Revista Internacional de Sociología 80 (4)
octubre-diciembre, 2022, e217
ISSN: 0034-9712, eISSN: 1988-429X
https://doi.org/10.3989/ris.2022.80.4.M22-006

LAS IMPLICACIONES DE SER ASOCIAL EN LAS REDES SOCIALES

THE IMPLICATIONS OF BEING UNSOCIAL ON SOCIAL MEDIA PLATFORMS

Marko M. Skoric

City University of Hong Kong

https://orcid.org/0000-0002-4019-2807

Qinfeng Zhu

University of Groningen

https://orcid.org/0000-0001-8038-0274

Resumen

Los primeros estudios sobre redes sociales respaldaban visiones optimistas en relación con su impacto positivo en el desarrollo del capital social, y relacionaban su uso con la exposición a puntos de vista más diversos y a un mayor compromiso con la sociedad. Sin embargo, recientemente, los investigadores empezaron a analizar los comportamientos asociales que se pueden llevar a cabo en las redes sociales y a estudiar sus consecuencias sobre el desarrollo del capital social. En este ensayo, revisamos la literatura existente centrada en estudiar estas prácticas de evitación y desconexión selectiva y avanzamos en el concepto de ‘espacios digitales seguros’ -entornos online creados filtrando y eliminando post hoc a contactos en redes sociales-, con el objetivo de profundizar en el debate sobre sus consecuencias en las sociedades democráticas contemporáneas. Nuestros hallazgos apuntan al hecho de que los espacios digitales seguros pueden constituir un entorno fértil para la expresión cívica y política, especialmente para las minorías. Sin embargo, la creación de estos enclaves digitales puede también alejar aún más a las minorías del consenso político generalizado y podría llevar a una reducción de las oportunidades económicas y políticas de aquellos ciudadanos que están excluidos de los “espacios seguros”.

Palabras clave: 
Capital Social; Desconexión; Eliminar Amistades o Dejar de Ser Amigo; Espacios Seguros; Evitación Selectiva; Redes Sociales
Abstract

Early research on social media supported some of the optimistic views about their positive impact on social capital and linked their use with the exposure to more diverse views and greater engagement with society. Still, more recently, scholars have started looking into “unsocial” behaviors on social media platforms, such as unfriending, unfollowing and muting, and examining their social capital implications. In this essay, we review the extant research on these selective avoidance and disconnection practices and advance the concept of “digital safe spaces” -online environments created via post-hoc filtering and curation of social ties- to further discuss their role in contemporary democratic societies. We find that digital safe spaces may provide fertile grounds for civic and political expression, particularly for minorities. However, the creation of these digital enclaves may also drive minorities further away from the political mainstream and may lead to the reduction economic and political opportunities for the citizens who are excluded from “safe spaces”.

Keywords: 
Disconnection; Safe Spaces; Selective Avoidance; Social Capital; Social Media; Unfriending

Recibido: 15/12/2021. Aceptado: 06/09/2022. Publicado: 28/12/2022

MARKO SKORIC es profesor asociado en el Departamento de Medios y Comunicación de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong. Tiene un doctorado en Comunicación de la Universidad de Michigan, y un B.Sc. en Psicología del University College London, Reino Unido. Sus intereses de enseñanza e investigación se centran en los nuevos medios y el cambio social, con especial énfasis en las implicaciones cívicas y políticas de las nuevas tecnologías de la comunicación.

QINFENG ZHU es profesor asistente en el Departamento de Estudios de Medios y Periodismo de la Universidad de Groningen. Tiene un doctorado en Comunicación de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong y una maestría en Comunicación de la Universidad Nacional de Singapur. Su investigación examina cómo las tecnologías emergentes dan forma a las relaciones sociales y los entornos de información de los ciudadanos, y sus implicaciones para la (des)participación política y cívica de los ciudadanos.

Cómo citar este artículo/Citation: Skoric, M.M. y Q. Zhu. 2022. Las implicaciones de ser asocial en las redes sociales. Revista Internacional de Sociología 80(4):e217. https://doi.org/10.3989/ris.2022.80.4.M22-006

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

 

La primera década de investigación sobre las implicaciones de las redes sociales en el desarrollo del capital social se centró, principalmente, en estudiar su papel a la hora de mantener las relaciones sociales existentes y expandir la red de vínculos sociales débiles. En ese periodo, los investigadores destacaron el potencial de estas nuevas plataformas de comunicación digital para superar las limitaciones que habían caracterizado hasta entonces, la sociabilidad humana -sobre todo, en términos de tiempo, espacio y alcance-. Los primeros estudios llevados a cabo sobre este tema demostraron la existencia de una relación entre el uso de las plataformas de redes sociales (PRS) -como, por ejemplo, Facebook- y una serie de actividades vinculadas con el desarrollo del capital social, incluida la capacidad de estrechar, extender y mantener los lazos y relaciones sociales (Valenzuela, Park y Kee 2009Valenzuela, S., N. Park y K. Kee. 2009. “Is There Social Capital in a Social Network Site?: Facebook Use and College Students’ Life Satisfaction, Trust, and Participation”. Journal of Computer-Mediated Communication 14(4): 875-901.; Ellison, Steinfield y Lampe 2007Ellison, N., C. Steinfield y C. Lampe. 2007. “The Benefits of Facebook “Friends:” Social Capital and College Students’ Use of Online Social Network Sites”. Journal of Computer-Mediated Communication 12(4): 1143-1168.). En ese sentido, se ha demostrado que las PRS favorecen las interacciones frecuentes entre personas con fuertes lazos sociales -como, por ejemplo, miembros de la familia y amigos íntimos-, las cuales pueden ser particularmente importantes en el caso de que estas relaciones no puedan mantenerse cara a cara. Las PRS facilitan también el mantenerse en contacto con amistades menos cercanas y conocidas, puesto que estas plataformas disponen de herramientas útiles para añadir personas a la propia red y gestionar sucesivamente los contactos e interacciones con estas personas. El carácter público y la visibilidad de los perfiles de los usuarios y sus PRS reducen las barreras, al establecer una nueva interacción y aceptar los contactos, gracias al hecho de que las PRS disponen de una serie de instrumentos relevantes para conocer las características personales y los intereses de los usuarios y de sus amistades. Es más, el hecho de aceptar una “solicitud de amistad” en las PRS se percibe como una acción menos intrusiva que compartir el número de móvil, lo que hace que se pueda contactar individual y directamente a la gente (Ling 2008Ling, R. 2008. New tech, new ties: How mobile communication is reshaping social cohesion. Cambridge, MA: MIT Press. ).

La facilidad de crear, mantener y expandir las propias redes de amistad -que ha sido posible gracias a la rápida expansión de las PRS- ha reavivado las esperanzas comunitarias en la academia, la cual llegó a afirmar que los ciudadanos “están jugando a los bolos online, no solos” (Skoric y Ng 2009Skoric, M. M. & Ng, D. Y. Y. 2009. “Bowling Online, Not Alone: Online Social Capital and Political Participation in Singapore”. Journal of Computer-Mediated Communication, 14(2): 414-433.). De hecho, muchos estudios recientes han avalado esta visión tan optimista acerca del impacto de las redes sociales y han relacionado su uso con una mayor exposición a puntos de vistas diferentes y un mayor compromiso con la sociedad. En resumen, en un principio se vio a las redes sociales como unas plataformas con un papel predominantemente positivo a la hora de desarrollar el capital social, así como de estimular la participación cívica y política (Skoric et al. 2016Skoric, M. M., Zhu, Q., Goh, D., & Pang, N. 2016. “Social Media & Citizen Engagement: A Meta-Analytic Review”. New Media & Society, 18(9): 1817-1839; Gil de Zúñiga, Jung y Valenzuela 2012Gil de Zúñiga, H., N. Jung y S. Valenzuela. 2012. “Social Media Use for News and Individuals’ Social Capital, Civic Engagement and Political Participation”. Journal of Computer-Mediated Communication 17(3): 319-336.; Valenzuela, Park y Kee 2009Valenzuela, S., N. Park y K. Kee. 2009. “Is There Social Capital in a Social Network Site?: Facebook Use and College Students’ Life Satisfaction, Trust, and Participation”. Journal of Computer-Mediated Communication 14(4): 875-901.).

Dicho esto, merece la pena destacar que la gran mayoría de los primeros estudios se centró en la naturaleza “conectiva” o “afiliativa” de las redes sociales, así como sus potenciales beneficios en términos de capital social. Sin embargo, más recientemente los investigadores han empezado a interesarse por los comportamientos “asociales” en las PRS -como, por ejemplo, retirar la amistad a un contacto, dejar de seguir, bloquear o silenciar un perfil o un contacto- y a analizar sus consecuencias e implicaciones (Zhu, Skoric y Shen 2017Zhu, Q., M. Skoric y F. Shen. 2017. “I Shield Myself from Thee: Selective Avoidance on Social Media During Political Protests”. Political Communication 34(1): 112-131.; Bode 2016Bode, L. 2016. “Pruning the news feed: Unfriending and unfollowing political content on social media”. Research & Politics 3(3): https://doi.org/10.1177/2053168016661873.; John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.). En este trabajo, denominamos comportamientos “asociales” en las redes sociales, por ejemplo, al hecho de evitar a propósito y de manera selectiva el contacto con otros usuarios, bien bloqueando todo contenido generado por ellos o excluyéndolos de la propia red de contactos. El hecho de ser asocial en las redes sociales se ciñe esencialmente a la desvinculación y la evitación, y estos fenómenos deberían ser considerados aparte de otras prácticas asociales más nocivas como, por ejemplo, el ciberacoso, el troleo o el hecho de emprender una conversación ofensiva en las redes.

Puesto que las potencialidades conectivas e interactivas de las redes sociales sobrepasan con creces las limitaciones cognitivas y de tiempo de los seres humanos (Dunbar 2016Dunbar, R. 2016. “Do online social media cut through the constraints that limit the size of offline social networks?”. Royal Society Open Science 3(1): 150292.), es muy necesario poner el énfasis en el estudio de la evitación selectiva y las prácticas de desconexión, con el fin de entender realmente las consecuencias sociales de la mediación digital.

En este ensayo, nos centramos principalmente en la evitación selectiva y la consideramos como una práctica que se compone de una serie de comportamientos que tienen el objetivo de reconfigurar manualmente los entornos de las redes sociales, ya sea a través de evitar (temporal o permanentemente) contenido no deseado o de interrumpir toda clase de interacción con sus fuentes (Zhu, Skoric y Shen 2017Zhu, Q., M. Skoric y F. Shen. 2017. “I Shield Myself from Thee: Selective Avoidance on Social Media During Political Protests”. Political Communication 34(1): 112-131.). A diferencia de la exposición selectiva -la cual se fundamenta en la selección y posterior procesamiento de todo contenido actitudinal homónimo sin necesariamente evitar la exposición a información disonante o contraria a la propia visión (Garrett, Carnahan y Lynch 2013Garrett, R. K., D. Carnahan y E. K. Lynch. 2013. “A turn toward avoidance? Selective exposure to online political information, 2004-2008”. Political Behavior 35: 113-134. )-, la evitación selectiva se centra exactamente en la reducción o eliminación voluntaria de esta exposición a contenido que va en contra de las propias actitudes. En ese sentido, la evitación selectiva abarca diferentes prácticas que giran en torno a un creciente repertorio de potenciales filtros y desconexiones en las plataformas digitales, que van desde la suspensión temporal del flujo de contenido emitido por una fuente específica -por ejemplo, bloquear, dejar de seguir o silenciar a un contacto- a la eliminación permanente de un vínculo en redes sociales -por ejemplo, dejar de ser amigo de alguien o eliminar una amistad-.

Además de estudiar estos comportamientos de evitación selectiva, creemos que es importante prestar atención a las transformaciones estructurales de los entornos de las redes sociales. Mientras que las plataformas PRS, como Facebook, han reconducido su actividad hacia la provisión de contenido streaming bajo demanda, ha surgido un nuevo tipo de plataformas que tiene el objetivo de satisfacer otras necesidades diarias. Más especificadamente, en los últimos años estamos asistiendo a un crecimiento exponencial de los servicios de mensajería instantánea (SMI), los cuales tienen el objetivo principal de estimular las interacciones individuales o basadas en grupos reducidos de personas en un entorno no público y encriptado y, a menudo, con una fugacidad preconstruida que hace que las interacciones que surgen en estos entornos sean muy parecidas a las conversaciones cara a cara en el mundo real.

En este trabajo, revisamos la literatura existente acerca de las prácticas de evitación selectiva en las redes sociales. Nuestro objetivo es examinar sus implicaciones a la hora de desarrollar el capital social y avanzar en el concepto de ‘espacios digitales seguros’ (entornos online que se establecen a través de las tareas de filtrado, gestión y desconexión de las relaciones toxicas). Encontramos que, en entornos políticos altamente polarizados, los espacios digitales seguros pueden representar un terreno fértil para la expresión cívica y política, especialmente para las minorías. Sin embargo, la creación de esos enclaves digitales, que se lleva a cabo -principalmente- a través de la restricción de los contactos sociales, podría también alejar aún más a algunas minorías del consenso general en términos sociales y políticos, lo que podría conllevar una menor visibilidad de esas minorías con respecto al público mayoritario. En otras palabras, las prácticas de evitación y desconexión en las redes sociales también pueden provocar efectos adversos y negativos en términos de capital social. Por lo tanto, podríamos asistir al resurgimiento de una ciudadanía expresiva y comprometida con los temas políticos, que tiene lugar en un entorno que está cada vez más caracterizado por un entramado social crispado.

LOS PRIMEROS ESTUDIOS SOBRE LAS REDES SOCIALES: PONIENDO EL ACENTO EN LA CONECTIVIDAD

 

El surgimiento de las PRS a principios de la década del 2000 supuso un cambio significativo en el papel de las tecnologías digitales en la vida social diaria de los ciudadanos. Aunque las empresas de PRS, como Facebook, no fueron en absoluto las pioneras en el campo de las redes sociales en Internet (Boyd y Ellison 2007Boyd, D. y N. Ellison. 2007. “Social Network Sites: Definition, History, and Scholarship”. Journal of Computer-Mediated Communication 13(1): 210-230.), sí fueron las primeras en lograr una implantación a nivel mundial. Es más, a diferencia de las primeras comunidades en Internet surgidas en los años noventa, las PRS no se centraban en temas ni intereses, sino en perfiles de personas concretas y sus redes sociales.

La mayoría de los estudios preliminares sobre las PRS estaba influenciada por los primeros estudios sobre comunidades online, sistemas de recomendación, proyectos de código abierto y el trabajo colaborativo con ordenadores en general (e. g., Resnick 2001Resnick, P. 2001. “Beyond bowling together: Sociotechnical capital”. Pp. 247-272 en Human-computer interaction in the new millennium, editado por J. Carroll. Boston: Addison-Wesley.). Aunque estos trabajos aportaron algunas referencias teóricas sólidas sobre las redes sociales, no otorgaron a los investigadores posteriores las herramientas suficientes para comprender los entonces entornos emergentes de las redes sociales. Los primeros estudios sobre la comunicación mediada por ordenador analizaban principalmente comunidades en red no comerciales y proyectos de acceso abierto, o herramientas alternativas a softwares comerciales para la comunicación orientada a tareas o el establecimiento de contactos. Además, los usuarios de estas tecnologías procedían principalmente del campo de los innovadores, usuarios pioneros, estudiantes, profesionales y aficionados a la tecnología (Ellison, Steinfield y Lampe 2007Ellison, N., C. Steinfield y C. Lampe. 2007. “The Benefits of Facebook “Friends:” Social Capital and College Students’ Use of Online Social Network Sites”. Journal of Computer-Mediated Communication 12(4): 1143-1168.; Poor 2005Poor, N. 2005. “Mechanisms of an Online Public Sphere: The Website Slashdot”. Journal of Computer-Mediated Communication 10(2), https://doi.org/10.1111/j.1083-6101.2005.tb00241.x.00-00.). Por el contrario, el surgimiento de plataformas financiadas con publicidad y centradas en las personas en lugar de en los intereses -como Facebook- ha llegado a un público demográficamente mucho más heterogéneo y ha convertido las redes sociales en el tejido social de la vida diaria de los individuos.

¿Cuáles han sido las innovaciones fundamentales de las PRS? La potencialidad específica de estas plataformas, como la visibilidad y publicidad de los perfiles y sus redes, ha proporcionado un tipo de información social que antes no estaba disponible y que iba a contribuir a una mayor conectividad social. Las PRS permitieron a sus usuarios crear perfiles (semi)públicos, articular y hacer visibles sus conexiones sociales y echar un vistazo a las redes sociales de otras personas (Boyd y Ellison 2007Boyd, D. y N. Ellison. 2007. “Social Network Sites: Definition, History, and Scholarship”. Journal of Computer-Mediated Communication 13(1): 210-230.).

Seguramente, poder ojear el perfil de alguien y conocer no solo sus características demográficas y psicográficas básicas, sino también sus redes sociales intermedias y extendidas fue un evento históricamente sin precedentes y altamente inusual; por lo tanto, estas plataformas representaron una novedad enorme. Antes de la llegada de las PRS, conseguir esta información de desconocidos era, en gran parte, una tarea de adivinación o investigación, centrada en elementos deducidos a partir del aspecto de las personas, su manera de hablar, su forma de vestir y de arreglarse o, alternativamente, de conversación directa con dichos desconocidos. Las PRS hicieron visibles los perfiles de los usuarios y su red de contactos para cualquier persona -incluidas aquellas externas al círculo extendido de amigos y conocidos-, y esta nueva publicidad y visibilidad de nuestras vidas diarias tiene sus propias implicaciones.

Se esperaba que las PRS llevasen al colapso del contexto, en el cual los antiguos límites del contexto serían muy difíciles de mantener -por ejemplo, múltiples audiencias que convergen en una sola-. Cuando los contextos colapsan, un mensaje dirigido a una audiencia imaginada específica llega a otra diferente y no deseada, lo que podría favorecer nuevas oportunidades sociales e informativos, pero que podría potencialmente llevar a tensiones y conflictos, por ejemplo, entre público y privado (Marwick y Boyd 2010Marwick, A. y D. Boyd. 2010. “I tweet honestly, I tweet passionately: Twitter users, context collapse, and the imagined audience”. New Media & Society 13(1): 114-133.).

Por ejemplo, en Twitter o Facebook las publicaciones personales de los individuos pueden ser leídas por sus familiares y amigos íntimos, conocidos o amigos menos cercanos, compañeros de clase, colegas del trabajo, etc. Este patrón de comunicación en las redes sociales se consideró atractivo en un primer momento, dado que describe una ecología de comunicación que fomenta flujos de información que, a su vez, cruzan los límites existentes en la sociedad, exponiendo potencialmente a los ciudadanos a puntos de vista más heterogéneos, en muchos casos de manera fortuita (Kim 2011Kim, Y. 2011. “The contribution of social network sites to exposure to political difference: The relationships among SNSs, online political messaging, and exposure to cross-cutting perspectives”. Computers in Human Behavior, 27(2): 971-977.). Sin embargo, esta visión considera las potencialidades de las PRS como algo que tiene consecuencias predeterminadas y predecibles, a la vez que no consigue tener en cuenta los poderes de agencia de los usuarios (Costa 2018Costa, E. 2018. “Affordances-in-practice: An ethnographic critique of social media logic and context collapse”. New Media & Society 20(10): 3641-3656.) ni de las propias plataformas, que tienen fines comerciales y buscan el beneficio económico (Gillespie 2015Gillespie, T., 2015. “Platforms Intervene”. Social Media + Society 1(1): 205630511558047.). Además, salvo alguna excepción notable (por ejemplo, Donath 2007Donath, J. 2007. “Signals in Social Supernets”. Journal of Computer-Mediated Communication 13(1): 231-251.), los investigadores no han prestado la suficiente atención a la literatura sobre los orígenes y la naturaleza de la sociabilidad humana procedente de la antropología, la psicología evolutiva ni la sociología.

Nosotros argumentamos que el colapso del contexto produce muchas consecuencias deseables desde el punto de vista normativo, pero esto no sería necesariamente algo que, a priori, caracterice las interacciones diarias en la red. Permitir el flujo de información, aumentar la exposición a puntos de vista transversales y crear nuevos vínculos sociales que reducen los clivajes existentes en las sociedades son todos beneficios potenciales del colapso del contexto. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el colapso del contexto ha sido o bien un efecto novedoso, una consecuencia accidental de la aplicación de una nueva tecnología, o bien el resultado de un esfuerzo estratégico de los usuarios por alcanzar nuevas audiencias y activar su participación. Davis y Jurgenson (2014)Davis, J. y N. Jurgenson. 2014. “Context collapse: theorizing context collusions and collisions”. Information, Communication & Society 17(4): 476-485. definen estos fenómenos como colisiones del contexto o colusiones del contexto, a la hora de describir tanto el colapso accidental como el intencionado de los contextos sociales.

Independientemente de si el contexto colapsó o no, hoy en día los usuarios lo recrean activamente, tanto a través de acciones deliberadas como de la inactividad. Por ejemplo, los usuarios más jóvenes están migrando hacia plataformas de redes sociales que ofrecen una comunicación más efímera, centrada en la temporalidad y la celebración social de momentos compartidos, en lugar de en la persistencia de los rastros de sus interacciones digitales (Bayer et al. 2015Bayer, J., N. Ellison, S. Schoenebeck y E. Falk. 2015. “Sharing the small moments: ephemeral social interaction on Snapchat”. Information, Communication & Society 19(7): 956-977.). En las PRS tradicionales, la gente limpia sus redes sociales de las voces disonantes o simplemente irritantes a través de acciones de filtro post hoc, como, por ejemplo, eliminar una amistad o dejar de seguir a alguien (Yang, Barnidge y Rojas 2017Yang, J., M. Barnidge y H. Rojas. 2017. “The politics of “Unfriending”: User filtration in response to political disagreement on social media”. Computers in Human Behavior 70: 22-29.; Sibona 2014Sibona, C. 2014. “Unfriending on Facebook: Context Collapse and Unfriending Behaviors”. 2014 47th Hawaii International Conference on System Sciences, 1676-1685. https://doi.org/10.1109/HICSS.2014.214 ); lo que, en último término, crea entornos sociopolíticos más homogéneos. Dado que es mucho más probable que se eliminen o bloqueen las relaciones personales débiles, no podemos hablar de su fortaleza (John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.). Las personas llevan a cabo también otras prácticas de desconexión, como, por ejemplo, no aceptar solicitudes de amistad, no dar “me gusta” a páginas comerciales para evitar de ser objeto de publicidad y, finalmente, suspendiendo o borrando del todo sus cuentas en las redes sociales (Light y Cassidy 2014Light, B. y E. Cassidy. 2014. “Strategies for the suspension and prevention of connection: Rendering disconnection as socioeconomic lubricant with Facebook”. New Media & Society 16(7): 1169-1184.).

Cabe destacar que las decisiones con respecto a qué líneas de investigación académica seguir son frecuentemente influenciadas por los mitos y narrativas dominantes con respecto al impacto de la tecnología en la sociedad (Mosco 2004Mosco, V. 2004. The Digital Sublime: Myth, Power, and Cyberspace. Cambridge Mass: MIT Press.). Mientas que la gran mayoría de los estudios se centran en las potencialidades de las PRS a la hora de promover los flujos de información y la confianza online -por ejemplo, potencialidades conectivas e interactivas como la visibilidad, la persistencia y el compartir y buscar contenido-, otras potencialidades, como, por ejemplo, silenciar, eliminar una amistad, filtrar y borrar cuentas de las redes sociales no han recibido tanta atención o, por lo menos, no ha sido así hasta recientemente (por ejemplo, Bayer et al. 2015Bayer, J., N. Ellison, S. Schoenebeck y E. Falk. 2015. “Sharing the small moments: ephemeral social interaction on Snapchat”. Information, Communication & Society 19(7): 956-977.; John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.; Light y Cassidy 2014Light, B. y E. Cassidy. 2014. “Strategies for the suspension and prevention of connection: Rendering disconnection as socioeconomic lubricant with Facebook”. New Media & Society 16(7): 1169-1184.). De hecho, pese a ser un elemento importante de la lógica de las redes sociales, el enfoque sobre la conectividad es insuficiente para dar cuenta de todas las complejidades y el dinamismo de la vida social online.

El creciente repertorio de potencialidades que ofrecen la privacidad, la invisibilidad pública, la desconexión y lo efímero de las interacciones digitales diarias indican un claro cambio de rumbo con respecto a la idea de un método de comunicación abierto y transparente, que fue prevalente en las PRS de hace una década. Hoy en día, estamos asistiendo a un creciente poder de gestión y filtro manual -y algorítmico-, que viene acompañado de una cada vez más frecuente migración hacia plataformas -mucho más íntimas y cerradas- de mensajería instantánea como, por ejemplo, Snapchat, Viber, WhatsApp y Telegram, las cuales ahora tienen más usuarios activos que Facebook y Twitter juntos. Todos los elementos cruciales de las PRS, como, por ejemplo, los perfiles públicos, las conexiones sociales visibles, así como la capacidad de mirar las redes sociales de otros usuarios, están completamente ausentes de las plataformas de mensajería instantánea más utilizadas a nivel mundial. Estas plataformas son más parecidas a las versiones más avanzadas de los SMS y servicios de voz de los primeros teléfonos móviles y tienen el objetivo principal de fomentar la comunicación entre dos personas o entre grupos reducidos en las redes sociales existentes. Los mensajes y los contenidos audiovisuales compartidos en estas plataformas están generalmente encriptados y elaborados de manera manual en lugar de algorítmica, y las interacciones que ahí se producen ocurren, por norma general, dentro de pequeños grupos de amigos cercanos o de familiares, o bien sirven para satisfacer un propósito instrumental de coordinamiento de tareas en los entornos educativos y profesionales (Ling y Lai 2016Ling, R. y C. Lai. 2016. “Microcoordination 2.0: Social Coordination in the Age of Smartphones and Messaging Apps”. Journal of Communication 66(5): 834-856.)..

EVITACIÓN Y DESCONEXIÓN: CREANDO ESPACIOS DIGITALES SEGUROS

 

Dado que las redes sociales online son potencialmente más grandes y diversas que las redes sociales offline, también requieren de una gestión y mantenimiento más frecuente y dinámica, particularmente cuando aparecen individuos que transgreden los límites y las normas personales de los usuarios. Por esa razón, quitamos el foco de las potencialidades conectivas o afiliativas de las redes sociales para centrarnos en mostrar cómo los vínculos sociales (y el contenido proveniente de ellos) se gestionan a través del filtrado, la selección y la desconexión.

En principio, estas acciones no deberían considerarse como problemáticas ni patológicas, puesto que se están convirtiendo en prácticas cada vez más frecuentes a la hora de combatir las amenazas (reales o percibidas) procedentes de la hiperconectividad digital (Kaun 2021Kaun, A. 2021. “Ways of seeing digital disconnection: A negative sociology of digital culture”. Convergence 27(6): 1571-1583.). La literatura existente sobre ese tema se ha centrado tanto en el filtrado de contenido (es decir, bloquear, silenciar o dejar de seguir a un perfil) como en la exclusión social (eliminar amistades), a la vez que ha investigado la manera en que las personas comparten con otras sus estrategias a la hora de evitar el contacto social (Skoric et al. 2021Skoric, M., Q. Zhu, K. Koc-Michalska, S. Boulianne y B. Bimber. 2021. “Selective Avoidance on Social Media: A Comparative Study of Western Democracies”. Social Science Computer Review, 40(5): 1241-1258.; John y Agbarya 2020John, N. y A. Agbarya. 2020. “Punching up or turning away? Palestinians unfriending Jewish Israelis on Facebook”. New Media & Society 23(5): 1063-1079.; Skoric, Zhu y Lin 2018Skoric, M., Zhu, Q. y Lin, J. 2018. “What Predicts Selective Avoidance on Social Media? A Study of Political Unfriending in Hong Kong and Taiwan”. American Behavioral Scientist, 62(8): 1097-1115.; Bode 2016Bode, L. 2016. “Pruning the news feed: Unfriending and unfollowing political content on social media”. Research & Politics 3(3): https://doi.org/10.1177/2053168016661873.; John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.). En este estudio, nos centramos principalmente en el hecho de eliminar una amistad como la estrategia más severa a la hora de evitar el contacto social, que también tiene consecuencias directas en la conectividad social de los individuos. Por ejemplo, dado que las discusiones políticas en redes sociales pueden contribuir a la heterogeneidad global del debate político al cual se exponen los individuos online (Vaccari et al. 2016Vaccari, C., A. Valeriani, P. Barberá, J. Jost, J. Nagler. y J. Tucker. 2016. “Of Echo Chambers and Contrarian Clubs: Exposure to Political Disagreement Among German and Italian Users of Twitter”. Social Media + Society 2(3): https://doi.org/10.1177/2056305116664221.), cualquier exposición a puntos de vista disonantes puede llevar potencialmente a la disolución de una amistad, especialmente en el caso de las interacciones sociales más débiles (John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.). Sin embargo, ocurre muchas veces que los contactos en las redes sociales dejan de ser amigos no porque piensen de manera diferente, sino por la forma en la cual se expresan: se ha demostrado que el discurso poco cívico, racista, irrespetuoso y vulgar provoca fuertes reacciones emocionales que precipitan la eliminación de amistades en las redes (Schwarz y Shani 2016Schwarz, O., & Shani, G. 2016. “Culture in Mediated Interaction: Political Defriending on Facebook and the Limits of Networked Individualism”. American Journal of Cultural Sociology 4(3): 385-421. ).

La eliminación de amistades por razones políticas se ha considerado, a menudo, como una estrategia para evitar el disenso y restablecer la homogeneidad de la información en las redes sociales de los individuos ( Skoric et al. 2021Skoric, M., Q. Zhu, K. Koc-Michalska, S. Boulianne y B. Bimber. 2021. “Selective Avoidance on Social Media: A Comparative Study of Western Democracies”. Social Science Computer Review, 40(5): 1241-1258.; Skoric, Zhu y Lin 2018Skoric, M., Zhu, Q. y Lin, J. 2018. “What Predicts Selective Avoidance on Social Media? A Study of Political Unfriending in Hong Kong and Taiwan”. American Behavioral Scientist, 62(8): 1097-1115.; Bode, 2016Bode, L. 2016. “Pruning the news feed: Unfriending and unfollowing political content on social media”. Research & Politics 3(3): https://doi.org/10.1177/2053168016661873.; John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.). Esta línea de investigación procede de las tradicionales teorías normativas de la diversidad política; sin embargo, no presta la suficiente atención a la desigual estructura de relaciones de poder que se genera a raíz de estas prácticas de desconexión. En cambio, en este ensayo adoptamos la metáfora del “espacio seguro” a la hora de entender mejor la paradójica naturaleza de la desconexión (Zhu y Skoric 2021aZhu, Q. y M. Skoric. 2021a. “From Context Collapse to “Safe Spaces”: Selective Avoidance through Tie Dissolution on Social Media”. Mass Communication and Society 24(6): 892-917.; 2021bZhu, Q. y M. Skoric. 2021b. “Political implications of disconnection on social media: A study of politically motivated unfriending”. New Media & Societyhttps://doi.org/10.1177/1461444821999994.). En primer lugar, eliminar una amistad en las redes sociales es una forma de establecer límites a través de la exclusión social (John y Gal 2018John, N. y N. Gal. 2018. “‘He’s Got His Own Sea’: Political Facebook Unfriending in the Personal Public Sphere”. International Journal of Communication 12(2018): 2971-2988.). En otras palabras, cuando estamos dejando a alguien fuera de nuestras redes sociales online, no solo estamos filtrando el contenido procedente de esa persona, sino que también se está denegando su acceso a nuestras publicaciones (privadas) y previniendo futuras interacciones. John y Gal (2018)John, N. y N. Gal. 2018. “‘He’s Got His Own Sea’: Political Facebook Unfriending in the Personal Public Sphere”. International Journal of Communication 12(2018): 2971-2988. argumentan que esta práctica es una manera, para los usuarios individuales, de ejercer la “soberanía” sobre su “esfera pública personal”, dado que los usuarios detentan el poder de controlar y decidir quién está autorizado para participar en las discusiones y quién no. En concreto, para los grupos marginados, este tipo de establecimiento de los límites no solo se adopta como respuesta a puntos de vista desafiantes o cuestionables, sino que está también impulsado por una necesidad real de autoprotección contra interacciones negativas (y algunas veces tóxicas), tales como amenazas, violencia y acoso, así como sanciones sociales. En otras palabras, argumentamos que eliminar amistades en las redes constituye, en el caso de las minorías, una respuesta a la exclusión y, a través de este mecanismo, dichas minorías son capaces de establecer un espacio más protegido, alentador y seguro donde pueden expresar más libremente puntos de vista e identidades a menudo reprimidos e ignorados.

Para ilustrar este punto, queremos destacar los hallazgos de un estudio de encuesta que llevamos a cabo durante las elecciones a jefe del ejecutivo en Hong Kong. En este estudio, hemos encontrado que aquellos individuos que consideraban tener opiniones minoritarias se caracterizaban por tener una mayor propensión a disociarse de sus opositores políticos, si se les comparaba con respecto a aquellos que consideraban tener opiniones mayoritarias (Zhu y Skoric 2021aZhu, Q. y M. Skoric. 2021a. “From Context Collapse to “Safe Spaces”: Selective Avoidance through Tie Dissolution on Social Media”. Mass Communication and Society 24(6): 892-917.).

Este hallazgo se podría explicar por el hecho de que las minorías tienden a tener una más clara percepción de su estatus, a percibir ideas políticas opuestas a las suyas como provocadoras o amenazantes y a tener una mayor necesidad de pertenencia y reconocimiento como grupo, en comparación con aquellos que tienen opiniones compartidas por la mayoría de la sociedad. En el contexto político de Hong Kong, la población ha experimentado una creciente polarización a partir de las masivas protestas del Movimiento de los Paraguas de 2014, que se caracterizó por el hecho de que todos los ciudadanos que apoyaban cualquiera de los lados de la fractura política se percibían a sí mismos como una minoría en su propia casa. El bando a favor de la democracia se sintió marginado desde el momento en que el gobierno estrechó sus vínculos con el gobierno central chino, a la vez que descalificaba a los legisladores a favor de la democracia y enjuiciaba a los activistas más prominentes. Al agravarse las sanciones del Estado, los que estaban a favor de la democracia empezaron a mirar a la gente que se ubicaba en la otra opción con sospecha. Aquellos que apoyaban al gobierno de Hong Kong se quedaron en gran parte en silencio, dado que sus preferencias por la prosperidad económica en detrimento de las reformas políticas y la identidad china son a menudo consideradas ilegítimas, y sus opiniones frecuentemente desestimadas en favor del prevalente discurso público a favor de la democracia. En un contexto político de este tipo, el miedo creciente de sanciones sociales y del Estado puede motivar a las minorías a restablecer redes sociales, es decir, los límites que se habían colapsado previamente. Este argumento es consistente con los hallazgos de estudios cualitativos -basados en entrevistas en profundidad-, en los cuales se ha demostrado que los grupos minoritarios -por ejemplo, los Palestinos que viven en Israel- tienden a dejar de ser amigos de miembros de los grupos mayoritarios -por ejemplo, los hebreos israelíes- con el objetivo de evitar recibir mensajes ofensivos, escapar de la confrontación, así como sortear la vigilancia social que podría llevar a sanciones en la vida real (John y Agbarya 2020John, N. y A. Agbarya. 2020. “Punching up or turning away? Palestinians unfriending Jewish Israelis on Facebook”. New Media & Society 23(5): 1063-1079.; John y Gal 2018John, N. y N. Gal. 2018. “‘He’s Got His Own Sea’: Political Facebook Unfriending in the Personal Public Sphere”. International Journal of Communication 12(2018): 2971-2988.).

Además, a través de la creación de un espacio socialmente más alentador y emocionalmente más seguro, la desconexión puede otorgar el poder a las minorías de expresar opiniones e identidades que, en otras circunstancias, podrían ser suprimidas y marginadas. Utilizando una encuesta panel de dos olas realizada en Hong Kong, hemos encontrado que eliminar una amistad por razones políticas (medido en el tiempo 1) predijo un incremento de la expresión política en las redes sociales en el tiempo 2; este hallazgo fue estadísticamente significativo solo para aquellos que se consideraban pertenecientes a un grupo minoritario (Zhu y Skoric 2021bZhu, Q. y M. Skoric. 2021b. “Political implications of disconnection on social media: A study of politically motivated unfriending”. New Media & Societyhttps://doi.org/10.1177/1461444821999994.). Hay evidencia cualitativa (basada en entrevistas en profundidad) de otros estudios que corroboran estos hallazgos. Por ejemplo, un tema central con respecto a las prácticas de eliminar una amistad en las redes sociales por parte de los israelíes árabes es que, en calidad de minoría deficitaria, el hecho de poder dejar de tener amistad con alguien en las redes les permite expresar sus opiniones con mayor libertad, sin preocuparse de potenciales riesgos y repercusiones (John y Agbarya 2020John, N. y A. Agbarya. 2020. “Punching up or turning away? Palestinians unfriending Jewish Israelis on Facebook”. New Media & Society 23(5): 1063-1079.). Algunos estudios han considerado la práctica de eliminar amistades en las redes sociales como una manera de “dar un golpe en la mesa”, es decir, de protestar en contra de una declaración política o en contra de la hegemonía de la mayoría dominante, o de responder a los ataques provocadores en contra de su grupo (John y Agbarya 2020John, N. y A. Agbarya. 2020. “Punching up or turning away? Palestinians unfriending Jewish Israelis on Facebook”. New Media & Society 23(5): 1063-1079.).

Por tanto, la desconexión puede ser considerada como una práctica sociotécnica llevada a cabo en defensa de las libertades individuales (y de los grupos minoritarios), a través de la cual se favorece la reafirmación de sus propias identidades (Kaun 2021Kaun, A. 2021. “Ways of seeing digital disconnection: A negative sociology of digital culture”. Convergence 27(6): 1571-1583.). Estas prácticas pueden ser consideradas democráticamente deseables, puesto que respaldan el proceso a través del cual los ciudadanos ejercen la soberanía sobre sus propias esferas públicas, lo que, en cambio, les permite reducir la complejidad y alejarse de todas las fuentes potencialmente tóxicas, como bots, trolls y portadores de desinformación (Kaun 2021Kaun, A. 2021. “Ways of seeing digital disconnection: A negative sociology of digital culture”. Convergence 27(6): 1571-1583.).

Recluirse en los espacios digitales seguros permite a los usuarios recuperarse de las luchas de poder diarias y evitar lo que perciben como un mundo digital malvado. Poder expresarse ante una audiencia cordial puede también ayudarles a adquirir el valor y las habilidades necesarias para enfrentarse a retos futuros en el espacio público. De hecho, hemos encontrado que, durante las protestas sociales en Hong Kong, eliminar una amistad por razones políticas en las redes estaba asociado no solo con la participación política en redes, sino también con la participación en las protestas callejeras, especialmente entre quienes percibían un alto nivel de amenaza por parte de aquellos que no pertenecían a su grupo de referencia (Zhu, Skoric y Shen 2017Zhu, Q., M. Skoric y F. Shen. 2017. “I Shield Myself from Thee: Selective Avoidance on Social Media During Political Protests”. Political Communication 34(1): 112-131.).

Al mismo tiempo, merece la pena destacar que el filtrado y la desconexión en las redes sociales plantean también un dilema democrático. Como afirmaron John y Agbarya (2020: 1075)John, N. y A. Agbarya. 2020. “Punching up or turning away? Palestinians unfriending Jewish Israelis on Facebook”. New Media & Society 23(5): 1063-1079., “cuando un miembro de la minoría elimina una amistad perteneciente al grupo mayoritario -incluso en medio de una disputa- esa persona se está distanciando de los centros de poder”. Por tanto, el hecho de eliminar una amistad en las redes sociales puede limitar la capacidad de las minorías de persuadir y movilizar a otras personas, lo que es crucial a la hora de promover sus reivindicaciones en el contexto político. Al cortar los vínculos con sus opositores políticos, eliminar amistades también va en detrimento de escuchar al otro y los beneficios democráticos asociados a esta práctica (Zhu y Skoric 2021bZhu, Q. y M. Skoric. 2021b. “Political implications of disconnection on social media: A study of politically motivated unfriending”. New Media & Societyhttps://doi.org/10.1177/1461444821999994.). Además, este tipo de activismo digital se basa en la exclusión social y se fortalece por medio de acciones que silencian a los conciudadanos (Tsfati y Dvir-Gvirsman 2018Tsfati, Y. y S. Dvir-Gvirsman. 2018. “Silencing Fellow Citizens: Conceptualization, Measurement, and Validation of a Scale for Measuring the Belief in the Importance of Actively Silencing Others”. International Journal of Public Opinion Research 30(3): 391-419.). En otras palabras, mientras que las prácticas de desconexión pueden empoderar a las minorías para revertir la espiral del silencio, estas prácticas pueden también fomentar la espiral del silenciamiento. De hecho, las prácticas de evitación selectiva, como eliminar amistades o dejar de seguir a alguien en las redes sociales, permiten a las minorías ajustar su clima de opinión pública de referencia, al reconfigurar su red de opinión inmediata y, por consiguiente, sus puntos de vista pueden convertirse en opiniones mayoritarias, promoviendo así la autoexpresión. Este proceso de limpieza de redes sociales tiene también como consecuencia el desarrollo de discusiones más cordiales con sus propios contactos homogéneos, no plantean retos, ridiculizaciones, troleos ni comportamientos poco cívicos, los cuales son frecuentes en las discusiones políticas en muchas PRS. Sin embargo, estas acciones de evitación selectiva, ¿consiguen realmente resolver el dilema de la espiral del silencio? Nosotros argumentamos que esto es algo improbable, puesto que, en lugar de abordar el miedo al aislamiento social, considerado el principal motivo de la autocensura (Noelle-Neumann 1974Noelle-Neumann, E. 1974. “The spiral of silence: a theory of public opinion”. Journal of Communication 24(2): 43-51.), estas prácticas de hecho representan, para las minorías, una forma de aislamiento social digital autoimpuesto, lo que, a su vez, podría incrementar los clivajes existentes en la sociedad y llevar a una mayor fragmentación social (Zhu y Skoric 2021bZhu, Q. y M. Skoric. 2021b. “Political implications of disconnection on social media: A study of politically motivated unfriending”. New Media & Societyhttps://doi.org/10.1177/1461444821999994.).

Los hallazgos que acabamos de comentar con respecto al entorno digital reflejan con bastante fidelidad lo que la literatura ya había demostrado sobre comunidades offline fuertemente unidas. Por ejemplo, las investigaciones llevadas a cabo en el ámbito de la sociología han mostrado que las redes sociales caracterizadas por una excesiva confianza y solidaridad grupal podrían tener consecuencias negativas, tanto para las personas que pertenecen como para las que no pertenecen al grupo (Portes 2014Portes, A. 2014. “Downsides of social capital”. Proceedings of the National Academy of Science, 111(52): 18407-18408.). Con respecto a los miembros del grupo, las ventajas en términos de relaciones fuertes y vinculantes pueden tener la contrapartida de perder los vínculos más débiles, algunos de los cuales podrían potencialmente aportar “capital social relacional”, es decir, aquellos lazos que pueden garantizar el acceso al poder institucional. Este proceso podría ser particularmente dañino para los ciudadanos marginados, puesto que podría llevar a la pérdida no solo de recursos informativos, sino también tangibles y materiales (Aldrich 2011Aldrich, D. 2011. “The Externalities of Strong Social Capital: Post-Tsunami Recovery in Southeast India”. Journal of Civil Society 7(1): 81-99.). Además, la naturaleza particularista de los beneficios conseguidos por los miembros del grupo implica también que dichos beneficios son de más difícil acceso para los que no son miembros del grupo, incluyendo acceso a oportunidades de trabajo, derechos políticos y asistencia institucional. Este proceso podría ser perjudicial en sociedades altamente polarizadas o en las cuales hay diferentes formas de discriminación social.

CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN

 

No cabe duda de que las prácticas de establecimiento de límites a través de la evitación y exclusión social han recibido un interés creciente por parte de la comunidad académica en los últimos años. Dicho interés está, en parte, motivado por la ampliamente percibida sensación de fracaso de las PRS más grandes (como Facebook y Twitter) a la hora de combatir las interacciones polarizadoras y tóxicas que en ellas ocurren, a las que ha seguido la retirada de personas hacia enclaves digitales más privados. ¿Por qué se han convertido las redes sociales en espacios tan poco cívicos?

Aunque la heterogeneidad étnica, racial, social y política es una característica común en muchas sociedades, la mayoría de los ciudadanos no la experimentan en sus vidas cotidianas. Pero incluso para aquellos que sí la experimentan diariamente, puede ser una experiencia no deseada, o más bien de una disonancia no deseada, a la cual los ciudadanos tienen que acostumbrarse para poder seguir adelante en su día a día. En el mundo offline, la evitación y el filtrado de diferentes puntos de vista y experiencias es a menudo difícil o incluso imposible de conseguir. Los encuentros con la diferencia -y la disonancia- ocurren en casa, en la escuela, en el trabajo y, por supuesto, en muchos “otros lugares” (Coleman 1990Coleman, J. 1990. Foundations of social theory. Cambridge, Mass.: Harvard University Press.). En las sociedades modernas, pocos ciudadanos viven en comunidades rurales homogéneas, las cuales son a menudo idealizadas en la literatura sobre capital social. Las redes sociales han traído consigo una intensificada conciencia de esta heterogeneidad, que se expresa a menudo en forma de una migración en masa de puntos de vista y personas no deseadas hacia los hogares digitales de cada individuo, es decir, el propio perfil o muro de las redes sociales, en el cual diferentes clivajes sociales y políticos se enfatizan en particular. Por lo tanto, las prácticas de evitación y desconexión son respuestas afectivas a la percibida invasión de los espacios -digitales- personales (John y Gal 2018John, N. y N. Gal. 2018. “‘He’s Got His Own Sea’: Political Facebook Unfriending in the Personal Public Sphere”. International Journal of Communication 12(2018): 2971-2988.) y pueden ser analizadas desde la perspectiva del autocuidado, lo que resalta la propia expresión y la reafirmación de la autonomía individual (Barnidge et al. 2022Barnidge, M., C. Peacock, B. Kim, Y. Kim y M. A. Xenos. 2022. “Networks and Selective Avoidance: How Social Media Networks Influence Unfriending and Other Avoidance Behaviors”. Social Science Computer Review. https://doi.org/10.1177/08944393211069628.; Kaun, 2021Kaun, A. 2021. “Ways of seeing digital disconnection: A negative sociology of digital culture”. Convergence 27(6): 1571-1583.).

En las plataformas digitales, la evitación de puntos de vista y personas no deseadas es más factible, tanto en términos de facilidad y eficiencia técnica como por lo que concierne al reducido coste social de la evitación y la desconexión. Dicho esto, cabe destacar que, mientras que la gente considera un tercio de sus amistades en Facebook como potenciales candidatas a ser eliminadas, muchas veces se abstienen de hacerlo, dado que no quieren perder la posibilidad de estar en contacto con ellas, en el caso de que fuera necesario (Krämer, Hoffmann y Eimler 2015Kramer, N., L. Hoffmann y S. Eimler. 2015. “Not Breaking Bonds on Facebook-Mixed-Methods Research on the Influence of Individuals’ Need to Belong on “Unfriending” Behavior on Facebook”. International Journal of Developmental Science, 9(2): 61-74. ). De hecho, muchos estudios han demostrado que la gran mayoría de los ciudadanos no elimina amistades por razones políticas, y el número de aquellos que han declarado hacerlo oscila entre el 10 y el 30 por ciento (Skoric et al. 2021Skoric, M., Q. Zhu, K. Koc-Michalska, S. Boulianne y B. Bimber. 2021. “Selective Avoidance on Social Media: A Comparative Study of Western Democracies”. Social Science Computer Review, 40(5): 1241-1258.; Skoric, Zhu y Lin 2018Skoric, M., Zhu, Q. y Lin, J. 2018. “What Predicts Selective Avoidance on Social Media? A Study of Political Unfriending in Hong Kong and Taiwan”. American Behavioral Scientist, 62(8): 1097-1115.; John y Dvir-Gvirsman 2015John, N. y S. Dvir-Gvirsman. 2015. “‘I Don’t Like You Any More’: Facebook Unfriending by Israelis During the Israel-Gaza Conflict of 2014”. Journal of Communication 65(6): 953-974.). Los estudios llevados a cabo en este ámbito han demostrado también que los ciudadanos desarrollan otras formas de evitación (más moderadas) en las PRS, los llamados “comportamientos de teflón”, que incluyen abstenerse completamente del comentar o empezar una discusión política, a la vez que siguen conectados con sus contactos en las redes sociales (Goyanes y Skoric 2021Goyanes, M. y M. M. Skoric. 2021. “Citizen (Dis)engagement on Social Media: How the Catalan Referendum Crisis Fostered a Teflonic Social Media Behaviour”. Mediterranean Politics. https://doi.org/10.1080/13629395.2021.1904349.).

Una de las cuestiones clave con respecto a las redes sociales es analizar si su capacidad de difundir rápidamente la información y fomentar la participación entre las comunidades homogéneas tiene un coste en términos de la capacidad reducida de deliberar y “escuchar y ver el otro lado”. Nuestra revisión de la literatura sugiere que las plataformas digitales pueden ayudar a los ciudadanos y comunidades marginados a expresarse con mayor libertad, familiarizarse con las voces disonantes sin tener la percepción de amenaza, a la vez que adquieren el valor y los recursos para participar en la vida pública. Sin embargo, también existen otros inconvenientes como, por ejemplo, la pérdida de un entorno con información compartida, la proliferación de la desinformación, la reducción de la exposición a puntos de vistas políticos transversales, así como la erosión de la cohesión social. Dicho esto, un estudio reciente que ha utilizado el agent-based modelling en las redes sociales ha demostrado que, comparada con la censura centralizada (por ejemplo, impedir a los usuarios el acceso a las plataformas), la censura descentralizada (por ejemplo, dejar de ser amigo o de seguir a alguien en las redes) tiene una menor probabilidad de llevar a la radicalización de los usuarios (Lane, McCaffree y Shults 2021Lane, J. E., K. McCaffree y F. L. Shults. 2021. “Is radicalization reinforced by social media censorship?”. arXiv preprint arXiv: 2103.12842. https://doi.org/10.48550/arXiv.2103.12842 ).

Los espacios digitales seguros pueden fomentar vínculos fuertes entre sus miembros y crear redes sociales imbuidas con confianza, generando comunidades que dependen de la solidaridad “mecánica” basada en la homogeneidad social, cultural o política, y reforzadas a través de frecuentes interacciones (Durkheim 1984Durkheim, E., 1984. The division of labor in society. New York: Free Press.). Sin embargo, esta solidaridad fomenta los intereses particulares y provee un limitado abanico de puntos de vista y perspectivas, haciendo que este mecanismo sea dañino en muchas de las sociedades complejas contemporáneas (Portes y Vickstrom 2011Portes, A. y E. Vickstrom. 2011. “Diversity, Social Capital, and Cohesion”. Annual Review of Sociology 37(1): 461-479.). Probablemente, no sorprenda que esta solidaridad mecánica que caracterizó las comunidades rurales tradicionales en el pasado esté reapareciendo en la red: la desconfianza generalizada en las instituciones políticas y sus percibidos fracasos son las razones principales por las cuales los ciudadanos están buscando una forma de comunitarismo particular en las plataformas digitales.

Por el contrario, la solidaridad orgánica (basada en la diferenciación de los roles, las normas impersonales, la tolerancia, la interdependencia y la especialización del trabajo) es lo que necesitan gran parte de las sociedades contemporáneas modernas para funcionar de forma apropiada (Durkheim 1984Durkheim, E., 1984. The division of labor in society. New York: Free Press.). En sus primeras manifestaciones, parecía que las PRS habían cumplido, a través de su rol como tecnologías de comunicación, la labor de fomentar la solidaridad orgánica, especialmente por el hecho de que favorecían la expansión de los vínculos sociales más allá de los tradicionales límites impuestos por las sociedades offline. Sin embargo, los estudios han demostrado que las PRS no incrementan de manera significativa el tamaño de nuestras redes ni alteran significativamente los patrones de las relaciones sociales. En cambio, las redes sociales ralentizan el deterioro natural de los vínculos de amistad (Dunbar 2016Dunbar, R. 2016. “Do online social media cut through the constraints that limit the size of offline social networks?”. Royal Society Open Science 3(1): 150292.), en que las personas que son menos similares entre sí acaban alejándose unas de otras, especialmente cuando sus diferencias se vuelven más acentuadas (Noel y Nyhan 2011Noel, H. y B. Nyhan. 2011. “The “unfriending” problem: The consequences of homophily in friendship retention for causal estimates of social influence”. Social Networks 33(3): 211-218.).

En conclusión, parece prematuro celebrar el surgimiento de enclaves digitales comunitarios, creados a través de las prácticas de selección, filtrado y desconexión. Aunque existe evidencia que demuestra las ventajas en términos de expresión y de participación de los miembros del grupo, todavía necesitamos entender más claramente sus impactos a largo plazo sobre el acceso de las minorías a la información política, los recursos y el poder institucional, a la vez que necesitamos evaluar de manera crítica su impacto general sobre el funcionamiento de las sociedades democráticas complejas. Por lo tanto, los beneficios sociales y políticos que observamos en los estudios sobre la amistad en las redes sociales pueden derivarse, en gran parte, del reforzamiento del capital social excluyente (Portes 2014Portes, A. 2014. “Downsides of social capital”. Proceedings of the National Academy of Science, 111(52): 18407-18408.), tema que los futuros estudios deberían analizar de manera empírica. Dicho esto, cabe señalar que la erradicación y el bloqueo de los vínculos débiles en las redes sociales no está en contradicción con el proceso de añadir nuevos vínculos débiles a las redes de los ciudadanos, como se ha demostrado en numerosos estudios (por ejemplo, Barnidge et al. 2022Barnidge, M., C. Peacock, B. Kim, Y. Kim y M. A. Xenos. 2022. “Networks and Selective Avoidance: How Social Media Networks Influence Unfriending and Other Avoidance Behaviors”. Social Science Computer Review. https://doi.org/10.1177/08944393211069628., John y Gal 2018John, N. y N. Gal. 2018. “‘He’s Got His Own Sea’: Political Facebook Unfriending in the Personal Public Sphere”. International Journal of Communication 12(2018): 2971-2988.). Por tanto, ser asocial en las redes sociales está más relacionado con alcanzar niveles sostenibles de complejidad y diversidad en las interacciones sociales y el mantenimiento del bienestar psicológico de los individuos que con el deseo de crear espacios altamente homogéneos para las interacciones sociales y políticas.

AGRADECIMIENTOS

 

Este proyecto fue posible gracias a la Beca de Investigación Estratégica de la Universidad de la Ciudad de Hong Kong y el generoso apoyo brindado por la Fundación Konrad Adenauer al Dr. Marko M. Skoric durante su licencia sabática.

REFERENCIAS

 

Aldrich, D. 2011. “The Externalities of Strong Social Capital: Post-Tsunami Recovery in Southeast India”. Journal of Civil Society 7(1): 81-99.

Barnidge, M., C. Peacock, B. Kim, Y. Kim y M. A. Xenos. 2022. “Networks and Selective Avoidance: How Social Media Networks Influence Unfriending and Other Avoidance Behaviors”. Social Science Computer Review. https://doi.org/10.1177/08944393211069628.

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