Revista Internacional de Sociología 80 (3)
julio-septiembre, e213
ISSN: 0034-9712, eISSN: 1988-429X
https://doi.org/10.3989/ris.2022.80.3.N21.03

AVANCES EN SOCIOLOGÍA DE LOS SUEÑOS

ADVANCES IN SOCIOLOGY OF DREAMS

Marc Barbeta-Viñas

Universitat Autònoma de Barcelona

https://orcid.org/0000-0002-3630-3367

Resumen

Las siguientes notas de investigación tienen como propósito presentar los avances sociológicos en el estudio de los sueños, haciendo hincapié en la valoración de las recientes aportaciones en la materia realizadas por el sociólogo francés Bernard Lahire. Después de esbozar los escasos trabajos precedentes sobre esta cuestión, expondremos que el modelo interpretativo propuesto por el autor francés, fruto del diálogo con las principales disciplinas científicas dedicadas a lo onírico, sienta las bases para el desarrollo de un programa de investigación dedicado a la sociología de los sueños. La construcción de un nuevo objeto de estudio, fascinante y misterioso, y prácticamente sin precedentes en la sociología española, añade interés al abordaje sociológico de los sueños.

Palabras clave: 
Asociaciones; Expresión simbólica; Sociología; Sueños
Abstract

The following research notes are intended to present advances in the sociology of dreams, with special emphasis on the assessment of recent contributions on the subject made by the French sociologist Bernard Lahire. After outlining the sociological precedents on the subject, we will state that the interpretive model proposed by the author, the result of dialogue with the main scientific disciplines dedicated to the dream, lays the foundations for the development of a research program dedicated to the sociology of dreams. The construction of a new object of study, fascinating and mysterious at the same time, and practically unprecedented in Spanish sociology, adds interest to the sociological approach to dreams.

Keywords: 
Associations; Dreams; Sociology; Symbolic expresion

Recibido: 13.10.2021. Aceptado: 22.04.2022. Publicado: 07.10.2022

MARC BARBETA VIÑAS es doctor en sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona. Actualmente, ejerce como profesor asociado de Sociología en la Universitat Autónoma de Barcelona y la Universitat de Girona. Es investigador en el Departamento de Sociología de la UAB. Las principales líneas de investigación son la sociología del consumo y la cultura, así como los métodos y técnicas de investigación cualitativa. También ha trabajado en investigaciones en el ámbito de la familia, el género, la educación y la sociología agraria. Ha publicado distintos artículos en revistas científicas nacionales e internacionales. Asimismo, ha colaborado en libros colectivos publicados por el CIS y es coautor del libro La paternidad en España (CSIC 2020).

Cómo citar este artículo/Citation:  Barbeta Viñas, M. 2022. Avances en sociología de los sueños. Revista Internacional de Sociología 80(3):e213. https://doi.org/10.3989/ris.2022.80.3.N21.03

CONTENIDO

INTRODUCCIÓN

 

El análisis de los sueños ha sido más bien insólito para la sociología, en comparación con lo ocurrido en la psicología o las neurociencias. La mayoría de las aportaciones sociológicas realizadas hasta la fecha, sin restarles valor, se han mostrado insuficientes para la construcción de un marco teórico sólido sobre el sueño, así como para la elaboración de una teoría capaz de sistematizar el estado del conocimiento sobre los sueños alcanzado hasta el momento.

La reciente aparición de la monografía (en dos volúmenes) sobre la interpretación sociológica de los sueños del sociólogo francés Bernard Lahire (2018Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte. y 2021)Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte. supone un paso de gigante en la “conquista sociológica” del estudio de los sueños (Hivert y Quéré 2019Hivert, J. y Q. Quéré. 2019. «L’interprétation sociologique des rêves de Bernard Lahire: Une nouvelle conquête sociologique». Revue française des affaires sociales, 4: 275-281. https://doi.org/10.3917/rfas.194.0275 ). Estas publicaciones significan el resurgir del debate acerca del sueño como objeto de estudio legítimo para la sociología.

En estas notas de investigación nos planteamos cuál es el estado del arte en este campo de investigación poco desarrollado y sin prácticamente precedentes en la sociología española, poniendo atención especial al trabajo de Lahire. Defendemos que la ambiciosa propuesta de este autor genera las condiciones que permiten retomar este ámbito de estudio desde nuevas perspectivas, en la construcción de un programa de investigación (Lakatos 1989Lakatos, I. 1989. La metodología de los programas de investigación científica. Madrid: Alianza.) dedicado a la sociología de los sueños.

ALGUNOS ANTECEDENTES EN LA SOCIOLOGÍA DE LOS SUEÑOS

 

La sociología continental, principalmente la francesa, ha aportado algunos trabajos reseñables en el estudio de los sueños. Maurice Halbwachs (2004: 13-56)Halbwachs, M. 2004. Los marcos sociales de la memoria. Barcelona: Anthropos., inscribió los sueños en su amplio desarrollo sobre los marcos sociales de la memoria. Para este autor, los sueños nos conectan con el pasado y con distintos contextos sociales vividos por el soñante. Halbwachs afirmaba que los sueños no responden fielmente a la realidad percibida en la vigilia, y los definía como reconstrucciones edificadas sobre marcos colectivos de recuerdos y pensamientos. Similar enfoque planteó Roger Bastide (1972)Bastide, R. 1972. Le rêve, la transe et la folie. Paris: Flamarion. al analizar cómo las nuevas estructuras sociales y culturales de ciudadanos africanos se introducían en los sueños, articulando los significados personales con los sociales y objetivos. Otro trabajo destacable es el impulsado por el sociólogo Jean Duvignaud a finales de los 70, con un banco de sueños en el que se recopilaban, de forma inédita, miles de sueños de franceses de distintas clases y categorías sociales. Entre los resultados que influyeron los desarrollos posteriores, podemos señalar la fuerza con que las jerarquías sociales aparecen en lo onírico (Duvignaud, Duvignaud y Corbeau 1981Duvignaud, J., F. Duvignaud y Jean P. Corbeau, 1981. El banco de los sueños. México: FCE.).

Desde la sociología norteamericana, centrada en los usos de los relatos de los sueños, se inició una suerte de “ecología de los sueños”. Barry Schwatrz (1970)Schwatrz, B. 1970. “Notes on the Sociology of Sleep”. Sociological Quarterly, 11: 485-499. publicó un artículo pionero en el que señalaba el papel del sueño en la definición de la identidad, dada la simbolización que este posibilita de la posición del soñante en el mundo. Y siguiendo a este autor, desde el interaccionismo simbólico Fine y Fischer (1993)Fine, G. A. y L. Fischer. 1993. “Nocturnal Omissions: Steps Toward a Sociology of Dreams”. Symbolic Interaction, 16(2): 95-104. se ocuparon de las relaciones sociales y las circunstancias de los sueños. Destacaron que la dimensión retórica e interpretable de los sueños y sus efectos en la interacción son reflejo de la sociedad. Con Lahire (2018: 72)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte., sin embargo, podemos señalar que la evocación de la teoría del reflejo no deja de ser un problema por el que se descuidan las distintas dimensiones de lo social y su influencia en el sueño, además de ignorar los mecanismos de producción del mismo. Esta cuestión vinculada a la fabricación de los sueños, tradicionalmente desarrollada por la psicología, será central en la teoría actual que propone el autor de Lyon.

LA ACTUAL SOCIOLOGÍA DE LOS SUEÑOS: EL MODELO DISPOSICIONALISTA-CONTEXTUAL

 

Partiendo del conjunto de disciplinas científicas que han hecho aportaciones relevantes en relación con el objeto del sueño, el proyecto de Bernard Lahire se centra en elaborar una teoría científica de la producción de los sueños y sus significaciones. Y en cuanto tal, se inscribe dentro de una teoría más general de las formas de expresión humana; lo que significa entender la capacidad de soñar como una característica antropológica del ser humano, sujeta a variaciones sociohistóricas y culturales. Según Lahire (2021: 1150-1157)Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte., esta capacidad, con sus características inherentes, como el vínculo entre el lenguaje y el sueño, la elaboración de metáforas, la analogía o la estructuración visual de los sueños, serían invariantes propias de la especie humana. Mientras que los tipos de metáfora, analogía, lenguaje y figuras concretas que componen los sueños, serían variantes históricas dependientes de la sociedad, la cultura y las experiencias que viven los soñantes. Esta distinción será estratégica, metodológica y epistemológicamente: el conocimiento científico -tampoco el relativo a los sueños- no puede avanzar solamente atendiendo a elementos puramente singulares, sino que debe hacerlo mediante la elaboración de modelos explicativos generales, con lógicas y mecanismos capaces de dar cuenta de realidades sociohistóricas concretas.

La elaboración de una teoría integrada, capaz de sintetizar coherentemente el conjunto de conocimientos existentes sobre el sueño, pasa por el establecimiento de un diálogo con las disciplinas que se ocupan de lo onírico (neurociencia, psicoanálisis), lo que supone una importante diferencia con respecto a los trabajos precedentes en este campo. Lahire (2018)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte. pone en cuestión ciertos postulados neurocientíficos desde su concepción del sueño como un fenómeno individual e intrínsecamente social: el sueño y su relato no pueden reducirse a la química neuronal del cerebro. Al contrario de lo que a veces se ha afirmado, la actividad onírica no puede asociarse a una única fase del dormir (la fase REM), pues desde los años 60, según datos aportados por la neurología, el sueño se percibe como una actividad que dura mientras se duerme, poniendo en cuestión la supuesta determinación del sueño por los mecanismos fisiológicos y neurológicos. Obviamente, los mecanismos cerebrales suponen la infraestructura necesaria para la aparición de las imágenes y sensaciones de los sueños; pero su análisis, que no debe confundirse con el estudio del dormir, como hacen neurobiólogos como Jouvet (2000)Jouvet, M. 2000. Le sommeil et le rêve. Paris: Odile Jacob., pasa por el relato socialmente situado del sueño por parte del soñador. El enfoque sociológico, por tanto, reconoce que el sueño tiene en las bases biológicas del cerebro sus condiciones de posibilidad; sin embargo, el sueño no puede reducirse a estas. Todo relato de un sueño es, así, una expresión simbólica, aprehendida culturalmente, de experiencias sociales y emocionales que, lejos de ser un cúmulo de imágenes aleatorias, esconde lógicas específicas en su formación y adquiere un sentido interpretable.

Con esta última característica, la actual teoría sociológica de los sueños sigue los pasos de Freud para alejarse de aproximaciones narrativas y relativistas, como la fenomenología de Schütz. Esta tarea de interpretación científica, mediante la aplicación de un método definido, se encuentra al servicio del descubrimiento de los determinantes sociológicos -en el sentido durkheimiano del término- por los cuales el análisis sociológico de los sueños se ocupa, como hacen las disciplinas científicas, de las regularidades existentes en los sueños y de las lógicas sociales que los configuran, que no son ni casuales ni azarosas (Lahire 2021: 1159Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte.).

¿Dónde quedan, entonces, los determinantes sociales en el sueño? Superando los trabajos precedentes, el planteamiento de Lahire dirige su interés al contenido de los sueños, no solo al uso de sus relatos. En la producción de este contenido es donde encontramos lo social de los sueños. Todo sueño es una condensación de experiencias sociales modeladas involuntariamente por parte del soñador durante el dormir; eso es, experiencias sociales, autobiográficas, que reactivan, dadas ciertas circunstancias actuales, las disposiciones y esquemas socioculturales forjados durante la vida del soñante (Lahire 2018: 94-101Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte.). Entendido así, lo social no se identifica solamente con lo colectivo o lo institucional, sino con la formación de los individuos como personas más o menos singulares, con formas de concebir, percibir y sentir el mundo, particulares. Muchos objetos -como los sueños- son de naturaleza social, en la medida en que han estado socialmente producidos por personas sometidas a procesos de socialización determinados, en el seno de grupos e instituciones sociales. Para Lahire, lo social mantiene una relación radical con la historia relacional de los individuos: es, también, el pasado incorporado.

Una de las claves de la tesis sociológica de Lahire está, justamente, en el papel preponderante de estas experiencias de socialización, que se inscriben como sedimento en el cuerpo y que constituyen los esquemas y las disposiciones que orientan la producción onírica y su relato. Debe clarificarse, ante cualquier ingenuidad positivista, que estos esquemas y disposiciones no son directa y positivamente observables. No obstante, como ocurre con muchos conceptos científicos, deben presuponerse teóricamente para poder explicar el funcionamiento de las “cosas sociales”, así como dar coherencia a las observaciones empíricas, en este caso, los relatos de los sueños. Como se observa en los casos empíricos que Lahire (2021)Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte. analiza, existe una interdependencia entre el pasado incorporado y el presente en la producción de los sueños. Serían las situaciones presentes las que abren o cierran la posibilidad de expresión del pasado incorporado a través de la activación práctica en acciones e interacciones en la vida cotidiana, de la puesta en escena implícita de dicho pasado en expresiones simbólicas, o del recuerdo de escenas reveladoras de esquemas de experiencias (Lahire 2018: 155-157Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte.). Para esta conexión de pasado y presente, el mecanismo hallado por el sociólogo es el de la analogía (Hofstadter y Sander 2018Hofstadter, D. y E. Sander. 2018. La analogía: El motor del pensamiento. Barcelona: Tusquets.). Esta permitiría la asociación (involuntaria y no consciente) entre realidades distintas que, junto a las asociaciones por contigüidad descubiertas por Freud (1900)Freud, S. 1900. La interpretación de los sueños (2 vol.). Buenos Aires: Amorrortu, 1986., serían los mecanismos clave en la configuración del material del sueño (Lahire 2018: 297-314Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte.).

Volviendo al interrogante anterior, la teoría de Lahire (ibid: 99-101) fundamenta la naturaleza social de los sueños con base en cinco elementos. Su trabajo empírico y el diálogo con la literatura existente permiten al autor señalar que soñar supone: 1) poner en marcha capacidades simbólicas socialmente constituidas, así como narrar y metaforizar visualmente sentimientos, situaciones, relaciones significativas; 2) estas situaciones, en la mayoría de ocasiones, tratan problemas vinculados a la vida diurna de individuos socializados; 3) estos problemas son reveladores de los esquemas cognitivos y emocionales con que los individuos han sido socializados a través de múltiples experiencias sociales; 4) tanto los esquemas, las disposiciones como las preocupaciones que emergen en los sueños son reactivadas con base en situaciones vividas en el transcurso de la vida social; 5) el sueño solamente es accesible a partir de un relato que pone en juego las competencias lingüísticas de los soñantes.

El modelo de interpretación general de los sueños propuesto consiste en una adaptación que hace el autor de trabajos anteriores y que ahora aplica a los sueños: Disposiciones----Contexto de acción----Prácticas. Así, todo sueño consiste en la reactualización, en un contexto concreto, de disposiciones y esquemas forjados desde el pasado, al incorporar distintas experiencias sociales y emocionales. La traducción concreta a la experiencia onírica establecería, primero, la situación de vigilia antes del sueño, marcada por las preocupaciones, las disposiciones y el contexto previo al sueño; segundo, la situación propia del sueño, en que las disposiciones y los esquemas de experiencias pasadas se relacionan con estímulos internos y el marco del sueño para la generación de las imágenes oníricas; tercero, la situación post-sueño, en que el recuerdo de lo soñado se combina y vincula en la vigilia con el contexto y las disposiciones presentes, posibilitando el relato del sueño concreto.

Con el interrogante ¿por qué soñamos?, Lahire (2018: 421-430)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte. termina su primer volumen -un tanto perplejamente, como han apuntado algunos comentaristas (Ravelli 2018Ravelli, Q. 2018. «Le tournant sociologique du rêve. Lecture de L’interprétation sociologique des rêves de Bernard Lahire». Lectures:https://doi.org/10.4000/lectures.25347 )- reivindicando la ausencia de una función de los sueños. Sin embargo, el autor francés, apoyado en sus trabajos anteriores (Lahire 2010Lahire, B. 2010. Franz Kafka. Élements pour une théorie de la création littéraire. Paris: La Découverte.), no deja de afirmar que el espacio del sueño es el lugar donde se tratan los problemas en curso y sin resolver, pero haciendo eco a situaciones problemáticas del pasado (Lahire 2018: 246Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte.). Así, los sueños serían expresiones simbólicas de “problemáticas existenciales” del soñante; de tal modo que responderían a problemas, malestares, sufrimientos que encuentran su origen en conflictos no resueltos, tensiones, aspiraciones o deseos frustrados, incluso anticipaciones de situaciones angustiantes. Y, además, estas no solamente tendrían relación con la configuración familiar (como ocurre muchas veces), sino que podrían originarse o reaparecer en distintas etapas de la vida. Por lo que los sueños servirían para expresar, con altas dosis de lucidez (ibid: 234), lo que los psicólogos Thomas M. French y Erika Fromm (1985) denominaron un “problema focal” cuya interpretación debe hacerse en cada sueño. Esta concepción mantiene una sorprendente similitud con la tesis que el psicólogo Phillippe Malrieu elaboró hace 50 años y que ninguno de los volúmenes de Lahire recoge. Para este autor, el sueño tendría un carácter proyectivo, simulador de soluciones a inquietudes actuales: “el sueño no satisface deseos preexistentes reprimidos… Nos parece que está siempre ligado a problemas muy actuales, aunque para esbozar su solución haga referencia, por el rodeo de analogías lejanas, a situaciones antiguas” (Malrieu 1971: 187Malrieu, Ph. 1971. La construcción de lo imaginario. Madrid: Guadarrama. ).

Figura 1.  Síntesis del proceso de fabricación de los sueños y contextos para su estudio
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Fuente: Elaboración propia a partir de Lahire (2018: 107, 108 y 158)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte.

CON FREUD Y CONTRA FREUD: LA INTERPRETACIÓN SOCIOLÓGICA DE LOS SUEÑOS

 

La interpretación de los sueños con la que Freud (1900)Freud, S. 1900. La interpretación de los sueños (2 vol.). Buenos Aires: Amorrortu, 1986. inaugura el psicoanálisis es el primer gran intento de síntesis teórica sobre la producción de los sueños. El impacto que ha tenido esta obra a lo largo del tiempo ha supuesto, en cierto modo, que el estudio de los sueños haya estado monopolizado por el modelo psicoanalítico. Por tanto, la segunda gran síntesis que podría representar la propuesta sociológica de Lahire, desde una posición algo recelosa, podría interpretarse como una teoría “rival” que pretende fundar una nueva ciencia de los sueños. Es cierto que Lahire (2018)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte. confronta muchísimas de las tesis de Freud, algunas centrales en su teoría de los sueños. Sin embargo, también lo es que, a diferencia de otros autores que han denigrado injustamente al vienés, la actual teoría sociológica de los sueños encuentra en Freud el autor más estimulante.

Con Freud, la propuesta de Lahire se encamina a no disociar las posibilidades de la tarea interpretativa y la producción de conocimiento científico. Algo que, sea dicho de paso, ha defendido la sociología desde epistemologías y metodologías pluralistas. Asimismo, los mecanismos del trabajo del sueño, como la condensación, el desplazamiento, o la figurabilidad aparecen en la propuesta sociológica en clara continuidad con las propuestas de Freud, aunque -y ahora nos ocuparemos de ello- desconectados de la teoría de la censura. Por ejemplo, en el caso de Tom, joven estudiante de ciencias sociales de familia protestante, se observan desplazamientos entre ámbitos sociales distintos (socioeconómico, escolar y cultural) que estructuran sus imágenes oníricas (Lahire 2021: 527-681Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte.). O bien, en no pocos sueños analizados por Lahire aparece una figura que condensa distintas personas a la vez.

En cuanto a los aspectos críticos, Lahire sigue de cerca las críticas brindadas al freudismo por parte de Norbert Elías. El sociólogo alemán, a pesar de reconocer los avances de Freud, señaló la necesidad de sociologizar e historizar los aspectos centrales de la economía psíquica y las categorías psicoanalíticas, de tal manera que fuese posible analizar las estructuras psíquicas a la luz de la influencia que ejercen sobre las mismas las estructuras socioculturales. Este marco general, con el que las instancias inconscientes ven modificado su significado, como ocurre con la sustitución de la libido sexual por las “valencias” (Elías 2010: 47-79Elías, N. 2010. Au-delá de Freud. Les rapports entre sociologie et psychologie. París: La Découverte.), constituye, junto a otras aportaciones, una de las bases sobre las que Lahire dialoga críticamente con Freud.

Así, ambas teorías reconocen el papel preponderante del inconsciente en el desarrollo de los sueños. No obstante, para Lahire el inconsciente tiene más que ver con el pasado incorporado, vinculado, por ejemplo, a la obra de Bourdieu (1972)Bourdieu, P. 1972. Bosquejo de una teoría de la práctica. Buenos Aires: Prometeo., que con el inconsciente dinámico descubierto por Freud, estrechamente ligado al mecanismo de la represión. El pasado incorporado lo formarían los sedimentos de las experiencias de socialización, de tal modo que estas constituirían las disposiciones y los esquemas de los individuos. Este modelo de inconsciente, usado en la tesis disposicionalista del francés, encontraría apoyo en los recientes descubrimientos sobre el inconsciente procedimental (no reprimido), que tanto las neurociencias como buena parte del psicoanálisis actual han incorporado en sus corpus teóricos (Coderch 2014Coderch, J. 2014. Avances en Psicoanálisis Relacional. Madrid: Ágora Relacional.). Como reconoce el mismo Lahire (2018: 113-150)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte., lo latente en Freud es bastante cercano a las disposiciones, en cuanto que elementos del pasado inscritos en la mente que emergerían, en los sueños, dadas ciertas circunstancias. De hecho, el pasado incorporado parece asimilarse bastante a los sistemas mnémicos constituidos por huellas mnémicas resultantes de las experiencias y la percepción que Freud (1900: 527-542)Freud, S. 1900. La interpretación de los sueños (2 vol.). Buenos Aires: Amorrortu, 1986. postula.

Ahora bien, la teoría sociológica quiere evitar cualquier dependencia de una teoría de la represión y la censura. Lahire, por tanto, piensa que lo inconsciente no deriva de hechos puntuales más o menos traumáticos y reprimidos, sino de esquemas relacionales y afectivos sistemáticos. Añade, además, que el cerebro funcionaría como un “estadístico” que hace cálculos probabilísticos con base en experiencias pasadas que proporcionarían la infraestructura de las imágenes oníricas. Los sueños, a través de sus relatos, permitirían descubrir las actualizaciones de estos esquemas regulares interiorizados que revelarían, de modo más o menos continuado, una forma estructurada e inconsciente de expresar las vivencias en el sueño. Este tipo de estructuras se observan claramente en los sueños que remiten al modelo de relaciones con los hombres en el caso de Charlotte, estudiante de clase media del norte de Francia (Lahire 2021: 683-789Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte.).

Vinculado con lo anterior está la tesis de la censura, fundamental en Freud, por cuanto sería el mecanismo de defensa que impondría la deformación de los sueños. Este es otro aspecto respecto al cual la teoría sociológica de Lahire se distancia de Freud. Para el francés, cuesta entender que la censura que impone el disimulo en los sueños siga activa a pesar de su relajamiento cuando dormimos. Como explicación alternativa, siguiendo a Bourdieu y Scott, el sociólogo argumenta que el sueño, al contrario de los discursos públicos, que necesitan legitimarse dada la existencia de relaciones de dominación, es una comunicación con uno mismo, visceral e incontrolada, en la que el soñante se expresa según sus valores y trasfondos existenciales propios: es un “texto privado”.

Finalmente, la teoría sociológica rechaza la tesis fundamental de Freud según la cual todo sueño es la realización de un deseo, junto con las derivadas de la misma: el sexualismo, el infantilismo y el familiarismo de las tesis freudianas. Buena parte del psicoanálisis sigue estas críticas en sus desarrollos (Codosero 2014Codosero, Á. 2014. «Una nueva mirada a los sueños». Pp. 319-369 en Avances en Psicoanálisis Relacional, editado por J. Coderch. Madrid: Ágora Relacional.), de modo que Lahire difícilmente podría mantener distinta posición desde la sociología. La propuesta de Lahire (2018: 258)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte. es abrir la “fuerza motriz” de los sueños al campo de las emociones, y no circunscribirlos solamente al deseo infantil. Esta explicación es sugerente y mantiene la coherencia con su edificio teórico: habría emociones concretas, asociadas a problemas concretos, a vivencias y relaciones sociales concretas que emergen y dinamizan, dadas determinadas condiciones, los sueños.

Ello no significa que las relaciones sexuales familiares no jueguen ningún papel: el espeluznante capítulo dedicado a Gérard, un hombre de 64 años que sufrió abusos sexuales por parte de su abuelo durante su infancia, es un ejemplo incontestable (Lahire 2021: 1055-1148Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte.); ni tampoco que no existan deseos en la base motivacional de algunos sueños, como se observa en el deseo de amor y reconocimiento de Louise, vinculados a compensar unas relaciones familiares problemáticas (ibid: 357-525). Lo que es difícilmente aceptable, como señalaban las ideas de Elías (2010)Elías, N. 2010. Au-delá de Freud. Les rapports entre sociologie et psychologie. París: La Découverte., es que todo pase por el mismo esquema del deseo sexual infantil: la evidencia empírica muestra que hay miedos a morir, a hacer daño a un ser querido, a no poder hacer las cosas bien en ciertas situaciones, a no estar a la altura, etc., que pueden movilizar un sueño. Lo ejemplifica Lahire (2021: 67-214)Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte. con el análisis de los sueños de Laura -una joven de origen popular con estudios superiores- y sus sentimientos de ilegitimidad en cuanto “síndrome del impostor”.

A pesar de lo anterior, si atendemos a algunas de las interpretaciones que propone Freud (1900)Freud, S. 1900. La interpretación de los sueños (2 vol.). Buenos Aires: Amorrortu, 1986. de sueños ya célebres, como el sueño de Irma, el del tío Joseph o el Autodidasker, aparecen distintas emociones y preocupaciones en juego: culpas, deseos, ambiciones, etc. Así, algunos autores han entendido la realización de deseos (wish) de Freud como un motivo vinculado a la imaginación o a ciertas expresiones, no solo al hecho de querer más o menos realistamente tal cosa o realizar una acción (Hopkins 1996: 117Hopkins, J. 1996. “La interpretación de los sueños”. Pp. 102-162 en Guía de Freud, editado por J. Neu. Cambridge: Cambridge University Press.). De modo que, abriendo la noción de deseo a lo que el psicoanálisis llama los procesos primarios (donde lo emocional fluye libremente por no estar ligado aún a figuras lógicas como el lenguaje), cuando se dice que el deseo “empuja” el trabajo del sueño a la configuración de las imágenes oníricas, no creemos que se esté tan lejos de postular -como hace Lahire- las emociones como fuerzas motrices (Furth 1992: 60Furth, H. G. 1992. El conocimiento como deseo. Un ensayo sobre Freud y Piaget. Madrid: Alianza. ).

LA CUESTIÓN DEL MÉTODO

 

Más allá de los trabajos etnográficos e interaccionistas, entre los precedentes metodológicos en el estudio empírico de los sueños encontramos el análisis de contenido cuantitativo. La finalidad de este tipo de análisis ha sido hallar relaciones estadísticas significativas entre elementos aislados de los relatos de los sueños y variables sociodemográficas (Schredl 2010Schredl, M. 2010. “Dream content analysis: Basic principles”. International Journal of Dream Research, 3(1): 65-73.). Si bien los resultados de estos enfoques han gozado de cierto interés, su método se ha mostrado inadecuado para aproximarse al sentido de la producción simbólica de imágenes oníricas. Siendo este el objeto de la propuesta sociológica, Lahire opta por metodologías abiertas que se adapten a la densidad del material empírico. Articula el método de la libre asociación de Freud, vinculado a la escucha o lectura del relato de los sueños -que ya tiene en sociología algunos precedentes en el análisis de chistes (Izquierdo y Barbeta-Viñas 2016Izquierdo, M. J. y M. Barbeta-Viñas. 2016. “Notas metodológicas sobre el análisis de los vínculos grupales mediante la identificación de las asociaciones de sentido en los chistes”. Empiria: revista de metodología de ciencias sociales, 33: 139-171. https://doi.org/10.5944/empiria.33.2016.15867 ; 2013Izquierdo, M. J., y Barbeta Viñas, M. 2013. «La transcendencia de lo cotidiano: vínculos, chistes y subjetividad». Política y Sociedad, 50(3), 1097-1131. https://doi.org/10.5209/rev_POSO.2013.v50.n3.41556 )- con métodos cualitativos como la biografía sociológica. Esta proporciona información relevante de la biografía de los soñantes, así como de los posibles hechos desencadenantes de los sueños en el presente.

Este dispositivo metodológico, basado en entrevistas en profundidad sobre aspectos distintos de la vida de los entrevistados, fue desarrollado en trabajos anteriores (Lahire 2004: 32-37Lahire, B. 2004. Retratos sociológicos. Porto Alegre: Artmed); en esta ocasión, se amplía y aplica novedosamente al estudio de los sueños. La biografía sociológica es usada por el autor como la técnica más adecuada para reconstruir experiencias socializadas a través de las cuales los individuos constituyen sus esquemas y disposiciones que orientan las formas de creer, ver, percibir o sentir. Así es cómo Lahire reconstruye los lazos que, de forma heterogénea y contradictoria, suelen ligar a los individuos con otros individuos, con grupos o contextos sociales específicos, y movilizan razones, sentimientos y percepciones determinadas que dan sentido a las prácticas. Además, este tipo de entrevistas, en la medida en que se articulan con las asociaciones libres realizadas sobre el relato del sueño, posibilitan ir estableciendo durante el proceso de análisis la “problemática existencial” sobre la que pivotan los sueños, así como la interpretación de conflictos, emociones y esquemas interiorizados que se encuentran detrás de uno o varios sueños.

El objetivo del trabajo de campo, compuesto por el análisis de 8 casos analizados en profundidad, más una adenda con elementos de 2 casos más, no es establecer un análisis representativo, sino someter a prueba el modelo teórico de interpretación sociológica desarrollado en el primer volumen (Lahire 2021: 51Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte.). Con este fin, el sociólogo presenta y desarrolla los protocolos y criterios metodológicos que se siguen en la producción de datos, sin establecer hipótesis sustantivas, de entrada, sobre cada uno de los casos, como parece lógico en este tipo de análisis. Este procedimiento abductivo, muy pegado a los indicios que presenta el material empírico para las inferencias resultantes, tiene como consecuencia cierta disparidad en la interpretación sociológica de los casos. Es decir, a pesar de que el efecto de la entrevista biográfica sea clave para la sociologización de las interpretaciones de los sueños y las asociaciones, no ha tenido el mismo impacto en todos los casos presentados. Ello podría sugerir que algunas de las problemáticas existenciales, núcleo de los sueños, tienen un componente social y cultural más evidente e influyente, mientras que otras quedan muy ceñidas a episodios personales muy específicos.

Quizá esta sea una cuestión candente vinculada al individualismo disposicionalista de Lahire. Como el mismo autor reconoce, su interés estriba en establecer las lógicas sociales del proceso de producción onírica, sus contradicciones emocionales, los choques entre disposiciones internas y contextos presentes, ambivalencias e intenciones en juego en cada sueño…, pero atendiendo a producciones de individuos singulares. Si bien ello puede ser una fortaleza desde la óptica de la profundidad y la relevancia que admite el análisis microsociológico a nivel individual, tiene su contrapartida en que no atiende suficientemente el nivel estructural del análisis y la posibilidad de proyectar el modelo a un nivel colectivo y macrosociológico. Futuros desarrollos en este campo podrían considerar la necesidad de moverse en estos dos niveles en el diseño de una muestra. Un diseño estructural (Ibáñez 1979Ibáñez, J. 1979. Más allá de la sociología. Madrid: Siglo XXI.) sería adecuado para la construcción de un campo de sueños, dadas distintas posiciones sociales. Justamente, los individuos estudiados por Lahire (2021)Lahire, B. 2021. La part rêvée. L’interprétation sociologique des rêves (vol. 2). Paris: La Découverte. tienen orígenes sociales distintos, pero tienden a la homogeneización en las trayectorias en cuanto a estudios y niveles sociales en el presente, dificultando así una lectura socioestructural de los datos.

A la luz de los resultados aportados, el método empleado ha producido, en efecto, información detallada, heterogénea, y muy relevante de la vida y los sueños de los individuos que formaban la muestra. Los resultados manifiestan con claridad las problemáticas que relevan los sueños de los participantes y que determinadas esquemas, disposiciones y emociones van actualizándose, repitiéndose de modos distintos en la expresión de los sueños. Cabe reconocer, además, la capacidad de Lahire de extraer informaciones que, de entrada, parecerían difíciles de conseguir en una investigación sociológica por su carácter personal, íntimo y no pocas veces vergonzoso para quien las emite. No solamente experiencias traumáticas, dolorosas de recordar, sino también fantasías eróticas que -como en el joven Solal, estudiante en artes y segundo caso de los analizados- ponen en juego elementos difíciles de confesar a un sociólogo desconocido para el soñante.

REFLEXION FINAL

 

No hay duda sobre el importante avance que supone el monumental trabajo de Lahire para la sociología de los sueños. En él, se establecen los cimientos teóricos y metodológicos necesarios para la construcción de un objeto de estudio sociológico, abriendo la puerta a nuevas investigaciones empíricas que se propongan estudiar sociológicamente aquello que tiene de particular el sueño. A pesar de ello, estos trabajos, como no podría ser de otro modo ante tan complejo objeto, no cierran el debate sobre la formación de los sueños. Pensamos, por ejemplo, que a nivel teórico Lahire no ha conseguido resolver del todo satisfactoriamente la deformación de los sueños con el rechazo de la tesis de la censura: una cuestión que podría investigarse a partir de la idea de la plasticidad neuronal y las múltiples inscripciones (y sustituciones) mentales de la experiencia (Ansermet y Magistretti 2012Ansermet, F y P. Magistretti. 2012. A cada cual su cerebro. Plasticidad neuronal e inconsciente. Buenos Aires: Katz.). De hecho, su propuesta teórica en algunos aspectos está más cerca a la de Freud de los que él mismo reconoce (Mayer 2018Mayer, A. 2018. «Une nouvelle science des rêves?» La vie des idées, 7 setiembre: 1-12. Disponible en: https://laviedesidees.fr/Une-nouvelle-science-des-reves.html ). Solo basta con atender a la contradicción de la ya clásica -y legítima- crítica al familiarismo de Freud que hace Lahire, con la trascendencia que tienen las relaciones familiares en prácticamente todos sus casos analizados.

Es posible que el diálogo y la complementariedad entre sociología y psicoanálisis, y también la neurociencia, sea la mejor forma de avanzar desde el respeto a los distintos niveles de realidad que componen algo tan complejo como los sueños. La interpretación sociológica es capaz de iluminar ciertas dimensiones que restan inadvertidas para el psicoanálisis, siendo también cierto lo contrario. Y, como señalábamos, sería plausible pensar que algunos sueños, por sus características, se presten más a una interpretación sociológica, mientras que otros lo hagan a una psicoanalítica, con la posibilidad de articular ambos modelos en distintos niveles de análisis.

En el plano empírico, restaría pendiente la incorporación de una dimensión socioestructural que permita observar mejor el efecto de variables sociológicas, así como la articulación -problemática, pero posible- de análisis cuantitativos con cualitativos sobre los sueños. Sería también necesaria más información sobre la tarea de análisis interpretativo, por poco protocolizada que esta esté. Y como hemos sugerido en otro lugar (Barbeta-Viñas 2021Barbeta-Viñas, M. 2021. Reseña de: Lahire, Bernard. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: Ladécouverte, 2018. Revista Española de Sociología, 30(2):1-5.), nos parecen desproporcionadas las pretensiones terapéuticas y políticas que manifiesta Lahire (2018)Lahire, B. 2018. L’interprétation sociologique des rêves. Paris: La Découverte. en relación con este análisis de los sueños.

En fin, el objeto de estudio del sueño queda establecido para la sociología. Ante la tendencia sociocultural contemporánea hacia la desimbolización, donde las expresiones simbólicas y su sentido parecen estar perdiendo fuerza en ámbitos sociales distintos (Mesnil 2020Mesnil, J. 2020. La desimbolización en la cultura contemporánea. Madrid: Brumaria.), los sueños devienen uno de los reductos de las formas de simbolización humana que toda sociología tendría que proponerse estudiar.

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