos de edad, aquí, los hábitos de consumo ligados a la edad.

El uso de la banca electrónica muestra un incremento generalizado más pronunciado que las compras online. En todas las generaciones, excepto las dos más antiguas, se verifica un considerable crecimiento, en el que se observan subidas superiores al 50 % en boomers, X, @ y millennials, evidenciando un intenso empleo tanto en nativos como en inmigrados digitales. Eso sí, los más jóvenes no son los protagonistas de la utilización de la banca electrónica, entrando en juego el poder adquisitivo de cada generación, que aumenta con la edad. Los millennials en 2011 (con 16 a 25 años) se encontraban incluso por detrás de los boomers (1956-1965), mientras que en 2021 (con 26 a 35 años) son la generación que más utiliza los servicios de banca electrónica (un 80 %). Lo mismo se puede observar con los zoomers (1996-2005) en 2021, situados como en el caso de las compras, muy por encima de los millennials en 2011, pero 13 puntos por detrás de los boomers (1956-1965).

El uso de correo electrónico exhibe tendencias parecidas al de internet. Con los millennials presentando valores ya muy altos en 2011 y compartiendo un máximo en 2021 con los zoomers. Las generaciones @ (1976-1985) y X (1966-1975) concurren hacia los mismos valores en torno al 90 % y los Boomers superan el 80 %. Más diferente es la frecuentación de las redes sociales (figura 7), que muestra una clara jerarquía gradual entre generaciones, así como una ligera progresión más regular en los tres puntos temporales en todas las generaciones. Los millennials muestran valores estables a lo largo de todo el período, mientras que los boomers duplican en 10 años el uso de redes sociales, alcanzando el 50 %, y los progres lo triplican (del 10 % al 30 %). Las redes sociales parecen ser la frontera algo más clara que atraviesa las generaciones, ya que no se observa una convergencia de valores como en el resto de los usos.

Aun siendo clara una gradación por generaciones, especialmente entre los más jóvenes y los más mayores, existe una frontera porosa entre nativos e inmigrados digitales, ya que estos últimos se suman con empeño al uso intensivo de internet. Para determinar el uso de las TIC, no hay que atender solamente al hecho de crecer rodeado de ellas, sino también el tipo de empleo que se les da, las distintas formas de apropiarse de este uso, esto es, la disposición a familiarizarse con las TIC y la multiplicidad de actividades que brindan (Horrigan 2016Horrigan, John B. 2016. “Digital readiness gaps”. Washington, DC: Pew Research Center. Consulta 20 de diciembre de 2022 (https://www.pewresearch.org/internet/2016/09/20/digital-readiness-gaps/).). Asimismo, varios autores confirman la acomodación de los mayores al manejo de internet (Anderson y Perrin 2017Anderson, Monica y Andrew Perrin. 2017. Tech adoption climbs among older adults”. Washington, DC: Pew Research Center. Consulta 3 setiembre de 2022 (https://www.pewresearch.org/internet/2017/05/17/tech-adoption-climbs-among-older-adults/).), especialmente de carácter más práctico que social, como la banca electrónica, las compras y comparación de precios online o la reserva de viajes, mientras que las redes sociales resultan quedar en un segundo plano (Montaña, Estanyol y Lalueza 2015Montaña, Mireia, Elisenda Estanyol y Ferran Lalueza. 2015. “Internet y nuevos medios: estudio sobre usos y opiniones de las personas mayores en España”. El Profesional de la Información 24(6): 759-765. https://doi.org/10.3145/epi.2015.nov.07.).

En definitiva, (1) todas las generaciones aumentan con el tiempo el uso de las TIC, evidenciado una rápida consolidación de las nuevas tecnologías en todas ellas; (2) el tipo de uso es lo más discriminatorio, la intensidad de utilización de las TIC parece explicar una parte del fenómeno, pero la forma de adoptar y percibir las TIC es un elemento definitivo para comprender dichas diferencias (Metallo y Agrifoglio 2015Metallo, Concetta y Rocco Agrifoglio. 2015. “The effects of generational differences on use continuance of Twitter: an investigation of digital natives and digital immigrants”, Behaviour & Information Technology 34(9): 869-881. https://doi.org/10.1080/0144929X.2015.1046928.; Vodanovich, Sundaram y Myers 2010Vodanovich, Shahper, David Sundaram y Michael Myers. 2010. “Research commentary—digital natives and ubiquitous information systems”. Information Systems Research 21(4): 711-723. https://doi.org/10.1287/isre.1100.0324.); (3) algunos usos van ligados a la caracterización de la edad, como los hábitos de consumo en el caso de las compras en línea y el uso de la banca electrónica.

¿Efecto edad, generación o momento?

 

Como última pregunta, nos planteábamos discernir qué efecto era el principal en los cambios generacionales observados en cuanto al origen, el nivel de instrucción y el uso de las TIC. Para para el peso de las migraciones (figura 8), el efecto generacional parece determinante, independientemente de la llegada en un momento determinado de los migrantes: para diferentes generaciones observadas en los dos mismos grupos de edad jóvenes (de 25 a 34 años) y maduros (de 55 a 64), son las generaciones de autóctonos vacías correspondientes a los nacidos entre 1937-1946 y 1987-1996, las que coinciden con la generación del hambre, nacidos durante la Guerra Civil y la inmediata postguerra, y los conocidos como millennials, nacidos con los mínimos de fecundidad de finales del pasado siglo XX, cuando más pesa la inmigración.

Figura 8.  Porcentaje de nacidos en Cataluña y porcentaje de población con estudios superiores por grupo de edad (25-34 y 55-64), 1991-2021
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Fuente: censos de población de 1991, 2001, 2011, 2021. INE

En el caso del nivel de instrucción, la progresión cada vez más elevada en el porcentaje de los estudios superiores, tanto para hombres como para mujeres en todas las generaciones (de 1927 a 1996) y para todos los años censales considerados desde 1991 hasta 2021, nos indica que estamos delante de un fenómeno en que el momento es el factor principal. La discriminación por edades pone de relieve la inversión de la primacía masculina para las generaciones mayores (nacidas entre 1927 y 1956) por la femenina de la generación de 1957 en adelante.

Figura 9.  Porcentaje de utilización de internet por grupo de edad (25-34 y 55-64), 2003-2021
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Fuente: encuestas TIC-H de 2003, 2011, 2021. INE

Por último, el caso de las TIC (figura 9), que suele asimilarse como un efecto edad claro, con un peso importante del arrastre de los jóvenes sobre los mayores, hay también, como ocurría con el nivel de estudios superiores, un claro efecto momento, que puede verse en la sucesión cada vez mayor para las diferentes generaciones a una misma edad, tanto entre las generaciones más antiguas como en las más recientes.

CONCLUSIONES: LA BRECHA TECNOLÓGICA COMO DISCRIMINANTE GENERACIONAL

 

Nos hemos propuesto delimitar las generaciones catalanas vivas caracterizándolas en torno al tamaño generacional y tres marcadores sociodemográficos; nivel de estudios, impacto migratorio y posición en la revolución tecnológica. Se trata de un trabajo que cubre el vacío existente en los estudios generacionales, ya sea en Cataluña como en España, presentando una división generacional acorde con una serie de criterios fundamentales: la evolución demográfica y los períodos históricos o acontecimientos más relevantes propios del contexto español. El resultado obtenido, ocho generaciones decenales construidas a partir del cruce de biografía (y los efectos de cohorte o generación) e historia (local y global), en las cuales el tamaño al nacimiento (que establece generaciones vacías y llenas) en combinación con el impacto de los flujos migratorios, determinan el volumen contemporáneo de las diferentes generaciones. De los marcadores anunciados, las migraciones, en cuanto afectan al volumen, tienen un papel determinante en la agrupación generacional, no así el nivel de instrucción ni el uso de las TIC, que utilizamos como descriptivos de los grupos preestablecidos. Estos descriptivos nos ayudan a justificar los diferentes sistemas de vigencias propios de cada generación; el nivel educativo máximo alcanzado demuestra una evidente gradación generacional y de sexo, mientras que el uso de las nuevas tecnologías exhibe indicios discriminatorios entre generaciones. La presente clasificación generacional resulta un instrumento de gran utilidad para aplicar la perspectiva del metabolismo demográfico y el cambio social y generacional en España.

Por lo que atañe a las migraciones y la particularidad del caso catalán, además de los intensos flujos internacionales más recientes, la singularidad de los procesos de inmigración interior vividos décadas atrás han reconfigurado el tamaño de las generaciones contemporáneas, conformándose como el principal factor de cambio demográfico. Mientras que el cambio a mediados del siglo XX resultó de la combinación de las migraciones (internas) y el crecimiento natural, en el caso de las transformaciones más recientes la baja fecundidad enfatiza el peso de las migraciones (internacionales), siendo el ejemplo más representativo el de la generación millennial.

En referencia al tamaño generacional, los flujos migratorios relativizan la proyección de los itinerarios vitales a partir de la pertenencia a una generación llena o vacía, según la teoría de Easterlin. Sin embargo, podrá darse el caso que, fruto del efecto de la segmentación laboral y la etnoestratificación sobre esas trayectorias, los nativos de generaciones vacías se encontraran en una situación ventajosa respecto a sus coetáneos inmigrados. De modo que, pese al crecimiento de los efectivos generacionales, se estaría escenificando el cumplimiento parcial de la teoría easterliniana. Por otro lado, las dos generaciones boomers (1956-1965 y 1966-1975) y la generación @ (1976-1985) siguen consolidadas como las generaciones más llenas, recibiendo también importantes contingentes migratorios.

El nivel de instrucción aparece como un marcador rompedor entre generaciones con un claro componente de género. La meteórica ascensión de los estudios superiores, especialmente entre las generaciones femeninas más recientes, han llevado a las millennials (1986-1995) a superar el umbral del 50 %. Los valores del máximo nivel de estudios crecen en todas las generaciones a lo largo de los cuatro puntos temporales observados, especialmente en el último período (2011-2021), coincidente con la segunda oleada migratoria posterior a la Gran Recesión y caracterizada por entradas de población con niveles elevados de educación superior, siendo los millennials el caso más paradigmático. De forma opuesta, aquellos que solo alcanzaron la educación elemental han ido disminuyendo drásticamente con las generaciones más jóvenes, hasta situarse en valores inferiores al 10 %.

Mientras que las migraciones alteran el tamaño de las generaciones, y con este, posiblemente las trayectorias vitales esperadas, la mejora del nivel de instrucción y la revolución tecnológica tienden a subrayar la brecha entre las generaciones más antiguas y las más recientes. Sin embargo, el ritmo de apropiación o de “migración” de las generaciones analógicas es muy dispersa. Los nacidos en 1926-1935, por un efecto edad quedan definitivamente rezagadas. El resto, los progres y las generaciones boomers, han hecho un esfuerzo por migrar, debido más a la presión pública y privada para concretarse (pensando en la necesidad impuesta para la información y los servicios sociosanitarios) en el efecto momento que ha representado la pandemia del Covid-19. Entre estos boomers y las generaciones nativas digitales, más que el uso siempre mayor entre las segundas, lo que las distingue es el tipo de herramientas que utilizan y la colonización de todas las actividades (ocio, trabajo, información), siendo esto efectivamente un discriminante generacional. Es más, a diferencia del resto de generaciones, los nativos digitales han construido una identidad digital individual y colectiva.

Los resultados de la Encuesta de uso de las TIC proporcionan más de un indicio, pero es necesario refinar la investigación en un futuro, dependiendo, eso sí, de la disponibilidad de datos. Con generaciones cada vez más instruidas, es importante realizar un análisis más detallado que permita diferenciar entre tipos de uso de las TIC, haciendo posible una lectura más allá de la simple intensidad de uso.

Para concluir, nos hemos servido de la metáfora enfrentando boomers y millennials para ejemplificar el estudio del cambio social a través de la sucesión generacional. Dichas generaciones han sido interpretadas como el arquetipo de generaciones antagonistas; una generación llena y la otra vacía; una inició los progresos en los niveles de instrucción y otra los elevó a valores nunca vistos. Una generación es analógica y la otra digital, y respecto las migraciones, una es relativamente homogénea mientras que la otra se caracteriza por la diversidad. La metáfora generacional es, pues, una forma de plantear y abordar el problema de las generaciones y el cambio social, empezando por su delimitación.

FINANCIACIÓN

 

Este articulo forma parte de una tesis doctoral del programa de doctorado en Demografía de la Universidad Autónoma de Barcelona y está incluido en los resultados del proyecto I+D+I Metabolismo demográfico, migraciones y cambio social en España (PID2020-113730RB-I00), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

 

Los autores de este artículo declaran no tener conflictos de intereses financieros, profesionales o personales que pudieran haber influido de manera inapropiada en este trabajo.

DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

 

OSAMA DAMOUN: conceptualización, análisis formal, investigación, metodología, administración de proyecto, redacción - borrador original, redacción - revisión.

ANDREU DOMINGO: conceptualización, análisis formal, investigación, metodología, administración de proyecto, redacción - borrador original, redacción - revisión.

JORDI BAYONA-I-CARRASCO: conceptualización, análisis formal, investigación, metodología, administración de proyecto, redacción - borrador original, redacción - revisión.

NOTA

 
1

Población estadística: personas de 16 y más años residentes en viviendas familiares (24 000 viviendas), además de niños de 10-15 años residentes en el hogar. Muestra para cataluña: 1600-2000 personas de más de 16 años en los años abordados.

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ANEXO

 
Tabla 1.  Delimitación de las generaciones españolas nacidas entre 1926 y 2005
Generación Periodo a los 18 años Nombre atribuido Principales acontecimientos durante los años formativos
1926-1935 1944-1953 Generación del hambre Posguerra y autarquía
1936-1945 1954-1963 Generación de la dictadura Desarrollismo.
1946-1955 1964-1973 Generación de los progres Aperturismo y Mayo del 68
1956-1965 1974-1983 Generación boomer (1): Hijos de la transición Transición democrática.
1966-1975 1984-1993 Generación boomer (2): Generación X Crisis de los 80 y consolidación de la democracia
1976-1985 1994-2003 Generación @ o Y Primera generación nativa digital.
1986-1995 2004-2013 Generación millennial Gran Recesión 2008-2013
1996-2005 2014-2024 Generación zoomer 100% digital, pandemia Covid- 19, conflicto territorial

Fuente: elaboración propia